Calendario de adviento para Dazai.

Diciembre 6

Abrió los ojos, los pequeños rayos de luz que entraban eran indicadores de que era hora de levantarse, esta vez no tenía pereza o pocas ganas de hacerlo, en los últimos días le han ocurrido cosas que le gustan y que espera con ansias. Antes que nada se arreglo para el trabajo, busco algo en el refrigerador y fue por aquella caja para abrir el número 6.

Reviso la hora en que debía ser abierta.

Día 6 - 8 de la mañana.

"El desayuno estuvo delicioso, ¿no es así?. Ahora quiero pasar mi tiempo favorito del día contigo, ¡la hora de la comida es importante!."

Entendía el porqué debía abrirlo en la mañana, así podría estar preparado para esa hora y apartarla para Atsushi.

Bebía agua en su taza cuando recibió una llamada. Contestó al ver el número conocido.

- Es muy temprano para hacer que vaya a visitarte Mori-san - dijo inmediatamente desde que descolgo.

- Siento que sea muy temprano Dazai, pero necesito que me ayudes.

- No estoy obligado a hacerlo.

- Ya le informe a Fukuzawa sobre esto.

- Bueno, no he recibido ninguna orden de ayudarte, esperare a que Fukuzawa-san me de indicaciones. Adiós Mori-san - colgó.

Ahora su comida con Atsushi estaba en peligro, normalmente termina las misiones o encargos que le hacen y va a la oficina pero cuando se trata de Mori, suele regresar a su casa por la noche. Su cabeza trabajaba en alguna manera de hacer que no sucediera o que buscase la forma de terminar rápido el trabajo... Solo que aun no sabía que es lo que haría.

Su teléfono volvió a sonar, esta vez era Fukuzawa, le dijo que ayudara a Mori, no era un trabajo donde tuviera que usar fuerza, solo era de apoyo. Dazai entendió que iría con algún ejecutivo a hacer quien sabe que, las intenciones de Mori siempre terminaban siendo otras pero como su jefe le dijo que solo era apoyo no haría nada. Termino de beber su agua, dejo la taza y salió rumbo a la dirección que le mando Mori por mensaje.

En cuanto llego, vio un monto de personas ahí en aquel salón.

- Sabía que serias tu - dijo decepcionado.

- Vamos Chuuya, se amable, que tampoco quiero estar aquí.

- Perfecto, ¿por que no te vas?.

- Yo encantado de hacerlo pero fingiré que hago algo y me iré, no te preocupes.

- Dazai-san, buenos días - saludo.

- Hola Akutagawa-kun.

- Así que también ira a la pequeña visita a la planta de licor.

- Ugh preferiría no hacerlo.

- Se nota que de verdad no quieres estar aquí, cualquiera estaría emocionado - habló el peli naranja.

- Solo tú estas emocionado Chuuya - dijo.

- ¿A Dazai-san no me gusta el alcohol?.

- Si - contesto.

- Dejalo Akutagawa, solo no quiere estar aquí.

- Así es, tengo una cita romántica a la hora de la comida, tengo que estar listo a esa hora.

- Puuf - se echo a reír el de ojos azules - ¿Cita romántica? ¡¿Tú?! - siguió riéndose - ¿A que pobre alma engañaste?..

- No sabía que eras un morboso Chuuya.

- No lo soy - dijo seriamente - Solo quería compadecerme de la persona que has engañado para tu beneficio - alzo los hombros.

- Para tu información, no es un engaño.