"¿Estoy enamorado?" [Hijack/Frostcup]

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Capítulo 3: "Me gustas."

El castaño iba rumbo a casa, como siempre, acompañado de su albino amigo. Iban en silencio, un silencio cómodo para ambos.
Pero, el aún quería saber quien era la persona que hacia que aquel albino suspirara, el quería saber ¿Quién era?

—Jack —musitó algo avergonzado, aunque debía de apresurarse ¡La casa de Jack estaba a una cuadra!

— ¿Qué pasó? —contestó el albino.

— Emm...—vaciló— es que... tú nunca me has hablado acerca de alguien que te guste y... tenía la curiosidad de..— comentó jugando con sus manos nervioso.

— ¿A qué quieres llegar con esto?— interrumpió el albino algo cabreado, pues siempre que Hiccup se iba con rodeos era un asunto muy incómodo.

— No quiero llegar a nada, pero sólo quería saber —dijo algo arrepentido, no debió preguntar.

Jack, se arrepintió al instante, detestaba ponerlo así, se sentía estúpido, se frustraba al ponerlo así.

— Lo siento Hicc, pero sólo aún no estoy listo para comentártelo, es que... —se rascó la nuca frustrado— ¡No sé que es lo que siento!

— Si, lo sé, no debí preguntar — dijo cabizbajo.

El albino miró a Hiccup con ternura, esos ojos verdes lo hacían perder la cordura, deseaba en ese instante tenerlo en sus brazos.

Le alzó el mentón y lo abrazó, el castaño se sonrojó al instante.

"¿Qué me está pasando?"

— Bueno, nos vemos mañana —comentó el albino al ver las mejillas del castaño.

— S...Sí, nos vemos ma...ñana.

Jack se dio la vuelta sonriendo pícaro. ¡Hizo que se sonrojara! Tal vez el también sienta lo mismo...

Entró a su casa, era blanca y "grande", sus padres eran empresarios y le prestaban poca atención al chico, nunca estaban en casa.

— ¡Sí! —chilló al llegar a casa— ¡Se sonrojó! —se hecho al piso sin creérselo.

Tal vez tenía que decírselo...

Pero ¿Qué pasaría si Hiccup no siente lo mismo?

Se levantó y fue a la cocina a prepararse algo para merendar, se sentó en el comedor y miró su almuerzo sin apetito.

«Beep, Beep»

Su celular sonaba, se levantó por el y miró la pantalla.

— Hiccup...

Vaciló antes de contestar, pero lo hizo.

— ¿Bueno? —contestó.

— H-Hola Jack, emm... me preguntaba, si querías venir a mi casa a una pijamada —habló el castaño del otro lado de la línea.

Jack sonrió.

— Claro, estaré en tu casa en un par de horas ¿Llevo películas?

— Si, te esperaré aquí...

— Si, adiós —el albino colgó.

Se mordió el labio y subió a su alcoba por su pijama y su ropa para el día siguiente, lo guardó en una mochila y fue a buscar películas.

Una vez listo, salió de su casa con la mochila al hombro, la casa del castaño no estaba tan lejos, así que se fue a pie.