Capítulo 1: Fin del retiro

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Se podía ver como un pequeño bote se aleja de la costa mientras este era despedido por un grupo de personas de forma muy animada, pero a lo lejos escondida entre las sombras de los árboles a la orilla de un bosque se encontraba una bella mujer que veía todo con una sonrisa cálida en su rostro que demostraba nostalgia, algunos incluso podían asegurar que vieron rodar unas cuantas lágrimas por su mejillas, que rápidamente ella secó y que negaría.

– Jefa – llamo un hombre de estatura bajita que se encontraba tras de ella.

– ¿Qué sucede Dogra? – respondió la mujer sin quitar la vista del lugar donde antes estaba aquel pequeño bote.

– Todos los preparativos están listos – Respondió otro hombre de mayor estatura, mientras Dogra asentía con la cabeza.

–hmm... muy bien – La mujer de cabello rizado volteo a ver su familia con una sonrisa en sus labios. – Bien la hora llego — dijo mientras comenzaba a caminaba de regreso a su hogar.

– Jefa, ¿Está segura de esto? – pregunto con preocupación Magra mientras la seguía junto al resto de su familia. 

La mujer lo volteo a ver sin ninguna clase de expresión en su rostro, lo vio a él y luego al puerto donde antes estaba la gente despidiendo aquel pequeño bote y nuevamente al hombre.

– Es algo que debo hacer– dijo mientras retomaba el camino de regreso a su casa, tras unos minutos de caminata en silencio llego a esta, al entrar se podía ver que el suelo de madera había sido retirado y un agujero había sido hecho donde antes este se encontraba, a un lado de este se veía un baúl de gran tamaño y de muy alta calidad que aún tenía tierra encima, la mujer avanzó hasta este y saco una llave con la cual lo abrió.

– Jefa – llamo Dogra, tenía una expresión de angustia mientras veía a la mujer de cabellos naranja.

La mujer suspiró. – Lo sé, pero es algo que necesito hacer — dijo mientras veía el interior del baúl. – no puedo quedarme de brazos cruzados, y menos después de la información que ustedes obtuvieron en nuestra red de información – dijo mientras sacaba una bolsa del baúl y la habría para revisar su interior.

– Lo sabemos, pero es muy peligroso, jefa — dijo Magra con preocupación palpable en su voz, a lo cual los demás bandidos asentían con la cabeza. La mujer los volteo a ver y ante su acción frunció el ceño.

– Sé que llevo un tiempo retirada – hablo mientras se ponía de pie y tiraba el bolso sobre su hombro. – pero aun así soy la única que puede hacer este trabajo – permaneció un momento en silencio mientras veía un lugar en particular de la pequeña casa. – además, como me pides que no acepte esta petición, cuando uno de mis muchachos me necesita— completo la mujer con una sonrisa arrogante mientras alzaba una de sus delgadas cejas. 

Los bandidos suspiraron resignados, ya conocían esa mira en su jefa, no importaba lo que dijeran o hicieran ella no los escucharía y haría lo que ella quisiera como otras tantas veces en el pasado. Decir que estaban sorprendidos cunado ella cambió de actitud cuando Garp trajo al primero de los chicos, era quedarse cortos, paso de ser un mujer intrépida, despreocupada y arrogante, a ser una ''mamá gallina'', que aunque ella no lo admitiera se preocupaba de sobre manera por esos chicos y lo que estaba a punto de hacer era prueba más que suficiente de ello.

Flashback:

Hace unos meses un cuervo negro llego a su casa, el cuervo traía un sobre con un sello que solo lo usaba los antiguos miembros de su red de información secreta, la cual hace años no era utilizada, pero al parecer alguien insistió en una de sus sedes del nuevo mundo y terminaron enviando un documento con una petición. Al final llego a ellos y simplemente se lo dieron a su Jefa para que lo revisara, como antiguo protocolo.

Todo por ellosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora