Capítulo 12

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Hoy el gerente se encuentra reunido con todos los empleados, al parecer el hotel no está pasando por un momento y hay que recortar plantilla.
Uno a una mira el gerente con los papeles en mano dando la noticia de la que ya se venía hablando.
Varios de los empleados son despedidos, entre ellos se encuentra Johana.
La mujer llora amargamente por la necesidad de ser despedida y volver a encontrar otro trabajo sin estudios le va resultar más complicado.
A solas, recogiendo sus cosas Johana se despide de sus compañeros y de Zara.
Zara la abraza pidiéndole calma, pues ella misma entiende que a quien deberían de despedir por llevar menos tiempo es a ella.

— No es justo de que te hayan despedido a tí. — Habla molesta Zara con su amiga, la cual con bondad trata de quitarle yerro al asunto.

— Zara, no pasa nada, no te enojes, me ha tocado y qué le voy hacer. Quizás dentro de poco te despidan a ti también.

— Por mí que sea hoy mismo. ¡No y no!
No voy a permitir de que tú te vayas y yo me quede con menos tiempo. Ahora mismo hablaré con el jefe, si el gerente no quiere saber nada alguien me va escuchar.

— Zara, en serio, cálmate, no es necesario que llegues a tanto, te lo agradezco pero mira me han dado el finiquito, mientras busco otro trabajo me voy apañando.

— Déjame Johana que hable con el jefe, yo misma sé lo que hago.

Zara desaparece caminando molesta con su respiración agitada, sabe perfectamente que ella no la van a despedir si no habla su madre,  ella debe de trabajar con miedo, tener siempre presente la incertidumbre de saber que le va suceder si llegara a enterarse de la buena relación que mantiene con sus hijos.

Llega a la última planta donde está la oficina de Yassir y Álvaro, habla con la secretaria para poder hablar con ellos, al parecer se encuentran reunidos, pero eso no le impide a Zara tomar asiento y esperar.
Un buen rato después, ve como Álvaro y Yassir salen de sus oficinas al parecer es la hora de comer.
Sin dudarlo Zara se planta delante de ellos.
Tanto Álvaro como a Yassir les alegra verla pero ambos disimulan actuando como jefes serios y fríos.

— Disculpen que les moleste, no les voy a quitar mucho tiempo. Quisiera hablar con ustedes sobre los despidos que se están haciendo.
Álvaro y Yassir se miran uno al otro sabiendo que ella no está despedida.

— Aha. ¿Y qué desea saber señorita Castillo? — Empieza hablando Yassir.

— Castelo, bueno da igual.
Quería decirles que se ha cometido una injusticia, Johana lleva más años trabajando aquí y tiene responsabilidades, ha sido despedida y yo llevo poco tiempo no he sido despedida.

— ¿Y dónde está el problema señorita Castelo? — Lanza la pregunta Álvaro queriendo saber la razón por la que defiende a su amiga.

— Quiero que me despidan a mí y dejen a Johana.
A fin de cuentas yo llevo unos meses trabajando, ella lleva años. Es más justo que me despidan a mí y no ha ella.

Yassir la mira directamente a sus ojos apretando sus dientes, no puede creer la manera en que quiere irse, él mismo sabe que debía ser ella quien fuera despedida, pero si lo hace no podría verla todos los días, fingir un encuentro y vigilarla.
Álvaro trata de encontrar una explicación al porqué quiere irse. Si se va, no podría verla y menos localizarla y eso le molesta bastante.

— Piénselo bien señorita Castelo, mire que está perdiendo una gran oportunidad. — Intenta convencerla Álvaro.

— Ya lo he pensado, y sigo opinando lo mismo. — Alza su mentón hablando con seguridad aunque por dentro esté tiritando del pánico que le causa tener que perder un buen empleo, aunque por otro lado quiere permanecer lo más lejos posible de su madre.

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