Durante su viaje ambos se sumergieron en un profundo silencio, solo concentrándose en ser sigilosos y no ser vistos.
Al cabo de unos minutos frente a ellos se dejó ver cada vez más cerca el edificio donde debían de llegar, el taller.Miles avanzo con mucha más rapidez para poder reunirse cuanto antes con su compañera pero estando siempre al pendiente y observando que el arácnido lo siguiera en cada momento siendo lo más desapercibido posible.
Al columpiarse un poco más y al ser veloces llegaron rápidamente al edificio, siendo Miles el primero en ingresar al lugar siendo seguido por Gonzalo.
Al estar adentro fue Miles el primero en despojar su máscara del rostro mientras caminaba sigiloso por el lugar.
El silencio era abrumador por todo el lugar así que estando alerta Miles silbo suavemente, una melodía rápida y clara, como una señal de presencia en el lugar, un código de comunicación entre su amiga y él.
Por el oscuro y casi remodelado lugar el silencio estaba presente, haciendo que el rizado comenzará a caminar adentrándose más al lugar.
Al pasar unos segundos el silbido fue correspondido por su compañera al ser ese peculiar estilo de ella en silbar, haciéndole saber que realmente es ella.
Gonzalo se quedó quieto en su lugar mientras hacía desaparecer de su rostro su mascara, observando con cautela los movimientos del Omega, de soslayo veía momentáneamente el lugar y al notar el desastre y pocos escombros que aún se hallaban sonrío divertido, al parecer había exagerado un poco con la explosión de electricidad.
- ¡Felicia sal! Tenemos un tema que tratar - exclamó Miles sin embargo nadie respondió
Gonzalo se sobresaltó un poco al sentir como su instinto arácnido se activaba rápidamente así que volteando a ver a su izquierda se hizo a un lado al ver que un objeto se aproximaba a su rostro.
El azote de la filosa daga en una viga de madera fue escuchada por todo el lugar haciendo voltear en su dirección a Miles.
- Creí que no volvería verte, niño - habló alguien desde lo alto de una de las vigas del lugar
Ambos chicos observaron en dirección hacia donde el arma fue lanzada, encontrándose con la mujer peli-blanca quien ya les veía o más bien dicho veía a cierto Alfa no deseado en el lugar.
- Tampoco quería ver tu rostro, mujer - respondió burlón Gonzalo
Felicia rápidamente se dejó caer ágilmente hacia el suelo para aproximarse a esa persona.
- Tienes tres segundos para decirme que demonios haces aquí exactamente- exclamó fastidiada a la vez que alistaba una daga
Miles al ver el enfrentamiento entre ambos decidió intervenir, colocándose rápidamente frente al Alfa, interponiendo el paso de la mujer quien al verlo detuvo su andar.
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𝙸𝚗 𝚊𝚗𝚘𝚝𝚑𝚎𝚛 𝚞𝚗𝚒𝚟𝚎𝚛𝚜𝚎...
Aléatoire𝘌𝘯 𝘢𝘮𝘣𝘰𝘴 𝘶𝘯𝘪𝘷𝘦𝘳𝘴𝘰𝘴 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘦𝘴 𝘵𝘰𝘵𝘢𝘭𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘥𝘪𝘧𝘦𝘳𝘦𝘯𝘵𝘦. 𝘊𝘪𝘦𝘳𝘵𝘰𝘴 𝘥𝘦𝘴𝘵𝘪𝘯𝘰𝘴 𝘴𝘦 𝘤𝘶𝘮𝘱𝘭𝘪𝘦𝘳𝘰𝘯, 𝘶𝘯𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘣𝘪𝘦𝘯 𝘺 𝘰𝘵𝘳𝘰... 𝘜𝘯 𝘔𝘰𝘳𝘢𝘭𝘦𝘴 𝘵𝘳𝘪𝘶𝘯𝘧𝘰 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘦𝘭 𝘰𝘵𝘳𝘰 𝘴...