Parte 6

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Solarius en su habitación, su mente llena de pensamientos y recuerdos. Recordó las conversaciones que habían tenido, las revelaciones que habían recibido, y comenzó a pensar en las posibilidades.

Se sentó en su escritorio, su mirada perdida en la distancia. Pensó en su padre, en el legado que había dejado, y en lo que eso podría significar para ellos. Si se daban a conocer como los hijos de Naruto, podrían tener acceso a todo lo que su padre había dejado en el inframundo.

Pero también sabía que eso podría traer problemas. Después de todo, su padre había sido un héroe, y había hecho muchos enemigos. Si se daban a conocer, podrían convertirse en objetivos.

A pesar de todo, Solarius se sentía decidido. Sabía que tenía que hacer lo que fuera necesario para proteger a su hermana y descubrir la verdad sobre su padre. Y si eso significaba enfrentarse a los peligros del inframundo, estaba dispuesto a hacerlo.

Solarius, consciente de que su padre era una figura ampliamente buscada en el inframundo, había pedido a Rías y Sona que no informaran sobre ellos, al menos no todavía. Sabía que hacerlo podría ponerlos en peligro, y quería evitar eso a toda costa.

Rías y Sona habían asentido en comprensión, prometiendo mantener su secreto por ahora. Sabían que los gemelos estaban en una situación delicada, y estaban dispuestas a hacer todo lo posible para protegerlos.

Solarius se sintió aliviado al escuchar esto. Sabía que podía confiar en Rías y Sona, y estaba agradecido por su apoyo. Aunque todavía estaba preocupado por lo que el futuro podría traer, se sentía un poco más seguro sabiendo que no estaban solos.

Solei, que aún estaba sumida en sus pensamientos sobre todo lo que había ocurrido, cuando llegaron a casa. Aunque ella y su hermano querían preguntar sobre el paradero de su padre, no se atrevieron a hacerlo al ver la gran sonrisa en el rostro de su madre.

La sonrisa de su madre era cálida y acogedora, una visión familiar que siempre les había dado consuelo. Pero ahora, con todo lo que habían aprendido, la sonrisa también parecía esconder un secreto, una verdad que aún no estaban listos para enfrentar.

Quería preguntar, quería saber la verdad, pero también temía lo que esa verdad podría significar. Así que, por ahora, habían decidido guardar silencio, eligiendo disfrutar del momento de paz con su familia.

La madre de los gemelos, una mujer de belleza etérea y ojos llenos de bondad, se encontraba en su habitación, sumida en sus pensamientos. Se sentaba en su silla favorita junto a la ventana, su mirada perdida en la vista nocturna de la ciudad.

En sus manos sostenía un viejo álbum de fotos, sus dedos acariciaban con cariño las imágenes de un pasado que parecía tan lejano. Cada foto era un recuerdo, un fragmento de una vida que había compartido con el hombre que amaba, el hombre que era el padre de sus hijos.

A pesar de la sonrisa que siempre mostraba a sus hijos, había una tristeza en sus ojos, una tristeza que solo aparecía cuando estaba sola. Echaba de menos a su amado.

En su mente su mente, los recuerdos de aquel incidente volvieron con una claridad dolorosa. Fue un día que había cambiado su vida para siempre, un día que aún llevaba en su corazón.

Recordó la confusión, el miedo, la sensación de impotencia. Recordó cómo su mundo se había derrumbado a su alrededor, cómo había luchado por mantener la calma y proteger a sus hijos.

Recordó la despedida, las últimas palabras que había intercambiado con su amado. Recordó su promesa de proteger a sus hijos, de mantenerlos a salvo. Y recordó su propia promesa, la promesa de esperarle, de mantener viva su memoria.

Hijos del Sol, Naruto DxDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora