Los gemelos se sintieron en cierta medida felices después de encontrarse con Serafall, la Maou Leviatán. Ella les contó historias sobre su padre, llenando el aire con recuerdos de las hazañas y aventuras de Naruto. Sus ojos se iluminaban con cada historia, capturados por las vivas descripciones de Serafall.
Pero la reunión no terminó ahí. También se encontraron con el Maou Lucifer, Sirzechs, así como con el padre de Rias, quienes conocieron a Naruto cuando este era un niño. Ambos compartieron sus propias historias y recuerdos de Naruto, añadiendo más capas a la imagen que los gemelos tenían de su padre.
Sirzechs habló de la valentía y determinación de Naruto, de cómo siempre se esforzaba por proteger a aquellos que le importaban. El padre de Rias, por otro lado, compartió historias más ligeras, recordando las travesuras de Naruto y su amor por el ramen.
Ahora en la quietud de sus respectivas habitaciones, los gemelos y su madre reflexionaban sobre las historias que habían escuchado sobre Naruto.
El gemelo mayor, sentado en su cama, repasaba las historias de valentía y determinación que Sirzechs había compartido. Imaginaba a su padre, enfrentándose a enemigos poderosos con una sonrisa desafiante y una determinación inquebrantable. Aunque nunca había visto a su padre en acción, las historias le daban una imagen clara de la fuerza y el coraje de Naruto.
La gemela menor, acurrucada en su cama con una manta, pensaba en las historias más ligeras que el padre de Rias había compartido. Se reía suavemente al imaginar a su padre haciendo travesuras y hablando apasionadamente sobre el ramen. Aunque las historias eran divertidas, también le daban una visión de la personalidad alegre y cariñosa de su padre.
En su propia habitación, la madre de los gemelos se sentaba en silencio, perdida en sus pensamientos. Las historias que Serafall había compartido sobre Naruto la habían conmovido profundamente. Recordaba a Naruto, no solo como el valiente guerrero que todos admiraban, sino también como el hombre que amaba. Las historias le recordaban su bondad, su risa y la forma en que sus ojos se iluminaban cuando hablaba de sus sueños.
Aunque cada uno estaba solo en su habitación, todos compartían un sentimiento común: una mezcla de tristeza por la ausencia de Naruto y una profunda gratitud por las historias que les permitían sentirse más cerca de él. Aunque Naruto no estaba físicamente con ellos, su espíritu vivía en las historias y recuerdos que habían compartido.
Los siguientes días pasaron con relativa tranquilidad, al menos para los gemelos y su madre. Para los demás, como Rias y Sona, estuvieron bastante ocupadas. Pero eso es aparte. En estos momentos, ellos, junto con Rias y los demás, se dirigían a la cumbre de los líderes, una reunión donde se firmaría un tratado de paz.
Al entrar, lo primero que notaron fueron a las personas sentadas alrededor de una mesa. Eran cuatro personas, dos de las cuales ya conocían: Sirzechs y Serafall. Además de ellos dos, estaba Grayfia, quien se encontraba de pie al lado de Sirzechs. Al otro lado estaba sentado un hombre con ropas oscuras, seguramente era Azazel, líder de los ángeles caídos, y quien estaba detrás debía ser Vali, el rival de Issei.
En otro lado estaba un hombre con ropas blancas y doradas y con un halo en la cabeza. Él debía ser Michael, líder de los ángeles, y junto a él estaba Irina. Todos ellos eran figuras importantes, y su presencia en la cumbre subrayaba la importancia de la reunión.
Los gemelos, que escuchaban la situación en silencio, se preguntaban si su padre era alguien muy conocido. Aunque por todas las historias que habían escuchado, debería ser así, sentían la sensación de que la fama de su padre era más grande de lo que esperaban. Después de todo, cuando ellos entraron, tanto Azazel como Michael no pudieron apartar su mirada de ellos. Incluso ambos dijeron al mismo tiempo: "Así que ellos son sus hijos".
La reunión para firmar el tratado de paz parecía que se daba debido a la amistad que su padre tenía con ellos, los dos líderes. En ocasiones, Azazel y Michael los miraban con miradas de curiosidad y alegría, como si estuvieran viendo a un viejo amigo.
Los gemelos se sintieron un poco abrumados por la atención, pero también se sintieron orgullosos. Su padre era alguien que había dejado una huella profunda en las vidas de muchas personas, y eso era algo que ellos admiraban. Aunque no estaban seguros de cómo manejar la atención, decidieron hacer lo mejor que pudieran para honrar el legado de su padre.
Los gemelos, conscientes de que su existencia aún se mantenía en secreto, aunque seguramente ya se habría extendido bastante, se preguntaban cuándo se darían a conocer al mundo sobrenatural de forma pública. Si los conocidos de su padre acudirían a verlos cuando eso sucediera, estaban seguros de que sería un tiempo muy agitado para ellos. Pero también sabían que eso equivaldría a saber más sobre su padre.
Imaginaban las visitas de los viejos amigos de Naruto, cada uno con sus propias historias y recuerdos para compartir. Aunque la idea de estar en el centro de atención podía ser abrumadora, también estaban emocionados por la posibilidad de conocer más sobre su padre a través de las personas que lo conocieron.
Los gemelos, a través de las historias que habían escuchado de su padre, sabían que Naruto era poseedor de diversas técnicas. Además, Sirzechs, Grayfia y Serafall les habían afirmado que Naruto era un demonio muy especial y eso también estaba presente en ellos. Aunque eran hijos de un demonio y un humano, y deberían ser medio demonios, en su lugar eran demonios puros. Eso ya decía mucho sobre la peculiaridad de su padre.
Las habilidades que habían heredado de su padre al nacer incluían una gran capacidad regenerativa, así como una gran cantidad de energía. Y, por supuesto, el estatus que conllevaba ser sus hijos. Según Sona, era probable que en el momento en que su existencia se hiciera pública, se les otorgarían títulos nobles, tierras y mucho más que pertenecían a su padre.
La idea de recibir tal herencia era abrumadora para los gemelos. Aunque estaban emocionados por la posibilidad de seguir los pasos de su padre, también estaban un poco nerviosos. Sabían que con grandes privilegios venían grandes responsabilidades, y estaban decididos a hacer todo lo posible para estar a la altura de las expectativas.
Por su parte, su madre los apoyaba en todo momento, recordándoles que, aunque eran los hijos de Naruto, también eran sus propias personas. Les aseguró que, sin importar lo que el futuro les deparara, siempre estaría a su lado para guiarlos y apoyarlos.
También captó mucho su atención cuando Rias les mencionó que seguramente también recibirían Evil Pieces, con las cuales podrían tener sus propios sirvientes y crear su nobleza. Ambos gemelos se imaginaron comandando sus propios subordinados, haciendo pactos con humanos como lo hacían Issei y los demás.
La idea de tener sus propios sirvientes era emocionante, pero también un poco intimidante. Sabían que ser un líder requería responsabilidad y juicio, y se preguntaban si estarían a la altura del desafío. Sin embargo, también estaban emocionados por la posibilidad de formar sus propios equipos y trabajar juntos para lograr sus objetivos.
Mientras aún estaban inmersos en sus pensamientos, sintieron una sensación ominosa y en ese momento, el tiempo se detuvo. Vieron cómo varios de sus amigos estaban inertes, detenidos en el tiempo. La situación se había vuelto peligrosa, estaban siendo atacados.
Rias e Issei se fueron en un círculo mágico a rescatar a Gasper y Koneko, quienes seguramente habían sido capturados por los enemigos y estaban usando el poder de Gasper para detener el tiempo. Cuando se fueron, Vali salió a enfrentarse a los enemigos que estaban fuera de la academia.
En ese momento, un círculo mágico apareció en el aula donde estaban. Del círculo mágico apareció una mujer que fue nombrada como Katerea, descendiente directa del Maou Leviatán Original. Con su aparición también ocurrió un ataque por su parte, destruyendo el lugar donde estaban.
Sirzechs, Serafall, Azazel y Michael habían erigido un domo de energía para proteger a todos. Los gemelos observaron con asombro y miedo mientras la mujer desataba su poder, destruyendo todo a su paso. A pesar del miedo que sentían, también sentían una determinación creciente. No iban a dejar que esta mujer lastimara a sus amigos.
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Hijos del Sol, Naruto DxD
Historical FictionNaruto Uzumaki un gran shinobi en el mundo de los ninjas murio pero reencarno en otro mundo como demonio donde se volvio el mas amado y el mas poderoso pero un dia desaparecio sin dejar rastro pero 300 años despues sus hijos aparecieron quienes con...