Capítulo 19

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Dos miradas con filo de cuchillas observándose con total rivalidad.
Sus rostros serios, sus cuerpos tensos y sin gota de miedo por parte de Zara, había llegado el momento de enfrentar a su madre.
Con naturalidad, se pone delante de Ingrid haciendo de escudo, como toda una gladiadora en mitad de la arena observa a su madre fijamente tensando su cuerpo esperando responder paciente.

— ¿Se puede saber que haces aquí?, te dije que no quería verte cerca de mi familia.

— No sé, soy su...amiga. No tiene nada de malo que venga ha preguntar por ella e irnos a tomar un café al centro comercial y pasar el día juntas. — Vacilante, con expresión seria viendo la reacción de su madre como se altera cada vez más.

— Eres una descarada, solo buscas a mi hija por tus intereses.

— Mamá, Zara no es así y no hables de ese modo de ella. — Interviene Ingrid.

— ¡Ingrid, cállate!, y no la defiendas. Y debo decirte que me acabas de decepcionar por tú desobediencia.

— ¿Qué tiene de malo que seamos amigas señora Okesty? — Ataca Zara provocándola.

— No quiero que te acerques a mi hija estúpida. — Leonor está enfadada y trata de empujar a Zara pero es Yassir quien se lo impide poniéndose por delante de su hermana y Zara de manera protectora.

Mientras estaba  escuchando la conversación, Yassir ha notado algo raro en la reacción se su madrastra con Zara, no es muy normal ese comportamiento dándole la sensación de que no se conocen de nada.
Para dar el asunto por zanjado le pide a su hermana y a Zara que se marchen ya que será él quien se encargue de Leonor.
Las dos se marchan haciendo casi omiso a la mirada de enojo de Leonor.
Al quedarse a solas con su madrastra Yassir ataca intentando averiguar que sucede.

— ¿Porqué no quieres que Zara sea amiga de Ingrid? Ella le está ayudando mucho a mi hermana.

— ¿A qué? No te das cuenta Yassir que esa clase de mujeres solo van con la intención de sacar provecho de algo.
Estoy segura de que se acercado a tu hermana para tener algo contigo.

— No lo creo. Zara no es ese tipo de mujeres.

— ¿Acaso la conoces para afirmarlo? — Pregunta  Leonor aparentando tranquilad.

— Y tú, ¿La conoces para juzgarla de esa manera? — La voz seria y mirada oscura de Yassir ponen en alerta a Leonor.
Traga saliva varias veces mirando hacia otro lado esquivando de alguna manera a Yassir pensando a la misma vez en su respuesta.

— Es cierto hijo, he hablado de más. Pero con lo que está sucediendo con tu padre me estoy volviendo muy desconfiada. Sabes que te quiero mucho y deseo que alguna vez encuentres la felicidad con una mujer buena y generosa. Lamento haberme alterado tanto.

Leonor piensa que ya tiene todo bajo control y ha logrado convencer a Yassir. Él, con una sonrisa algo fingida le propone ir al spa para que se tranquilice un poco.
Ella lo abraza y tras recoger su bolso se marcha.
Su nivel de enfado no ha bajado, Yassir sabe que algo ocurre entre Leonor y Zara, conoce a su madrastra e incluso Ingrid ha tenido peores amigas ricas y no se ha enojado tanto como lo hace con Zara.
Por lo que sale del apartamento para encontrar alguna respuesta a sus dudas.

— Zara, ¿Estás bien?, te veo muy callada desde que llegamos al centro comercial.

— No sé cuánto tiempo podré soportar callarme con Leonor. Ella es una mentirosa, es una mala persona y yo ya no deseo callar más lo que sé. — Zara toma asiento en una banca comenzando a contarle a su hermana lo sucedido con su padre.

Ingrid la escucha con atención abrazándola pidiéndole que guarde de momento silencio, tarde o temprano la verdad saldrá a la luz.
Más tranquila pero menos conforme se marcha con su hermana para seguir viendo tiendas y cuando están algo cansadas deciden sentarse a tomar un café donde al cruzar por una mesa una joven saluda a Ingrid.

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