Noches de Rendición

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Tu tendida hacia la puerta, yo hago lo mismo hacia la ventana, los dos en la misma cama. Otra noche, ya he perdido hasta la cuenta, tratando de mantener mi respiración lo más pausada posible, controlándola como lo hago con mis movimientos, intento estar completamente quieto a tu lado, quiero que pienses que estoy dormido.

No es el insomnio lo que no me deja dormir, eres tú, soy yo, somos nosotros, si es que todavía existimos como tal.

Cuando empezó la guerra, ni lo recuerdo, en mi cabeza ya solo quedan los silencios, los reproches, el egoísmo.

Un gran suspiro tuyo, y me quedo más inmóvil aun, pienso en lo que fuimos, en todo los que nos dimos, las escapadas, las veladas románticas, las noches enteras haciendo el amor. ¿Ya no queda nada de todo eso?

Otro suspiro, y me doy cuenta, finges estar dormida igual que yo. Ese tipo de suspiros solo los emites cuando lloras, te conozco demasiado bien.

¿A que estamos jugando? Ambos seguimos pensando que esto tiene solución, que podemos sacar una bandera blanca, pero ¿ninguno somos capaces de dar el paso?

Me muevo en la cama, miro hacia tu lado, te quedas quieta y muy disimuladamente te secas las lágrimas que caen por tus mejillas. Te beso tu hombro desnudo. Me miras a los ojos indecisa, en los míos después de tanto tiempo solo hay paz, amor y comprensión. Me acerco más a ti mientras te susurro al oído

— ¡Me rindo!







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RELATOS MUSICALES Vol.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora