Aquí se hallan mis sentimientos.

Viviendo

— Suspirando estás, vieja amiga.

— Sonriendo te hallo, querida mía.

— ¿Qué se te pasa por la cabeza esta vez?

— ¿Tú qué crees? Sigo sin poder escribir.

— ¿Acaso eres manca? Incluso un manco puede escribir con la otra mano.

— Déjate de tonterías, ¿no ves que estoy preocupada?

— No entiendo tu preocupación...

— Claro que no, acostumbrada a brillar entre las constelaciones es imposible entender a los que no nos hallamos en ellas y, cuando nos apaguemos, nadie recordará ni nuestra ida ni nuestra venida.

— No comprendo tus palabras. ¿Crees que nací con el don de escribir?

— Obviamente, yo jamás me hubiera podido escribir lo que tú.

— ¿Y por qué has de escribir lo que yo?

— Porque lo tuyo es verdadero arte, a diferencia de lo mío, que es puro desastre.

— (Se ríe) Tus palabras me hacen gracia y tus expresiones lo clavan. ¿Piensas de verdad que siempre escribí bien? Mejor dicho ¿Piensas realmente que siempre escribo bien? Sabes... cuando mejor me salen mis escritos es cuando hablo con mis sentimientos. Pero ningún escrito ha de ser un desastre si los redactaste con ello.

— ¿Con el qué?

— Con los sentimientos.

— ¿Ese es tu secreto?

— Puedes llamarlo así, ¿Cuál pensaste que era?

— No pensé que tuvieras.

— Realmente me impresionas.

— Qué me vas a contar... Pero me voy a estudiar por el momento, nos veremos luego.

— Claro, pero piensa, cuando crezcas te convertirás en mí. Pero no creces con el tiempo, ello solamente es la excusa para la no evolución. Tú crecerás con la experiencia, con la práctica y con tus lágrimas. Te veo luego.

Se me olvidó decir quiénes eran los dos personajes. Una se llama Presente y es aquella que quiere crecer, hacerse más fuerte al instante. La otra se llama Futuro, es aquella que tras mucho esfuerzo y dedicación ha llegado hasta donde está.

Todo el mundo aspira al futuro, pero nadie tiene en cuenta el presente. Cuando dejes de vivir en futuro te darás cuenta de cómo es vivir en gerundio.