Confía

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Después de una hora me levanté con cuidado para no despertar a Tom.
Tomé su manta y lo cubrí, era verano no la necesitaba pero no le haría mal.
Cuando lo ví no pude ignorar sus ojos, estaban rojos y un poco húmedos por las lágrimas que habían soltado.

Salí de su habitación y bajé a la cocina para preparar algo de comer.

Seguía pensado en Tom, en como me habia defendido y ya lo había metido en un problema más, y ahora yo también estaba en uno, no sabía cómo decirles a mis padres que tenía un reporte.
Mi teléfono empezó a sonar y cuando ví el nombre en la pantalla no quería ni contestar.

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—Bueno?—

—Donde diablos están Camilla?—

—Calma Bill, estamos en casa—

—Y se puede saber que hacen en casa, son las 12 de la mañana, deberían estar en clases—

—Lo sabemos, solo que...—

—Que hicieron?—

—Nada—

—Entonces?—

—Tom se sentía mal, así que me pidió que lo acompañará a casa es todo—

—Esta bien, espero no me mientan, dile a Tom que las pastillas están en el cajón de la cocina, que las tome—

—Claro Bill, gracias—

—De nada Cami, nos vemos luego tengo clase, byee—

—Bye—
————————————————————

Colgué la llamada y abrí el refrigerador para ver qué le podía cocinar a Tom.
Opté por cocinar pasta.
Puse la olla con un poco de agua en la estufa para empezar a cocinar, preparé todo y cuando la pasta ya estaba casi lista le agregué la salsa.

-Que haces?- La voz ronca de Tom hizo que lo volteara a ver, se estaba frotando el ojo con su mano como un bebé mientras estaba parado en el marco de la puerta descalzo.

-Preparo pasta, para comer- dije mientras tomaba los platos para servirla.

-Oh, está bien- Tom se sentó y esperó pacientemente a que yo le llevara su plato.

-Aqui tienes- puse los platos en la mesa con los cubiertos y algunos aderezos.

-Gracias- Tom me sonrió.
Me senté y empezé a comer.

-No te gusta?- pregunté al ver cómo solo jugaba con el tenedor y la pasta -Puedo prepararte algo más si gus...-

-No, no es eso, solo no tengo hambre- Me interrumpió Tom.

-Está bien, no tienes que comerlo- le sonreí a Tom para hacerlo sentir en confianza y que no pensara que me ofendia que no comiera.

-Cami...- dijo el pasando su mirada del plato a mi.

-Si?-

-Diras algo de lo que pasó?- preguntó apenado y sin poder mirarme a los ojos.

-No, si no quieres que lo diga no lo haré-

-No, no quiero-

-Está bien, pero-

-Que pasa?-

-Mi reporte...-

-No te preocupes, le diré al que me firma mi que lo haga por ti- Tom me sonrió dulcemente.

-Oh, Bill llamo, y pregunto dónde estábamos-Tom se acomodó en su silla y frunció el seño.

Error/Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora