Capítulo #10

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Narra Kara:

Cegada por la ira no sabía qué hacer, y al mismo tiempo sentía que nada podía detenerme. Lo único que tenía en claro es que no iba quedarme de brazos cruzados ante tal injusticia. De regreso al salón, sentada e inmersa en mis pensamientos metí la mano en mi bolso y sujeté con fuerza el frío metal de lo que llevaba dentro. Nadie que se atreva a tocar a una mujer tiene derecho a salir ileso. Menos si se trata de ella.

- Humberto por favor para aquí y espérame fuera del auto, ve a la barra y pide lo que desees, que lo carguen a mi cuenta- dije bajando del auto hecha una furia.

Antes de entrar al lugar noté el estado en que iba y respiré profundamente recuperando la compostura.

- Clark, hermano- llamé su atención.
- Hermanita, te habías perdido ¿Dónde está Lena?- se hizo el desentendido y mi ira se hizo notar nuevamente subiendo en forma de rubor por mis mejillas.
- Clark, no vamos a jugar a los inocentes, acompáñame al jardín ahora mismo- advertí serveramente.
- Ya vas a comenzar...
- Sí, voy a comenzar y voy a terminar, así que acompáñame al jardín o haré que te arresten en este preciso instante- lo tomé del brazo y caminando entre la gente lo guié por la caminería hasta el banco donde la encontré.
- ¿Kara qué pretendes con todo esto? ¿Que tu mujercita no es más que una ramera?- rió con burla- No hay una razón de peso que me obligué a respetarla.
- Con mi mujer no te metas, y el simple hecho de que sea una persona ya es suficiente motivo para que merezca respeto.
- Kara date cuenta, ella no vale la pena solo quiere tu dine...- saqué el arma de forma que solo el pudiera verla para evitar problemas con los guardias del lugar.
- Creo que no me estás entendiendo, imbécil.
- Kara, Kara, guarda eso, yo soy tu familia, tu sangre, ella no es nadie, no tenemos por qué estar en esta situación.
- Y es que tú sigues equivocado... Sabes qué, vamos al auto, Clark- cambié de parecer.
- No iré contigo a ningún lado, estás completamente loca- caminó un par de pasos hacia atrás.
- Ah entonces prefieres que te mate aquí delante de todos y les diga lo que hiciste con Lena, porque no me va a importar Clark- sentía mi cuerpo temblar de la ira.
- ¿Sabes qué? vamos, tú no eres capaz de nada, yo sé que hablando nos vamos a entender, soy tu hermano.
- No digas estupideces- lo tomé del brazo e hicimos el mismo recorrido que tuve con ella hace un rato para irnos, subimos al auto y yo tomé el arma poniéndola en mi lado izquierdo para que no me quisiera tomar de tonta, y sin dar cabida a palabras conduje sin rumbo hasta que nos alejamos de la población.

- ¿Y es que no piensas detenerte?- preguntó con nerviosismo.
- Tal vez me detenga luego de hacernos caer por algún voladero de mala muerte- respondí secamente y seguí manejando por un buen rato hasta encontrarme con una zona boscosa a la que sin dudar me adentré- Bájate- ordené y una vez lo hizo imité su acción cerrando el auto- Ni siquiera lo intentes que no tiene caso- apunté a su cabeza cuando trató de correr- Sería lo más estúpido que podrías hacer.
- No te me acerques Kara- sacó una pequeña navaja que casi me mata... pero de risa.
- ¿De verdad? ¿Así de patético eres? Literalmente has traído un cuchillo a un tiroteo- negué con mi cabeza- Me estás haciendo salir de mis casillas, así que sé un poco más pensante y arrodíllate ahora- ordené.
- Kara...- con la pistola le hice seña en referencia al mandato anterior y él no tuvo más remedio que obedecer.
- A ver Clark, ¿En qué carajos estabas pensando cuando se te ocurrió meterte con ella?- pregunté sin dejar de apuntar a su cabeza.
- En qué está riquísima y en que ahora sí que sobrepasaste los límites trayendo a nuestro evento a una cualquiera- en un impulso golpee la parte trasera y más baja de su cabeza dejándolo sin conocimiento... "Mátalo" era todo lo que susurraba la voz de mi conciencia y de forma casi autómata revisé la cajuela del auto en busca de alguna soga que con éxito encontré y con una gran habilidad anudé en sus muñecas dejándolas por detrás de sus caderas. A su alrededor daba vueltas mientras lo observaba fijamente, tan pocas y tantas cosas me impedían acabar con su vida, siendo mi madre la más importante... Como desearía poder dispararle sin pensar, aunque si tan solo así aliviara el pesar de mi preciosa Lena tiraría de ese gatillo con indudable facilidad... Daría lo que fuera por poder sacarla de esa vida y desechar de su mente cualquier preocupación. Tan joven y ha tenido que pasar por tanto...

- Hasta que despiertas, sabandija- me acerqué cuando lo vi removerse en el piso.
- ¿Qué quieres de mí?- me buscó con su mirada.
- Que más nunca te acerques a ella- sentencié.
- Por Dios Kara, cuando regresemos a Francia pagaré para volver a cogérmela, es una prostituta, así es el negoc...- no lo quería escuchar.
- Seré breve, tienes dos opciones, una, te vas mañana a Francia y más nunca te le acercas, otra, decides seguir siendo un imbécil así que te disparo en la cabeza.
- Solo eres una cobarde, si tan solo te atrevieras a jalar ese gatillo...- esta vez fue el estruendo lo que lo interrumpió- ¡Kara! ¡Kara! Soy tu hermano no puedes matarme- comenzó a entrar el pánico cuando vio la sangre manchar su perfecto traje de sastre.
- Aquí el único cobarde eres tú, llorando por una bala que entró y salió, quedas advertido Clark, sé inteligente y vuelve a casa- pateé sus costillas y subí al auto poniéndolo rápidamente en marcha para retornar al sitio de donde lo tomé.

Por un momento pensé en ir directo al hotel pues ya quería llegar con Lena y tenerla entre mis brazos para decirle que todo estaría mejor, pero no podía dejar a Humberto varado, así que pasé y por gracia divina se encontraba en el estacionamiento así que solo aparqué junto a él.

- Mi estimado, siempre tan eficaz, gracias por esperarme, tenga esto en compensación- saqué de mi billetera 3.000 francos y los extendí- Ahora le agradecería que me lleve al hotel, mi novia ha de estar esperando por mi.
- Muchas gracias señorita, es usted muy considerada. Enseguida la llevo- sin bajarme me cambié de asiento y entonces el subió.
- Gracias a usted por su eficacia y discreción- asentí- La verdad es que no puedo esperar más para llegar con Lena- suspiré cerrando mis ojos para tratar de aligerar el viaje.
- No se preocupe, ya pronto llegará al hotel.

Amor de prostíbulo (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora