El otoño había llegado más rápido de lo que habían pensado, las hojas de los árboles cambiaron a bellos tonos naranjas, las cuales con las ventiscas caían con elegancia dejando un bello colchón naranja y rojizo sobre la tierra, los cultivos eran recolectados para poder sacar las semillas que servirán para la primavera, los niños de las aldeas amaban esa época del año ya que les gustaba jugar lanzándose en aquellos colchones de hojas que los adultos hacían al quitar las hojas de los sederos y entradas de las casas, el festival de la cosecha estaba a la vuelta de la esquina al mismo tiempo que se acercaba el día de la boda de los dos héroes de Yuei.
Cada mañana en cuanto salía el sol las camadas de cachorros salían a las afueras de las aldeas, re juntaban la mayor cantidad de hojas para hacerlas colchones y se tumbaban en ellas mientras reían alegremente, ya solo faltaba una semana para el festival y los preparativos estaban iniciándose.
Pero para los cachorros lo más importante era divertirse. Los hijos de Denky e Izuku no eran la excepción, los mayores Kota y Eri llevaban a los dos menores con ellos y jugaban alegremente los cuatro.
- Hagámoslo de nuevo! - dijo el pequeño Katsuma saliendo del montón de hojas sonriendo a lo grande - Kota-niisan, Eri-nichan hagámoslo de nuevo!
- De acuerdo... vamos detrás de casa, ahí saben haber colchones mas grandes... démonos prisa antes de que mamá y el tío Izuku las quemen! - dijo Kota con una sonrisa mientras tomaba la mano del de ojos avellanas
Eri tomó la mano de Mahoro y corrieron detrás de ellos, no llevaban sus típicas ropas de vestimentas ligeras, sino que usaban vestimenta hecha de lana, gorros y bufandas tejidos a mano, todos los cuatro usaban una vestimenta blanca típica en esa época del año para las mujeres y omegas de la aldea que, consistían en vestidos hechos mayormente de plumas de pavo real blanco, esos animales antes de iniciar la época de otoño las cambiaban ya que necesitaban plumas nuevas para soportar el invierno.
Esas plumas eran las más delicadas y su composición ayudaban que los hechizos se canalizarán mejor por lo que eran muy usadas para hacer ropa térmica para el invierno y tiempos fríos.
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En cuanto llegaron a su destino se lanzaron al motón de hojas mientras reían alegremente, Eri vio que había un tronco cerca, llamó a Kota para que le ayudará a acomodarlo para usarlo de trampolín para jugar, tardaron un poco pero en cuanto estuvo listo no perdieron el tiempo y lo usaron al igual que los más pequeños.
- Niños tengan cuidado! - escucharon una voz acercándose a ellos haciéndolos detenerse y girarse a ver quien era - Saben que a Izuku no les gustara verlos en las hojarascas que están detrás de casa
- Lo sentimos abuelita Inko - dijo el pequeño Katsuma mientras salía del montón de hojas siendo seguido de sus hermanos mayores, Kota, Eri y Mahoro
Katsuma era el más pequeño de los cuatro y según sus rasgos definían qué era un omega, pero los curanderos no estaban seguro de ello, pero aun así los mayores cuidaban más de él, Mahoro en cambio era como tener a otro Katsiki ya que su actitud y carácter eran parecidos y estaban seguros que sería alfa.
