Las canciones contarán sobre cómo la Danza de los Dragones casi lleva a la aniquilación de la mayoría de los integrantes de la casa Targaryen así como sus dragones. Ya sea por la misericordia de los dioses la casa del dragón pudo prevalecer tras la...
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𝐉𝐀𝐂𝐀𝐄𝐑𝐘𝐒 ✶ ✶ ✶
Al dejar atrás Invernalia fue de regreso a Desembarco del Rey. Hubiese preferido quedarse en Rocadragón pero su madre solicitó su permanencia total en la corte, había decidido que su obligaciones ahora estaban en el consejo privado. Su liderazgo durante la guerra civil hizo que los lores de las casas aliadas lo vieran como un buen estratega y políticamente inteligente, por ende, sus destrezas eran más necesarias en la Fortaleza que en la pequeña isla volcánica.
La mala administración de las arcas reales bajo el mandato de los verdes llevaría a una inestabilidad al gobierno de Rhaenyra. Ser Tyland fue entregado a los torturadores con el objetivo de tratar de recuperar parte del tesoro real que había dividido y enviado a diferentes lugares, sin resultados satisfactorios. Fue cegado, castrado y mutilado de una mano, prefiriendo pasar por los mismos siete infiernos antes que traicionar a un rey muerto.
El Consejero de la Moneda, lord Bartimos Celtigar, proponía la subida de impuestos en el vino y la cerveza, y triplicar las tarifas portuarias además de colocar un impuesto por cada niño nacido fuera del matrimonio y desalentaría el nacimiento de los bastardos.
Tales ideas no fueron apoyadas por el joven príncipe. Subir los impuestos a los alimentos de consumo diario dejaría un gran descontento a los ciudadanos. A ellos no les importaba quien los gobernase siempre y cuando no se metieran con sus cervezas y vinos. Lord Celtigar daba soluciones rápidas pero al mismo tiempo drásticas, sabía que la reina se encontraba desesperada ante el asustó de las arcas reales pero subir los impuestos en tales magnitudes acabaría en disturbios.
La actual Mano de la Reina, Ser Desmond Manderly intentaba mediar entre el joven príncipe y Lord Celtigar, sin mostrar algún favor ante ambas sugerencias dadas, mostrándose lo más neutral posible. Afortunadamente, Daemon concordaba con Jacaerys. El rey consorte conocía muy bien a los habitantes de Desembarco del Rey, en su juventud lo llamaban "El príncipe de la ciudad" o "Lord Lecho de Pulgas" por sus concurridas salidas a las afueras de la Fortaleza. Por tal motivo, el rey consorte manifestó que al concretar tales propuestas hacían que las masas fueran personalmente hacia la alcoba de Bartimos y le cortarían su verga por su "impuesto de la polla".
Al final de la reunión se dictaminó, por consejo de Jacaerys, el recorte de personal en la Fortaleza Roja como también el vender algunas de las joyas y prendas finas pertenecientes a los verdes que había sido encomendadas anteriormente por Otto y Alicent Hightower durante el mandato del rey Viserys y el usurpador Aegon, este ultimo fue idea de Daemon.
Tras el recorrer de las semanas la corte se pudo estabilizar gradualmente. Claro, ya no había sirvientes dedicados a cambiarles de vestimenta o hacerles la bañera o personalmente servirles el té en su taza o platillos ostentosos. Pero era mil veces preferible eso a tener en contra a su gente.
