No todo sale siempre mal

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Me encuentro con mis padres en Cambrils. Un lugar bastante bueno para ir de vacaciones de verano y más si te gusta la playa. El único problema es que yo odio estar en familia, no aguanto estar con mis padres más de una hora, para cuanto más una semana entera.

Vamos a dar una vuelta a las tiendas que hay poco después de la playa. Yo mientras pienso en mis amigos, son las fiestas de mi barrio, todos se lo estarán pasando genial menos yo, que tengo que estar aquí aguantando.

Al rato decidimos sentarnos en la terraza de un bar a tomarnos algo, yo no quiero nada, no tengo hambre ni sed.
Mis padres se van a pedir algo, mientras yo miro lo que hay a mi alrededor. De repente mis ojos se toman con los de un chico joven de unos dieciséis años. Éste se queda mirándome y me saluda levantando un poco la cabeza. He de reconocer que el chaval no está nada mal, y lo pienso yo, una chica que nunca se fija en el físico.

Yo no sé que cara ponerle así que me inflo los mofletes, como hago siempre. Él me saca una sonrisa y me saca la lengua. Yo me empiezo a reír por dentro pero intento aguantar mi risa, aun así saco una sonrisa que hace tiempo que no sacaba, concretamente desde que me despedí de mis amigos.
De repente llegan sus padres y se sientan con él en la mesa, al parecer ya habían pedido. Nos quedamos aquel chico y yo mirándonos un buen rato hasta que él gestualizando con la boca me dice:
- Eres muy guapa.
A lo que yo me quedo mirándolo con cara extrañada y digo:
- No digas tonterías.
Él se ríe y hace que yo también me ría. Justo entonces llegan mis padres a la mesa, quiero irme de allí, quizás ese chico sea mi salvación este verano.
- ¿Y sí nos vamos? - le digo sin subir la voz, para que me lea los labios.
Entonces el chico habla con sus padres y viene hacía mi mesa, yo me despido de mis padres y me voy antes de que pidan explicaciones.
Cuando nos alejamos lo suficiente me dice:
- Aún no me has dicho tu nombre.
- Ni tú el tuyo.
- Bueno pues dímelo tú primero.
Se hace un silencio y lo miro.
- Me llamo Soraya pero llámame Sora.
- Yo me llamo Miguel, un placer.

Aquí se hallan mis sentimientos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora