Parte 12

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No mucho después, Saji apareció para dispersar a los estudiantes, aunque Serafall no le prestó atención. Estaba tan absorta en su propio mundo que parecía no notar su presencia. Su mirada seguía fija en los gemelos, como si estuviera tratando de descifrar un enigma.

Poco después, también llegó Sona para calmar y dispersar a la multitud de estudiantes. Sin embargo, cuando llegó, Saji ya había hecho eso. A pesar de sus esfuerzos, Saji no tuvo éxito en llamar la atención de Serafall. Sona, al ver a su hermana en ese estado, suspiró. Aunque estaba acostumbrada a las excentricidades de su hermana, esta vez era diferente.

Sona se percató del estado de su hermana y de su intensa mirada sobre los gemelos. Decidió que era mejor llevarse a su hermana y explicarle la situación sobre los gemelos. Aunque ya se le había informado sobre ellos, verlos directamente debía ser un gran impacto para ella. Después de todo, ellos eran la viva imagen de Naruto.

Sona se acercó a Serafall, colocando una mano suavemente en su hombro. Serafall finalmente rompió su mirada y se volvió hacia su hermana, su expresión llena de confusión. Sona le ofreció una sonrisa tranquilizadora, prometiendo explicarle toda una vez que estuvieran lejos de la multitud.

Serafall aún recordaba aquel día cuando finalizó la guerra civil y Naruto quedó inconsciente debido a las inmensas cantidades de energía que había utilizado. El día que se le informó que había despertado, se apresuró junto con sus padres al hospital donde se encontraba Naruto.

Habiendo terminado la guerra, ella planeaba declararse a Naruto. No era un secreto que ella amaba a Naruto, parecía que solo él no se percataba de eso. Ese día, caminó con una sonrisa feliz y unas mejillas sonrojadas, pensando que después de su confesión se convertirían en pareja. Soñaba con los momentos que pasarían juntos y, por supuesto, como alguien que había fantaseado con un futuro junto a él, ya había pensado en nombres para sus futuros hijos.

Sin embargo, al llegar a la puerta y entrar, solo encontró una cama vacía con sábanas dispersas. Preguntó a su padre si se habían equivocado de habitación, pero este le dijo que no era así. Mucho después, llegaron los demás a visitarlo, pero también se encontraron con que Naruto no estaba.

Entre los amigos y conocidos más cercanos de Naruto, dieron sus ideas de dónde podría estar. La idea que más coincidió entre todos era que posiblemente había salido a buscar su comida favorita, el ramen. Algo que pasaba horas explicando lo delicioso que era, incluso llegando a llamarlo la comida de los dioses.

Serafall no pudo evitar sonreír ante la idea. A pesar de la preocupación que sentía, la imagen de Naruto corriendo por las calles en busca de su amado ramen le proporcionó un poco de alivio. Después de todo, eso era tan típico de Naruto.

En ese momento, uno de sus amigos, Ajuka Astaroth, usó su magia para localizar a Naruto, pero no pudo encontrarlo. Lo intentó varias veces y el resultado fue el mismo. Se generó pánico y angustia por lo que podría haberle sucedido. Naruto podría haber despertado, pero seguramente estaría débil. Serafall, invadida por la idea de que podría haber sido capturado, era la más alarmada.

"Todos, cálmense", una voz resonó en la habitación. Era Sirzechs Gremory quien logró calmar la situación. Sirzechs fue la voz de la razón, dando sus argumentos de que era imposible que hubieran logrado capturar a Naruto. Si eso hubiera sucedido, todo el hospital estaría en pánico. Además, Naruto, quien poseía una gran diversidad de técnicas, podría escapar fácilmente de sus captores.

Sirzechs continuó, explicando que Naruto era conocido por su tenacidad y su habilidad para superar las adversidades. Aunque estaba débil, no era alguien que se rendiría fácilmente. Además, Naruto era amado por todos en la ciudad. Si alguien intentara hacerle daño, la ciudad entera se levantaría en su defensa.

Hijos del Sol, Naruto DxDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora