Diciembre 18.

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- Tenemos el tiempo contado - movía el pie en seña de que la desesperación no tardaba en llegar.

- Ya, ya Kunikida, no es para tanto.

- ¡Si es para tanto Rampo-san! Tenemos que llegar puntual donde nos hospedaremos.

- ¿Nos ganarán el lugar si no llegamos a tiempo? - preguntó subiendo su maleta una pequeña de coletas.

- No exactamente - respondió el rubio.

- Solo es que debimos salir hace 5 minutos pero ni Atsushi, ni Dazai aparecen, ¿donde se metieron? - también dejo su maleta la azabache.

- Creo que fueron por aperitivos - subió su maleta y la de su hermana.

- Si, se fueron a comer... Digo a comprar para comer - recibió una mirada amenazante del rubio - Dijeron que irían a la tienda más cercana que no se tardarían.

- Debieron decirme.

- Lo intentaron pero primero estabas revisando el horario con Fukuzawa-san.

....

- Ya nos tardamos bastante, ¿no será más fácil llevarnos los dos? - preguntó  con la vista en la ventana - Si no llegamos a tiempo, nos vendrá una regañada de Kunikida-san.

- Espera Atsushi-kun, ya casi me decido.

Aún seguían en el la tienda de conveniencia, tienen 5 minutos en la sección de papas y es que el de cabellos cafés no se decidía a si comprar papas sabor cangrejo o papas normales.

- Compremos los dos, si no le gusta alguna podemos dárselas a los demás.

- Bien, bien tu ganas Atsushi-kun, compraremos las dos.

Metieron aquellos dos paquetes de papas a la canasta y fueron a la caja a pagar. Eran las 5 de la mañana, no había gente y eso era lo mejor.

- Brrr hace frío - dijo saliendo del lugar.

- Vamos Atsushi-kun, lleguemos rápidamente a la camioneta para que entres en calor - tomo su mano y comenzaron a andar.

Llegaron a la camioneta y como fue, recibieron un regaño de Kunikida pero ya dentro de ella.

La camioneta era muy grande para ellos, esta era para unas 20 personas y ellos solo ocupaban la mitad. Por lo que podían tomar los asientos que quisieran pero no fue así, por su puesto el jefe y Kunikida iban enfrente junto al conductor. Detrás iban Kyouka y Yosano, detrás de ellas estaban Junichiro y Naomi, a su lado estaba Kenji, detrás de los hermanos estaba Rampo, y por último, Atsushi y Dazai en los asientos del final.
Así como Rampo tenía la comodidad de estirarse, estos últimos también podrían.

Cómo era aún temprano, casi todos se durmieron de inmediato cuando la  camioneta inició el viaje.

Casi.

Por su puesto el jefe y Kunikida no se dormirían ni por un segundo.

Dazai tenía los ojos cerrados y Atsushi estaba con la emoción y nervios al mil.

El imaginaba que al estar en la camioneta el castaño tomaría asiento en alguno de los que vienen individuales como en el que estaba sentado Kenji, él ya se había imaginado e incluso hizo planes con Kyouka sobre lo que harían en la camioneta, los bocadillos que comerían o cuales serían los temas de interés para tener una conversación. Estaba seguro de que la de coletas llevaba incluso preparados juegos.
Pero nada resultó cuando fueron los últimos en subir, se vieron "obligados" a sentarse hasta atrás.

Cerro los ojos intentado caer en los brazos de morfeo pero el constante cosquilleo en su barriga se lo impedía. Después sintió un peso sobre su hombro, giro para ver al castaño recargarse, parecía estar dormido. Inhalo y exhalo, buscaba la calma, estuvo por un tiempo haciéndolo, fue corto ya que no quería alarmar al mayor por su forma de respirar.

Calendario de adviento para Dazai. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora