Y en ese momento, Vandal despertó. Se sentó sobresaltado sobre su colchón, y miro a su habitación. La ventana estaba cerrada, sin rastros de que nada ni nadie hubiese podido salir por ella durante la noche. De igual forma, sus botas se encontraban en el mismo sitio donde las había dejado antes de dormirse. Un sentimiento de decepción lo inundo, pues aparentemente todo había sido solo un sueño.
Después de lamentarse un poco, se levanto y se dispuso a dirigirse al sanitario con el fin de darse un baño para posteriormente vestirse con la túnica de guardián que tenia en su armario. Sin embargo, cuando la quito del pedestal, se dio cuenta de que era más pequeña de lo que recordaba. Intentó ponérsela a la fuerza sin éxito, a la vez que un mechón de cabello considerablemente largo cayo sobre su cara, impidiéndole ver. Esto le pareció bastante extraño, lo que lo hizo dirigirse al cuarto de su hermano, quien no se encontraba en casa en ese momento, para poder verse a si mismo en el espejo de tamaño completo que habia en el fondo de la habitación. No pudo creer lo que vio.
Su estatura, musculatura y cabellera habían crecido. Por esa misma razón, su ropa y calzado no le quedaban a la medida. Estaba atónito ante semejante imagen cuando escucho una voz justo detrás de él que le dijo:
- Creíste que había sido solo un sueño, ¿Verdad?
- ¡Wah! ¡¿Quién eres?!-Vandal soltó un grito a la vez que caía de espaldas sobre el suelo. Frente a él se encontraba recargado de la pared con los brazos cruzados y sin mirarle, justo a un lado de la puerta de la habitación, un chico cuya apariencia era idéntica a la suya. Portaba un atuendo largo, elegante y oscuro, con detalles celestes y rojos en toda la prenda superior. Sus pantalones eran negros, su prenda superior no poseía mangas y era blanca, y sus botas eran ostentosas y cafés.
- ¿Acaso no ves que soy tu, tonto? -Le pregunto su acompañante
- No, no entiendo, ¿Qué está pasando? -Dijo, nervioso
- Me encantaría responder esa pregunta -respondió- pero tienes que ganar un torneo hoy y se te esta haciendo tarde.
- Espera, ¿Eres Vacuum? ¿El espíritu con el que soñé anoche? ¿Por qué tienes esa apariencia?
- No fue un sueño. Y tengo esta apariencia porque es mas practico para ambos. Anoche te veías demasiado exaltado al verme y supuse que adoptar una forma que te resultara un poco familiar te ayudaría a adaptarte rápidamente a mi presencia, pues estaremos juntos a partir de ahora. Pero date prisa, tenemos que salir ya.
-No puedo ir desnudo a la competencia, me descalificarían de inmediato -contesto preocupado- Mi túnica no me queda y no puedo asistir con otra vestimenta, que de seguro ninguna me quedara tampoco.
- Esa túnica es algo anticuada, ¿no crees? Hay que añadirle un par de detalles para que se vea realmente genial
- Oye, no, espera, esa túnica es sagra...
- Mira, se ve mucho mejor. Anda, póntela, apuesto a que se te ve bien.
Después de tanto renegar, se coloco los ropajes que le estaba siendo ofrecidos. Pudo sentir de ellos emanar un poco de poder. Sin embargo, este sentimiento le desconcertó. ¿Cuándo fue capaz de sentir poder anteriormente?
- Tu compañero de habitación salió muy temprano hoy. Creo que están empezando los preparativos para el torneo que tanto has esperado.
- ¡Maldita sea, el torneo!
Vandal tomo el resto de su equipo, lo ajusto a su cuerpo y salió corriendo en dirección al Coliseo de Batalla que se encontraba en el centro de la aldea. La entrada estaba completamente llena de gente que intentaba entrar rápidamente para obtener un buen sitio y presenciar el mejor evento en la aldea de cada año.
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Las Crónicas de Vacuum: Lado A.
AventuraEn una tierra distante, reverberan los susurros de una leyenda ancestral. Cuenta la historia de un infante que, al renunciar a su cuna por la cual habria entregado su propia vida, destapó el velo de la ilusión que velaba su mundo. Forjado en el frag...