"¿Estoy enamorado?" [Hijack/Frostcup]

Capítulo extra 1

"Propuesta de matrimonio"

Aquella mañana, un apuesto chico albino de 21 años salía de casa con una amplia sonrisa adornando su rostro. Aquel día se había decidido a dar el segundo y gran paso en su relación con Hiccup, el matrimonio; se dirigía a alguna joyería a comprar el anillo con el que se lo pediría, ambos ya habían terminado alguna carrera, Hiccup era ingeniero en mecánica y él era criminalista. Mérida ahora era una exitosa arquera y deportista. Llega a la joyería y admira los relucientes anillos que se pavonean dentro de los aparadores, Jackno quería nada ostentoso, quería algo lindo y sencillo, como Hiccup.

—Buen día ¿hay alguno que le guste? —saluda una castaña, Jack asiente.

—Podría mostrarme estos —la dama abre la vitrina y le muestra el par de anillos, ninguno era muy afeminado, eran simples y bonitos. Justo como Jack lo había imaginado—. Me llevo estos.

[...]

En aquel entonces todo estaba listo, el anillo, la cena y él. Mérida se carcajeaba sonoramente desde el sofá, Jack ensayaba el discurso exhaustivamente, pero nada salía de su mente, tenía por seguro que quizá Hiccup ya venia para la casa, ellos no eran chicos de restaurant, lo más romántico que podrían pensar eran sus presencias.

—A ver, hazlo de nuevo —soltó la pelirroja aún mirándolo.

—Hiccup Haddock, hace ya algunos años que nos conocemos y quería pedirte que pasaras más conmigo... y —miró a Mérida—. ¿Qué?

—Eso es cero romántico, Romeo.

Jack bufó antes de tirarse a un lado de ella, y contempló su apartamento, decorado con velas que iluminaban tenuemente la habitación, él también lucía de maravilla, con su traje negro y corbata que Mérida tuvo que atar, ambos miraban a la nada teniendo disputas mentales, cuando de pronto el celular de Jack sonó, era un mensaje.

«Amor, estoy a dos cuadras de tu casa, llegaré puntual. :)»

Jack abrió los ojos cual platos y miró a Mérida, parecía retractarse de todo. Ella le sonrió animadamente, Jack se mordió el labio.

—Ya viene —susurró.

—Lo sé, llegó el momento —Mérida le palmeó el hombro.

—¿Y qué si no acepta? —se lamentó el albino mirando esta vez a la nada.

—Siempre estaré yo para hacerlo reflexionar.

Ambos se abrazaron y Jack se levantó.

—Ahora vete, y quita la cámara de allá. Di que Hiccup borró el video de cuando tuvimos sexo hace tiempo, desde ahí revisamos toda la casa antes de hacerlo, así que si hay cámara quítala.

Mérida se sonrojó escandalosamente.

—Yo no debía enterarme de eso ¿sabes? —contestó sacando una cámara de atrás de una pila de libros, que apuntaba a la mesa de la cena—. Bueno, me voy. Mucha suerte.

Mérida salió dejando sólo a Jack con sus pensamientos. Toma asiento en el sillón antes de encender un cigarrillo, y espera. Minutos más tarde se escucha la puerta, Jack apaga el cigarro y camina a la puerta, donde suspira antes de abrirla, y ahí estaba él. El castaño de sus sueños, el castaño que le robaba suspiros, ese chico que lo hacía y hace temblar, ese chico, Hiccup.