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Siendo ya las 12 del medio día y no había tenido algún momento para tomar asiento y descansar de las ajetreadas carreras en su trabajo. Sus compañeros parecían estar haciendo algo en ciertos momentos pero cuando algún cliente entraba estos se iban dejándolo solo, parecía que solo él estaba para atender el día hoy y eso realmente le estaba cansando.
— Aquí tiene su cambio, buen día. — despidió a la jovencita
Ella tomo el dinero y con una gran sonrisa se despidió.
— ¡Muchas gracias! Ten buen día también.
La señorita salió del lugar y al verla irse una leve sonrisa se formó en sus labios, era la cuarta persona que lo trataba bien y a personas como ella eran las que a él realmente le agradaban atender.
— ¡Miles ven acá! — llamo la gerente desde la cocina.
Su alegría duro poco pues al ser llamado otra vez significaba que esa mujer le pediría muchas más cosas por hacer. Resignado se acercó a la cocina donde ésta ya le esperaba.
— ¿Sí gerente?
— Cerraremos hasta las 8 hoy.
Sin poder evitarlo frunció el ceño molesto cosa que la mujer lo notó.
— ¿Hay algún problema? — preguntó divertida
— Gerente, hoy nuestro cierre es a las 6, el toque de queda inicia a las 8 — informó aguantando su enojo.
— Aún así, hoy no tenemos buenas ventas por lo tanto cerraremos un poco más tarde.
— Pero--
— No habrá problemas si haces bien las cosas y trabajas rápido, si haces las cosas de manera eficiente quizás podrás salir antes para llegar a tiempo a tu casa. Así que vete y trabaja mejor y mejora las ventas. — finalizó ella a la vez que pasaba de largo de donde él estaba, dejándolo con las palabras en la boca
Agacho su mirada mientras apretaba sus puños con molestia y suspiraba pesado, realmente quería golpear a esa mujer.
— Hey chico — llamo el chef
Alzó su mirada hacia la persona mayor quien se acercó a él para colocar una de sus manos sobre su hombro.
— Descuida, lograrás salir a tiempo hoy, si necesitas apoyo te podremos ayudar mi esposa y yo ¿de acuerdo? — dijo tranquilo el hombre
Una mujer mayor se acercó hacia ellos, siendo ella la subchef y esposa del señor.
— Así es cariño, deja a esa mujer loca de lado, nosotros te ayudaremos — le sonrío cálidamente mientras acariciaba su cabello
Ellos dos eran las únicas personas que le ayudaban y apoyaban cuando estaba solo o necesitaba de algo, siendo un muy feliz matrimonio entre un Alfa y una Beta. Eran conocidos de su padre así que ellos lo cuidaban siempre en su trabajo, siendo ambos buenas personas.
