Capítulo XI

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Pasaron dos años desde que el Saiyan logro que el angel se convirtiera en su pareja. La relación era perfecta, era un ejemplo para sentir envidia de una relación sin algo negativo. Bueno solo un Saiyan que se ponía celoso en algunas ocasiones, cosa que al angel le extrañaba y a la vez ternura, por lo sobreprotector que era aquel mortal.

Habían decidido esconder su relación con los dioses creadores y destructores al igual que con los semidioses. La única excepción era que los angeles lo sabían y tenían que quedarse callados. Zeno Sama también estaba enterado al igual que sus guardias pero ellos al casi no ver a los dioses no había problemas si lo sabían o no.

El saiyajin había dejado de ir a ver a sus amigos. Eso fue desde que se había divorciado con su ya ex- esposa,Milk. Lo había hecho con el fin de no tener que hacer un enorme discurso de por qué aquella mencionada acción. Aunque si seguía viviendo en la tierra, vivía en una pequeña casa que se encontraba en una montaña no muy alta, en la cual bajo ella se veía una vista al mar. Un lugar muy cómodo y hermoso para vivir.

Goku en esos momentos tenía ya la idea de invitar al angel a salir. Quería dar el siguiente paso en la relación. Pero al saiyan le costaba mucho, se paraliza o se quedaba mudo sin poder decir palabra alguna. Por lo que se le ocurrió algo que esperaba que diera los frutos que el deseaba.

Horas después el Saiyan había logrado su objetivo. El y su pareja tenían un cita en la tarde, en el planeta tierra.

Fue relativamente una noche perfecta para ambos, la cena fue muy elegante y elaborada, el paseo que dieron por un puente de la playa, fue hermoso. Para cuándo ellos fueron a ver las estrellas empezó a dar un concierto de estrellas fugaz. Una vista perfecta para lo que el mayor quería hacer.

Ambos estaban algo alejados de las demás personas, en un punto de la colina mas alto. Lo que hacía que la luz de las lunas y las estrellas dieran el espectáculo perfecto. Ambos lo veían sin decir palabra alguna, cosa que hacía que el saiyan pensara mejor las palabras que quería usar. El saiyajin por unos segundos vio de reojo su mano izquierda tenía en ella una pequeña caja de terciopelo de color negro. No había duda alguna era una caja para un anillo de matrimonio.

Cuando ya casi acaba el espectáculo que daban las estrellas, el saiyan y el angel se pusieron de pie para dar una vuelta bajo la luz de luna. A medio camino el saiyan se detuvo llamando la atención del angel.

Goku- Dai- Diría sonrojado a la vez nervioso

Daishinkan- ¿Te pasa algo?- Pregunta volteando viendo al saiyan

Goku- Suspira- Me preguntaba si tú quieres...

El saiyan se quedó paralizado por los nervios

Daishinkan- Adelante dilo, soy todo oídos- Sonrió

El saiyan se puso de rodillas quedando un poco más pequeño que la altura del angel

Goku- Sacaría la caja de terciopelo, abriéndola mostrando un anillo- ¿Si te quisieras casar conmigo?

Ahora el angel era quien había quedado en shock, no sabía que pensar mucho menos que decir. Su mente quedó en blanco.

Cómo si fuera magia lágrimas bajaron por las mejillas del angel. Haciendo que el saiyajin se pusiera mucho más nervioso de lo que ya estaba. Una sonrisa se vio en los labios de angel mientras se lanzó encima del mayor abrazándolo.

Daishinkan- Claro, que aceptó- Diría muy feliz

El saiyan sintió que el mundo de los sueños se había puesto mucho más de su lado de lo que ya estaba. El saiyan abrazo al angel con fuerza y emoción. Para después colocar el anillo en su dedo sorprendiendo algo al angel por extraño que le parecía. Ya lo había visto en mortales de los universos, pero estar en ese puesto era muy extraño pero le agrado a la vez.

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