Tord Larsson, nacido en cuna de oro, proviniente de Noruega. La familia Larsson era reconocida por tener poder y riquezas por todo el mundo, por lo que tener buena reputación es importante. Tord era considerado hegemónico. Desafortunadamente el noru...
Ola, ya ni me acordaba que esto existía 🥺. (Disfruten la musiquita del nuevo álbum del wilberto soot)
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No me atrevo a editar esto, perdón, extraño a Wilbur ☹️.
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La tensión entre Elizabeth y Lucía no hacía más que aumentar. Ambas habían notado cómo Tord dedicaba más tiempo a Tom que a cualquier otra persona. Para ellas, aquello era imperdonable. Tord era su meta, su obsesión, y no iban a permitir que alguien como Tom, con su actitud retraída y su silencio constante, les arrebatara esa posibilidad.
Por su parte, Tom no era ajeno a las miradas y murmullos que Elizabeth y Lucía le dedicaban. Aunque intentaba ignorarlas, algo dentro de él le decía que estaban tramando algo.
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Era la última clase del día, y todos estaban distraídos. Edd y Matt compartían una conversación sobre el último videojuego que había salido al mercado.
-¡Debemos jugarlo juntos! -exclamó Matt, emocionado mientras ajustaba su chaqueta verde agua.
-Claro, pero no te pongas a mirarte en el espejo mientras jugamos -bromeó Edd, abriendo otra lata de Coca-Cola.
Matt puso cara de ofendido, pero su sonrisa no tardó en aparecer.
Mientras tanto, Tord estaba sentado junto a Tom. Aunque no estaban hablando, la presencia del uno parecía reconfortar al otro.
-¿Por qué sigues viniendo aquí? -preguntó Tom, rompiendo el silencio.
-¿Qué clase de pregunta es esa? -Tord levantó una ceja, fingiendo estar ofendido.
-Podrías estar con cualquiera, pero te sientas aquí.
Tord lo miró directamente a las cuencas oscuras que reemplazaban sus ojos. -Tal vez porque no soy "cualquiera".
Tom se sonrojó levemente y desvió la mirada, justo cuando Elizabeth y Lucía pasaron cerca, cuchicheando entre ellas.
-Tenemos que hacer algo ya, Lucía. Tord no puede seguir pegado a ese fenómeno.
-Tengo una idea -respondió Lucía, con una sonrisa maliciosa.
Ambas decidieron aprovechar que Tom siempre salía por la puerta trasera del colegio, un lugar más apartado y solitario. Allí, esperaron hasta que el chico pasara.
Tom caminaba por el pasillo trasero, perdido en sus pensamientos. Fue entonces cuando sintió un empujón fuerte en la espalda. No tuvo tiempo de reaccionar antes de caer por las escaleras que conectaban con el patio inferior.
El golpe resonó, y un dolor punzante se apoderó de su pierna derecha. Trató de levantarse, pero fue inútil. Su visión se nubló por las lágrimas de dolor, y solo alcanzó a escuchar risas antes de que las figuras de Elizabeth y Lucía desaparecieran.
Tord estaba en el aula cuando un estudiante llegó corriendo.
-¡Tom tuvo un accidente en las escaleras!
Sin pensarlo dos veces, Tord se levantó y salió corriendo hacia el patio. Allí encontró a Tom en el suelo, intentando mantener la compostura, pero claramente herido.
-Tom! -exclamó Tord, arrodillándose a su lado.
-Estoy bien... creo -dijo Tom, aunque su expresión decía lo contrario.
-¡No estás bien! -replicó Tord, su voz llena de preocupación. Sin esperar más, pasó un brazo de Tom por encima de sus hombros y lo ayudó a levantarse con cuidado.
Edd y Matt llegaron poco después, alarmados por la noticia.
-¡Tom! ¿Qué pasó? -preguntó Edd, con los ojos llenos de preocupación.
-Fue un accidente -murmuró Tom, evitando mencionar a Elizabeth y Lucía.
-¿Accidente? -Tord no parecía convencido, pero decidió no presionar más en ese momento.
En la enfermería, el médico de la escuela confirmó que Tom tenía una fractura en la pierna y necesitaba reposo absoluto.
-No puedo creer que te hayan hecho esto -dijo Tord en voz baja mientras ayudaba a Tom a acomodarse en la camilla.
-No importa -respondió Tom, con una sonrisa amarga.
Tord suspiró, frustrado. -Sí importa, Tom. Nadie tiene derecho a lastimarte.
Por primera vez, Tom levantó la mirada y sostuvo la de Tord. Aquella conexión silenciosa entre ambos era suficiente para que Tord entendiera el dolor que el otro cargaba, mucho más allá de su pierna rota.
Desde aquel día, Tord no se separó de Tom. Se encargaba de llevarle los apuntes, ayudarle a moverse e incluso lo acompañaba durante los recreos.
Mientras tanto, Edd y Matt parecían más unidos que nunca. Matt había comenzado a notar cómo Edd lo miraba, y aunque no decía nada, disfrutaba de la atención.
-¿Sabes? Me gusta que estés cerca de mí -dijo Matt un día, sin dejar de mirarse al espejo.
Edd, que estaba sentado a su lado, se atragantó con su Coca-Cola, y Matt soltó una risita.
Elizabeth y Lucía no dejaron de observar desde lejos, frustradas porque, lejos de alejar a Tom de Tord, el accidente solo había fortalecido su vínculo.
Tord, por su parte, estaba decidido a proteger a Tom, sin importar lo que tuviera que enfrentar para hacerlo.
-No te preocupes, cuencas. Estaré aquí -murmuró Tord, más para sí mismo que para Tom, mientras ambos compartían una mirada que decía más de lo que las palabras podrían expresar.
YOU KNOW, I DON'T NEED MUCH MORE BUT I WANNA BE MINE, I WANNA BE YOURS, RAAAAGH, DEVUELVANME A EL AÑO PASADO 😭