✧*。En un universo de suspiros y versos entrelazados, emerge la tragedia de Harry Kavisky, el poeta que perdió su esencia lírica. En la penumbra cósmica, su musa se desvaneció como estrella fugaz, dejando un corazón celeste que llora lágrimas sider...
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En las profundidades insondables de su subconsciente, Harry se encuentra atrapado en un sueño sombrío, un paisaje de eterna oscuridad saturada de desesperación y ansiedades que parecen emerger desde las sombras mismas de su alma, pero en medio de esta penumbra perpetua, dos sombras de proporciones descomunales toman forma, manifestándose como entidades aterradoras imbuidas con la negrura de sus propios temores.
¡Eres un fracasado!", grita una sombra con una intensidad que reverbera en las profundidades de su ser. Otra sombra, con un tono más oscuro y penetrante, añade con desprecio, "Lo tenías todo y lo perdiste".
Las voces retumban en la vastedad sin fin, cada palabra cargada con un peso emocional se convierte en cadenas, arrastrando a Harry a un abismo de autoexamen doloroso por lo que sin duda las sombras no solo personifican sus miedos más profundos, sino que se erigen como jueces implacables, condenando cada elección, cada paso en falso en una completa tortura.
Incapaz de soportar la carga cósmica de sus acusaciones, Harry, en un acto desesperado, tapa sus oídos con las manos, como si pudiera bloquear el dolor que las sombras susurran en su ser, pero todo su esfuerzo fue en mano, por que para el, la presión se vuelve aplastante, el estrés cósmico que emana de las sombras parece envolverlo en una capa de desaliento que poco a poco lo deja sin ninguna fuerza mental y física.
De repente, sus ojos se abren, la transición abrupta de la ensoñación a la vigilia por lo cual se siente como un salto cuántico entre dimensiones. Harry emerge del abismo de la pesadilla, pero su despertar está lejos de ser sereno. Su ansiedad palpita como un pulso errático, y su cuerpo está empapado en un sudor frío que parece reflejar la humedad cósmica de la angustia, pero como si se tratase de otra pesadilla el eco de las sombras persiste en el silencio de su habitación, como si las palabras pronunciadas en el sueño siguieran flotando en el aire.
En un instante, Harry se encuentra en el límite de la vigilia y el sueño, el peso de la pesadilla aún aferrándose a su conciencia, grita con un "¡Cállense!" desgarrador, como si pudiera expulsar a las sombras que persisten en su mente.
¿Cómo te sentirías si al despertar, descubres que las sombras eran tus padres?
"No sabes hacer nada bien, eres un completo inútil"
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