Liberado I

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Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es mía.

Que lo disfruten.

Capítulo 11: Liberado Pt. I

—Bella —dice Bryan—. Estás pálida como el papel. ¿Quién es él?

Me alejo de la ventana y bajo corriendo las escaleras.

Charlie tiene los brazos cruzados sobre el pecho y las cejas arqueadas.

—Más te vale que tengas una explicación para esto, Isabella. ¿Quién se atreve a venir a mí casa a gritar como un loco?

—Nada, papá... Es un amigo de la escuela. Debió haber olvidado algo...

—¿Y por eso semejante espectáculo? Solo falta que lance piedras a mi ventana.

—Sí, papá...

—Bella —la voz de Bryan a mis espaldas—, yo iré a ver qué quiere.

—Eso me parece buena idea —agrega Charlie.

Agito la cabeza y sin decir otra palabra giro el picaporte y cierro la puerta a mis espaldas. Los gritos de Charlie se apagan conforme me alejo de la casa.

Edward está con las manos en los bolsillos, la mirada nublada de enojo y una mueca tensa en su boca.

Camino hacia él con pasos cortos, sin saber qué decir o hacer exactamente. Soy demasiado torpe cuando de manejar mis emociones se trata, así que recurro a la única manera que sé que me mantendrá a salvo de perder el control de mí misma: me enfado.

—¡Tú, idiota! —le empujo por el pecho con ambas manos y él trastabilla un paso hacia atrás.

En mi segundo intento por golpearle, él me toma las muñecas con fuerza y, con los músculos del rostro deformados en dolor, habla.

—¿Por qué lo hiciste, Bella? —su voz no es nada como la conocía. Es más grave y hace vibrar su pecho más de lo que lo hacía antes.

—¡Suéltame! —exijo, sabiendo que debo relajarme si no quiero llamar la atención de todo el vecindario —. ¿Cómo puedes venir así aquí y gritar como un loco?

Él parece no escuchar mis reclamos. Sus dedos se cierran alrededor de mis brazos, generando un ligero dolor.

—Bruja —sisea—. Tú me mandaste lejos. Querías no volver a verme ¿verdad? Las cosas no salieron como pensabas.

—¿De qué... estás hablando? Mírate, pareces un demente. ¡Que me sueltes!

—Debí haberlo sabido antes. ¿Yo te empujé a esto, no? Tú siempre lo has querido a él y yo solo... me aferré a ti.

—Edward, voy a gritar sino...

—Házlo, ónix. ¿Qué puede hacerme la policía?

—¿A qué viniste?

Él sonríe, elevando un solo lado de sus labios.

—Esa no es la pregunta que quieres hacer. Estás desesperada, puedo verlo en tus ojos. Quieres saber qué salió mal con tu pequeño conjuro ¿no es así? Sé lo que querías hacerme.

—¡Isabella! —grita Bryan a mis espaldas. Cierro los ojos y deseo que todo esto sea una pesadilla.

Edward levanta una ceja y luego mira sobre mi hombro.

—Tengo que hablar con ella, Bryan. Luego me arreglaré contigo.

—¿De qué demonios estás hablando? Bella, entra a casa.

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⏰ Última actualización: Jul 30, 2016 ⏰

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