Mi nombre es TN Adams.
Tengo 15 años y estoy estudiando en la UA para ser un Héroe.
El problema en una pelea con unos villanos que se habían infiltrado a la escuela terminen siendo teletransportada a otra dimensión.
Y eso no solo es el problema desc...
Al despertar, lo primero que hice fue dirigir mi mirada hacia la persona que descansaba plácidamente en mi pecho. Una diminuta sonrisa se formó en mi rostro al verla completamente dormida. Una de sus alas nos cubría a ambos, y mi mano se deslizó suavemente por su cabello. Me di cuenta de que no había dormido tan bien en años y me sentía increíblemente descansado en ese momento.
Al revisar mi celular y notar un mensaje, lo cogí rápidamente y leí el contenido. Solté un suspiro y con cuidado, para no despertarla, me levanté de la cama. Arreglé rápidamente la ropa que estaba desorganizada y salí de la habitación, pero no sin antes dejar un beso en su frente. Recordaba de un libro que ese gesto demostraba cariño y a las mujeres les agradaba que sus parejas lo hicieran
Narra TN.
Me desperté al sentir insistente golpeteo en mi puerta. Confundida al verme sola en la cama, guardé mis alas rápidamente y me levanté con pereza, escudriñando a mi alrededor en busca de Illumi.
"Se fue sin despedirse" pensé con tristeza, mientras una leve opresión apresaba mi pecho al darme cuenta de que despertaba sola.
Cuando abrí la puerta, me encontré con Killua mirándome impaciente. Al notar que aún estaba en pijama, abrió los ojos sorprendido.
Killua: ¿Qué haces aún en pijama?, La pelea de Gon es en menos de una hora y la tuya es en dos horas para que finalmente llegues al piso 200.- Espetó alterado.
TN: Perdon, me quede dormida.- dije mientras le regalaba una leve sonrisa.- Me visto de inmediato.
Killua: Te espero.- comento mientras entraba a mi habitacion y se sentaba en el sillon para esperarme.
Solté un suspiro, sintiéndome inexplicablemente exhausta. Tomé un conjunto de ropa que me había comprado con el montón de plata que gané en el coliseo del cielo. Después de una ducha rápida, me vestí con un jogger blanco y un buzo corto de manga larga blanco.
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TN: Vamonos.- comente mientras salia del baño.
Ambas salimos de mi habitación y nos dirigimos a ver a Gon. Pasamos un buen rato hablando para calmar sus nervios. Cuando lo llamaron al estrado, nos trasladamos a las gradas para presenciar el combate. La verdad es que fue bastante impresionante ver lo que alguien podía lograr con el nen, lo que me generó un gran deseo de aprender más y descubrir hasta dónde podría llegar. Pero volviendo al tema, la batalla terminó con Gon perdiendo y resultando herido. Nos levantamos rápidamente para asegurarnos de que estuviera bien.
Permanecí junto a Killua cuidando a Gon, quien estaba inconsciente, hasta que llegó el momento de mi propia pelea. Convencí a Killua de que se quedara con Gon, ya que sabía que mi enfrentamiento no sería difícil. Él asintió y se quedó a cuidar a nuestro amigo. Como había predicho, mi pelea resultó ser bastante sencilla; con un solo golpe, mi oponente quedó fuera del ring, inconsciente.
"Espero que mi pelea en el piso 200 sea interesante. Después de todo, ya se trata del nen" pensé mientras me encontraba en el asensor para llegar al piso 200.
Después de inscribirme, me dirigí hacia mi nueva habitación para dejar mi pequeña maleta con mudas de ropa que había comprado. Justo cuando estaba a punto de abrir la puerta, percibí una presencia y un cosquilleo en la marca que llevaba en la mitad de mi busto.
TN: Hola Hisoka.- dije sin voltear a verlo.
Hisoka: Hola mi frutita preferida.- susurro en mi oido mientras me abrazaba por la espalda.- Por fin llegaste al piso 200.
TN: ¿Que estas haciendo?- cuestione al ver como pegaba su rostro a mi cuello.
Hisoka: Solo estoy viendo y aspirando el aroma de mi frutita preferiada o deberia decir a mi alma gemela.- susurro en mi oido para despues pasar su lengua por esta misma.
TN: Hisoka.- dije tembalndo ligeramente.- Alguien puede vernos y pensar cosas que no son.
Hisoka: Entonces entremos a tu habitacion.- exclamo con entusiasmo mientras estiraba su mano para abrir la puerte pero sin soltar.
Cuando la puerta estuvo completamente abierta, entramos en la habitación. Una vez que la puerta se cerró por completo, me empujó contra esta, acorralándome por completo.
Hisoka: Tu y yo debemos hablar.- susurro encima de mis labios.- Porque cierto peli-negro me conto que ustedes se besaron y quiero saber porque el ya te probo y yo no.
