CAPÍTULO 42:INICIO DE LA GUERRA

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Todos estaban en posiciones listos par comenzar con su ataque llebaban consigo barias armas como: espadas, hachas, najinatas, arcos y flechas, kusarikamas, entre otras armas más. La barrera estaba solo a minutos de caer y pronto serían libres, varios celebraban por eso, por fin todo Yuei pagaría por haberlos encerrado tanto tiempo en ese pútidro lugar rodeados de muerte y oscuridad. El jefe de la aldea junto con el brujo estaban al frente de todos sin quitar la vista de la barrera.

- Solo es cuestión de tiempo y la barrera caerá!!... ¡¿no esta emocionado gran All For One?! - dijo el brujo con una gran sonrisa retorcida

- Despues de tanto tiempo... seremos libres!... en cuanto esa estupida barrera caiga... lo primero que quiero hacer es ir al reino de los Bakugo y matar a todos sus descendientes... ellos me quitaron todo y fueron la causa de nuestra desgracia - volteo a mirar a los nomus los cuales eran más de doscientos, la magia oscura que desbordaba de sus cuerpos hacia que las malesas en el piso se volvieran polvo y su alrededor se sintiera pesado

- La magia de los nomus es suficiente para matar a cada uno de los habitantes más poderosos del continente... además de que pueden absorber magia... incluso las criaturas magicas estaran acabadas... jajajajaja - se acerco a una de sus criaturas y aspiro el pútrido olor que desprendían - La muerte es lo único que los rodea... son la mayor creación de todos los tiempos... son mi obra maestra!!

- No olvides que necesitamos omegas para reproducirnos... somos una población pequeña... por lo que solo necesitaremos por lo menos unos diez o veinte omegas... fértiles y jóvenes

- No se preocupe por eso mi señor... yo mismo los buscaré y encerrare!!..

- Confío en ti para ese trabajo... eres el único eficiente de esta bola de inútiles...

- MIREN LA BARRERA SE ESTA DESMORONANDO! - escucharon el grito de uno de los guerreros señalando lo alto de la barrera

Todos dirigieron su mirada a donde estaba señalando y vieron claramente como la magia se hiba desvaneciendo como si fuera arena del desierto que se la lleva el viento, poco a poco el cielo azul se vio con claridad al igual que las nubes blancas, escucharon varios gritos de guerra de casi todos los brujos, All For One reia por ver las ansias que tenía su gente por empezar con el caso, cuando la barrera se deshizo totalmente el peliblanco camino hasta quedar en frete de todos ellos.

- Escuchenme todos! - todos fijaron su atención en él - Por fin somos libres... es hora de recuperar lo que se nos fue arrebatado... es hora de que Yuei pague por habernos encerrado! - todo gritaron y los nomus soltaron un fuerte rugido que hizo que las aves del bosque salieran volando despavoridas - Destruyan lo todo!... que solo hayan cenizas y muerte a nuestro paso... es hora de la venganza! - dirigio su mirada a dirección donde las aves volaban con una sonrisa retorcida

Pero toda feliciadad se desmirono al ver varios puntos resplandecientes apareciendo en el cielo azul como si hubiera una lluvia de estrellas pasando por el cielo a plena luz del día, una corriente eléctrica atravezo su espina dorsal lo cual le daba muy mala señal.

- Que...?! - rápidamente noto de que se trataban de un ataque enemigo haciéndolo tensar la mandíbula y votarse a ver a su gente - Cubranse!! - ordeno gritando haciendo que los brujos dejaran de celebrar y empezarán a buscar refugio

Fue como una lluvia de estrellas cayendo sobre ellos, las casas apenas y los protegían, barias flechas traspasaron la madera podrida de algunas viviendas impactando en varios brujos, los cuales solo podían soltar un grito de dolor antes de deshacerse en polvo de cristal el aire. All For One uso su magia para crear un escudo y protegerse de las flechas, pero estas lograban destruirlo con solo dos impactos lo que lo hizo usar doble escudo para protegerse, algunos nomus intentaron absorber la magia de las flechas pero era totalmente inútil, lo único que podían hacer era mantenerse cubiertos ya que las flechas dañaba gravemente su cuerpo sin poder regenar sus heridas.

OMEGAS SALVAJESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora