Desconocido
Mis dedos tocaban delicadamente los pétalos de la flor que estaba en el suelo, su textura era suave y un tango rugosa, acerque mi nariz a éste y pude aspirar de ese olor tan delicado.
Una sonrisa pequeña se extendió por todo mi rostro. Mis ojos detallaron ahora el cielo, sus colores azules, rojizos y naranjas hacían contraste entre sí, todos estaban juntos en perfecta sincronía; haciendo del acto algo perenne.
La luz del sol que ya iba decayendo atravesó suavemente las nubes, dándole un tono rojizo, así creando el famoso arrebol.
El sonido de las olas chocar contra la orilla se repetían en mi mente, ocasionando que ese sentimiento de familiaridad se alojará en mi pecho, tan lindos momentos que pasamos en familia…
Los ojos de color azul eléctrico llegaron a mí mente junto a cada una de sus palabras.
Mentirosa.
Y pensar que uno daría todo por la persona que ama cuando está daría todo por qué sigas creyendo que el sentimiento es mutuo. Odio, odio que me mientan y aún más si se trata de los sentimientos, algo tan real que debería de ser tomado seriamente pero que ciertas personas lo llevan como un simple juego.
Las personas no saben apreciar unos honestos y buenos sentimientos, por esa razón es que estamos tan jodidos hoy en día.
Tal vez ella si me quería o simplemente fingía hacerlo aunque, nunca lo sabremos, después de todo está tres metros bajo tierra.
Una risa suave salió de mis labios.
El amor… una simple palabra que te puede sanar y destruir a partes iguales, lo único es que con que persona lo compartes y de allí se sabrá cual de las dos es tu próximo destino.
Me senté lentamente en el césped frío, mirando a todos lados, encontrándome con su mirada.
Sus ojos grises me observaban con seriedad y una chispa de diversión, su rostro mantenía ese semblante serio que siempre llevaba a todos lados, era como una pieza clave de su personalidad, era como otro accesorio que tenía así como los anillos y collares que cargaba. Su cabello estaba todo revuelto asimilando la forma de un nido de pájaros un tanto atractivo, un traje color azul rey se ceñía a su cuerpo, dejando marcados sus fornidos músculos.
El miraba todo y al mismo tiempo nada, era como si las cosas en su ambiente no eran dignas de recibir su atención. Sus ojos grises me exigieron de una manera silenciosa que me acercará a él.
Tense mi mandíbula, indispuesta a seguir su indirecta orden pero, ¿Quién era yo para negarme? Después de todo esto hacia parte de mi plan.
Me levanté del suelo, limpiando la parte trasera de mi vestido floreado, tratando de que no quedará ningún resto de tierra. Me acerque a el a pasos lentos, sintiendo el césped artificial entre mis dedos de los pies. Ya al llegar a su lado señaló con su mirada un cachorro bebé que se encontraba dentro de una cajita dormido.
No lo había notado.
Me agaché, tocando su pelaje y sin querer despertando lo, sus ojos eran de color azul cielo y su pelaje tenía un tono blanco. Era un lobo siberiano bebé.
Sonreí mientras este lamía bastante animado mi mano.
—Pediste que te trajera compañía, y aquí la tienes — su voz grave llegó a mis oídos, causando cierto escalofrío en mí que ignoré—. Tu te encargaras completamente de él, Lola será la que te entregará sus productos de higiene personal etcétera, espero que no haga desastres en la casa — dijo más como una súplica.
Una suave risa se escapó de mis labios, y aún con la mirada clavada en el animal que desde hoy se llamaría Copito, dije:
—Tranquilo, padre — hablé con un tono disfrazado de cariño, ocultando el repudio hacia el—. Lo cuidaré con mi vida.
El asintió, alejándose de mi lado. Acaricié a él canino entre mis brazos, dándole besitos por todos lados.
Es increíble como las personas se pueden creer un cuento sin cuestionar nada, eso es lo que todos ustedes han estado haciendo desde el inicio de esta historia.
¿Qué les cerciora que lo que les han contado es al cien por ciento real? Nada, únicamente aceptaron la versión que les dieron de esta historia y ya, sin trabas ni nada.
Ese es un error que la mayoría comete, adaptarse a algo que puede tener otro punto de vista, eso es porque le temen, temen a ver la otra cara de la moneda y que todo lo que han pensado se vaya a el carajo.
—¿Quién es el perrito más lindo?
Les recomiendo algo antes de que salten a el próximo capítulo, desconfíen, desconfíen de todo.
De el ambiente.
Las palabras.
Las promesas.
Los momentos.
De las personas.
Y sobre todo, de los protagonistas que posee está historia.
Aunque creen saber todo no saben absolutamente nada.
Y pronto lo descubrirán.
¿Quién es Katya Petrova? Si yo les pregunto eso me darán la razón obvia, la "protagonista" de la historia pero ¿En realidad quién es ella?
Les recomiendo mirar a todos con recelo, no confiar ante sus palabras, en este libro aún no se sabe quien es el villano, o al menos de que haya uno.
¿Quién soy yo?
No lo saben.¿Ya nos conocemos?
Tampoco lo saben.¿Soy un peligro?
Quizás.Lo único claro que tienen de mi es lo que busco: venganza.
Sin contar que les acabo de dar una gran pista además de que ya sepan que soy mujer.
Si la encuentran se les hará mas fácil entender todo.
Y si no lo hacen se enredaran más.
Lo único concreto es que esto va más lejos de ese internado, todo, absolutamente todos está conectado y tiene su oscuro trasfondo.
¿Están listos para unirse a este juego por ver quién tiene el control? Les aseguro de que saldrán más que heridos.
Y, aunque pensaron que la historia apenas comenzó, sólo es una vil mentira; está lleva desde antes siendo contada.
Solo que ahora es que la están conociendo.
Sin más que decir, les doy la verdadera bienvenida de la verdadera protagonista.
Sean todos bienvenidos a su fatal perdición.
Próximamente, su nueva adicción.
|| ꧁) ༒ (꧂ ||
•Sin comentarios, es lo único que pudo decir.
|| ꧁Naz꧂ ||
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KUZNETSOV [Borrador]
Mystery / ThrillerMentiras y secretos abundan en ese lugar. Caras perfectas pero con pasados y presentes totalmente corrompidos buscarán la manera de encajar en ese mundo perfecto. Eso es lo que se vive en el internado KUZNETSOV. Miles de millonarios, empresarios, fa...