La sangre caía de sus garras cual gotas de agua, podía escuchar las súplicas de aquel hombre en el suelo, pidiéndole que se detuviera.
— P-por favor ... Y-ya no más ¡Piedad!
Sin embargo dichas clemencias fueron ignoradas y lo único que recibió a cambio fue otro golpe en el rostro.
— Cierra ya la boca
La voz distorsionada dejaba ocultada su molestia y enojo y su máscara ocultando su rostro tras ésta.
— ¡P-por favor! ¡Déjame ir!
Nuevamente su súplica fue desechada y lo único que pudo ver ese hombre fue como aquel ser extraño de traje morado preparaba el guantelete metálico para realizar un disparo con éste.
— ¡N-no! ¡No me mates! ¡Ayuda!
El hombre rápidamente se colocó de pie a duras penas y dolor para luego echarse a correr, tratando de escapar de su horrible final.
Sin embargo su carrera fue detenida cuando por el callejón un disparo casi silencioso se escucho y luego como un objeto atravesaba en su cabeza directamente.El cuerpo cayó abruptamente al suelo y rápidamente la sangre escarlata comenzó a formarse en un charco bajo el cuerpo inerte.
Aquel enmascarado bajó lentamente su brazo donde el guante reposaba, viendo cómo éste expulsaba un humo morado por el disparo realizado.
Sus ojos blancos en la máscara negra se agudizaron al ver el cuerpo. Su trabajo estaba hecho, por la mañana el cuerpo sería encontrado por los hombres de Misterio y nuevamente pondrían más restricciones contra él, cosa que él con mucho gusto ignorará, no deteniéndose en su principal objetivo.
Por el callejón, el sonido de tacones de ciertas botas negras se dejaron escuchar, haciéndose acto de presencia en la escena alguien más.
— ¿Todo bien, minino?
La suave voz de una mujer sobre el techo de un edificio le hizo apartar la vista sobre el cuerpo inmóvil para colocarla sobre ella. La mujer portaba un traje negro con líneas y ciertas partes grises, teniendo en su rostro un antifaz negro que dejaba resaltado sus ojos grises, siendo su cabello blanco sujetado por una coleta alta.
— Todo bien, Black Cat
La mujer sonrío suavemente mientras hábilmente se dejaba caer del techo hacia el suelo, sujetándose y esquivando objetos en su camino, llegando en perfecto estado al suelo.
— Hiciste un gran trabajo corazón, ese hombre era muy malo - mencionó divertida mientras a paso elegante y coqueto se acercaba hacia él.
Ante lo dicho guío su vista nuevamente hacia el cuerpo inerte en el suelo.
— Ese hombre se merecía esa muerte, lastimo a gente inocente de mi vecindad
— Claro que se merecía esa muerte y tuvo suerte de tener una muerte tan piadosa solo porque tenemos prisa sino imagínate cómo nos hubiéramos divertido con él - comentó alegre y maliciosa ella mientras se recarga en él en uno de sus hombros.
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𝙸𝚗 𝚊𝚗𝚘𝚝𝚑𝚎𝚛 𝚞𝚗𝚒𝚟𝚎𝚛𝚜𝚎...
Acak𝘌𝘯 𝘢𝘮𝘣𝘰𝘴 𝘶𝘯𝘪𝘷𝘦𝘳𝘴𝘰𝘴 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘦𝘴 𝘵𝘰𝘵𝘢𝘭𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘥𝘪𝘧𝘦𝘳𝘦𝘯𝘵𝘦. 𝘊𝘪𝘦𝘳𝘵𝘰𝘴 𝘥𝘦𝘴𝘵𝘪𝘯𝘰𝘴 𝘴𝘦 𝘤𝘶𝘮𝘱𝘭𝘪𝘦𝘳𝘰𝘯, 𝘶𝘯𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘣𝘪𝘦𝘯 𝘺 𝘰𝘵𝘳𝘰... 𝘜𝘯 𝘔𝘰𝘳𝘢𝘭𝘦𝘴 𝘵𝘳𝘪𝘶𝘯𝘧𝘰 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘦𝘭 𝘰𝘵𝘳𝘰 𝘴...