Y Se Hizo La Luz

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Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia -y algunos personajes- me pertenecen.

Tardé mucho con éste capítulo, ya lo sé, pero es que tengo demasiadas historias y a veces tengo más inspiración para unas y para otras no tanto.

Gracias por sus comentarios, los quiero mucho.

A leer.

Capítulo 7: Y Se Hizo La Luz.

La nuez en su cuello sube y baja cuando traga saliva. Sus ojos abiertos de par en par y su mueca indecisa me indican que él no quiere esto.

-¿M-m-mi asesino? -repite.

-¿Tienes alguna otra solución? -coloco los brazos en jarras.

Me muestra el costado de su cuerpo al darse la vuelta y recargar el hombro en el metal de los casilleros.

Cierra los ojos con fuerza y recoge las comisuras de la boca en una línea fina y temblorosa.

-Tengo miedo -exhala, y parece como si hubiera confesado algo terriblemente grave.

No puedo evitar la sonrisa dulce que brota desde el fondo de mi alma.

-Eso está bien, no lo digas como si fuera un pecado -digo- ¿Pero a caso no crees que harías un bien social si metes a la cárcel a esa escoria, que anda por el mundo libre y sin preocupaciones, viviendo una vida que a ti te correspondía?

-Al principio... -murmura en un tono muy bajo, lo que provoca que la sílaba final de cada palabra reverbere en su garganta y retumbe por todo el pasillo en un eco profundo y aterciopelado- ...Cuando supe que podías verme, yo pensé que tú podrías ayudarme a... bueno, a esto.

-Eso es justo lo que estoy haciendo, ¿no? -me acerco sólo algunos centímetros- Quiero ayudarte.

-Bien -responde, pero lo hace de una manera en la que se ve tan indefenso y roto, que no puedo contenerme de suprimir el alejamiento entre nosotros y echar mis brazos sobre sus hombros.

-Va a ser difícil, pero eres un buen chico, Casper, lo mereces -bisbiseo en su oído- ¿De acuerdo?

Su cabello frota mi mejilla cuando él hace un movimiento de asentimiento.

Un par de minutos nos quedamos así, en silencio, pegados el uno con el otro, en el medio del pasillo oscuro y de apariencia aterradora.

-¿Bella? -habla entonces y su mano hace una leve presión en mi espalda baja.

-¿Qué pasa?

-No quiero que pienses que me estoy aprovechando de ti y, sobre todo, no quiero que vayas a irte.

Separo mi rostro del hueco que forma la unión de su cuello y su hombro.

-¿Hum? -pronuncio.

Sin obtener una respuesta fónica y verbal, él se acerca hacia mí. Yo tengo el tiempo suficiente para separarme.

-¡Wow! -le muestro mis palmas, en señal de que se calme.

-¿Por qué no, Bella? -pregunta notablemente afectado. Una profunda "V" se forma en su entrecejo.

Bufo- ¿Cuántas veces tengo que decirte las razones? ¿A caso debo enumerarlas?

-Sí -interrumpe prácticamente- Hazlo, por favor, porque no entiendo ni una sola de tus excusas.

Boqueo, pero me mantengo callada. Las fuerzas y los muros a mí alrededor se están debilitando. Debo salir de aquí.

«No dices nada» se burla «Y eso es porque ya no sabes qué inventar para alejarme ¿me equivoco?»

Beautiful SoulsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora