Error/Tom Kaulitz

Regalos

Pasamos a cada uno de las tiendas del centro comercial en busca de algo que quería mamá, llevábamos horas ahí.

-Mamá estoy cansada, solo lleva lo que sea- dije arrastrando cada ves más los pies.

-Camilla, les llevaré algo a tus hermanos, no puede ser cualquier cosa-

-Basta, no les digas "mis hermanos" no lo son, y suena raro-

-Pues ahora lo son, y no le veo el problema- dijo entrando a una tienda.

-Como sea- la tienda a la que entró mamá era muy grande, tenía ropa de todo tipo y que mamá viera cada una de ellas llevaría más de 3 horas.

[...]

Mamá salió de la tienda con dos camisas, una para Bill y otra para Tom. Nos subimos a su coche y fuimos directo a casa.

-Es encerio que recorriste todo el centro comercial para comprar dos simples camisas mamá?- dije mientras sacaba las camisas de la bolsa.

-Vamos hija, están lindas, no me lo puedes negar-

-Si tu lo dices- aún no me convencía que mi madre les llevará regalos, porque lo tendría que hacer? Aún que no me quejo del todo, Marc dijo que me habi amueblado mi habitación para que mamá no gastara, parece que me utiliza para enamorar más a mamá, y también creo que mamá utiliza a los gemelos para enamorar más a Marc, si, son gemelos, quien lo creería? Al principio no te das cuenta porque son literalmente opuestos en todo, pero luego de que convevives más con ellos te das cuenta
(Llevo un día en esa casa y no lo descubrí hasta que Marc me lo dijo en el desayuno).

Llegamos a casa y bajamos todas las compras.

-Hola cariño- dijo mi madre a Marc que estaba en la cocina, este al verlo con las bolsas corrió a ayudarle.

-Hola cielo, compraron varias cosas-

-Si, no nos resistimos-

-Mamá iré arriba- dije subiendo las escaleras.

-Crees que le puedas hablar a los chicos? Aprovechando que irás arriba-

-Claro-

-Y... Bajas tu también-

-Es obligatorio?- dije en berrinche.

- Si lo es, ahora ve-

Subí de mala gana las escaleras, genial! ahora tendría que bajar y escuchar una charla aburrida que me ahorraría si no fuera "obligatorio" bajar.

Toque primero la puerta de Bill, no tardo nada en abrir.

-Camilla, que pasa?-

-Mi madre y tu padre quieren vernos, que si podrías bajar?-

-Claro, en un momento bajo, gracias por avisarme- Bill cerró la puerta y pase a la Tom repitiendo mi acción. Al contrario de Bill este tardo 5 min en abrir.

-Ahora que quieres?-

-Aagh, si que eres molesto- Tom no dijo nada.

-Mi madre y tu padre quieren vernos, baja-

Tom salió de su cuarto empujándome como lo hacía cada ves que estaba frente a el.

Los tres bajamos a la sala, dónde ya estaban Marc y mi mamá.

-Llegaron chicos, Camilla y yo salimos de compras y compramos algo para cada uno, quería dárselos- dijo mamá emocionada sacando de las bolsas cada una de las cosas que compramos.

Tom, Bill y Marc se sentaron en los sillones que estaban enfrente de mamá curiosos por ver qué traían las bolsas.

-Este es para ti cariño- mamá sacó una hermosa chaqueta de cuero color café de la bolsa y se la entregó a Marc.

-oh por dios cielo, es muy bonita, muchas gracias- Marc tomó la chaqueta y le agradeció a mamá con un beso.

-Este es para ti Bill, espero te guste- sacó unas botas negras de cuero muy lindas y grandes.

-No te creo! Dios mío, muchas gracias Antonella, de verdad las amo- Bill se lanzó a mamá dándole un fuerte abrazo para después tomar las botas con sumo cuidado admirandolas.

-No hay de que Bill, me alegro de que te hayan gustado- mamá sigui sacando cosas, solo quedaba el regalo de Tom.

-Y esto... Es para Tom- mamá extendió una banda de tela y una camisa extra grande para que Tom las tomara.

Tom se paró del sillón, tomo las cosas de la mano de mamá y las arrojó. Todos nos quedamos sorprendidos ante su acción.

- Estupendo, ahora quieres comprar nuestro cariño con regalos? No te va a servir conmigo Antonella, puede que con mi padre y el estúpido de mi hermano si, pero ni lo pienses conmigo, suficiente tengo con soportarte en mi casa- Soltó Tom de una  forma tan grosera.

-Tom! Discúlpate ahora!- Marc se puso de pie al igual que Bill.

- Crees que lo haré?! Estoy harto de estás dos!!- Tom se puso más recto, en una forma intimidante.

-Que te pasa ?! Mi madre solo quería darte un regalo, mucho hace con eso no?!- solté colocándome enfrente de ella, estaba furiosa, no permitiría que nadie le hablara así.

-Quieres callarte de una ves,? niñita estúpida- Tom me empujo.

- Tom, discúlpate ahora o te juro que- Marc no termino de hablar cuando Tom lo interrumpió.

- O si no que?!-  le gritó Tom. Marc no espero nada más y le soltó una bofetada, todos estábamos en shock, Bill se veía horrorizado y mi madre estaba apunto de llorar, yo solo veía todo con miedo.

-Marc, tranquilo- dijo mi madre entre sollozos, esto era mucho para ella.

Tom miró a Marc con una mirada de miedo y odio a la ves, subió las escaleras y solo escuchamos un portaso. Mamá estaba tratando de calmar a Marc mientras Bill y yo solo veíamos lo que pasaba.

-Marc, eso no estuvo bien, no debiste golpearlo- dijo mi mamá aguantando sus lágrimas.

- El te insulto, eso no lo voy a permitir-
Marc estaba muy enojado, lo cual me daba  miedo, y noté que no solo a mí, también a Bill.

-Mamá, Marc tiene razón, te insultó-

-Camilla, esto es cosa de nosotros, no debiste decirle nada- mi madre me estaba regañando, después de que la defendí, me estaba regañando?!.

-Pero mamá- no podía creer que no tomara en cuenta lo que hacía por ella.

-Pero nada Camilla, ve a tu habitación- Sabía que mamá estaba estresada, no tenía control de la situacion y eso la hacia actuar de acuerdo a sus emociones, o eso fue lo que entendí de varias charlas que había tenido con ella.

-Está bien- mire una última ves a Bill y subí a mi habitación.Bill copio mi accion y se metió también a su habitación.

-Marc, pídele una disculpa, es tu hijo y está pasando por muchas cosas-

-Cielo, sus problemas no tienen nada que ver contigo, jamás debio insultarte-

-Lo sé, pero debemos entenderlo, no es fácil aprender a vivir con dos completas extrañas de un día a otro- mamá tenía razón, no era fácil para ninguno.

-Todos pasamos por eso, no es un pretexto- dijo Marc sin aceptar que su hijo podría estar mal solo por eso.