Diciembre 9

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Abrió los ojos y lo primero que vio fue al castaño, se sentó alarmado, observó a su alrededor y era su casa.
Sus ojos vieron la mesa, la televisión, las películas regadas a su lado.

¿Qué sucedió? Lo último que recuerda es estar viendo la película.

Se escucho la puerta y se abrió, la pequeña estaba por entrar con unas bolsas, hasta que vio que a parte de Atsushi, Dazai estaba ahí. No retrocedió, ni avanzó.

- ¿Atsushi-san? - preguntó.

- Kyouka-chan.

La de ojos azules dio un paso atrás y cerró la puerta.

- Iré a comprar algo que me falto - dijo.

Se escucho como dejo las bolsas y después nada.

- ¿Por qué se fue? - preguntó el castaño sentándose.

- Eh... No lo se... - quito la vista de la puerta y vio al castaño. Tan pronto como lo vio, volteo su cara al televisor - Buenos días Dazai-san - tímidamente saludo - ¿Qué... Qué paso?.

- Nada - contesto

- ¿Nada? - volvió a preguntar, mirando los ojos cafés.

- No tenía idea de que quisieras que pasara algo, me hubieras dicho, habría hecho de todo - una sonrisa coqueta apareció en su rostro.

El color rojo volvió a hacer su aparición en el rostro del peli plata.

- Solo me quede a dormir, no te molesto que lo hiciera, ¿verdad?.

- ¡No!, no, no eso, no recuerdo nada. Me quede dormido, no se que sucedió después.

- No sucedió realmente nada, te quedaste dormido, la película terminó, me pediste que me quedara a dormir contigo y eso hice.

- Ya veo - le tomo diez segundos captar lo que escucho. Abrió los ojos sorprendido - ¿Yo... le pedí? - preguntó y al ver la respuesta positiva se cubrió el rostro con la sabana.

El de ojos café negó divertido, era muy tierno y muy divertido ver el lado tímido de Atsushi.

- Yo acepte, así que solo dormimos. Como ya te dije, si me hubieras dicho que hiciera algo más...

- ¡Lo sé! - se adelantó para no volver a oír algo tan vergonzoso.

Se rió por la actitud del menor - Bien Atsushi-kun, como no se que haremos hoy, iré a abrir el número 9 - se levantó - Veamos películas juntos en alguna otra ocasión, nos vemos después - se puso los zapatos y salió.

Cuando la puerta se cerró se alivio, los nervios lo habían invadido una vez más. La puerta de nuevo se escucho y se puso en alerta, se abrió la puerta, de nuevo era la pequeña de ojos azules, soltó el aire que estaba conteniendo.

- Buenos días Atsushi-san - saludo.

Entro y dejo las cosas cerca del kotatsu, de inmediato se sentó.

- ¿Qué paso? - preguntó.

- Nada - contesto.

- ¿Nada? Estaban durmiendo juntos, debió pasar algo.

- Pero no pasó nada, estábamos viendo películas, vi dos completas y en la tercera me quede dormido, así que no se lo que sucedió.

- Mmm - algo le parecía extraño - Bueno, es temprano y seguro que volverás a ver a Dazai-san hoy, así que arreglate. ¿Qué es lo que van a hacer hoy?.

- Galletas si no mal recuerdo.

- ¿Después del trabajo?.

- El trabajo.

Calendario de adviento para Dazai. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora