¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Adorablememte caliente. Así describiría Park Sunghoon al tierno omega, Kim Sunoo.
El gran y fornudo alfa, de veintiséis años, está completamente loco por aquel Rubio de tan solo dieciocho. Aquellos se conocían gracias al padre del menor, quien dirigia una gran y famosa empresa de seguridad, siendo socio de Park, cuya empresa era bancaria.
Los dos mayores suelen cenar en diferentes ocasiones, mayormente en la casa de Kim, donde también estaban presentes la señora Cho y su hijo, el pequeño Sunie
Eran predestinados. Joder, eso el alfa lo tenía clarísimo desde que entró en aquel hogar por primera vez, el aroma a fresas y naranjas unidas atrayéndolo de manera brusca. Y cuando lo vio, mierda, estuvo a nada de abalanzarse para tocar y besar absolutamente todo su cuerpo.
Su culo era espectacular. Su cintura pequeña sus apetecibles muslos-pero sumamente delicados-y su piel de tonalidad palida.
Sunoo también había notado el olor a cafe y cedro en demasía, casi desmayándose ante lo deliciosa que era. También cuando vio a Sunghoon, sintió aquella conexión, y casi babeó al ver al guapo hombre esculpido por los mismísimos dioses.
Pero hoy no vamos a hablar de eso, sino del orgullo del de cabellera pelinegra al haber obtenido el número de celular del muchacho. No es como si el de mechas pelinegras se lo hubiese pasado, aunque estaba seguro de que si se lo preguntaba, con una de sus hermosas y singulares sonrisas se lo daba.
Justo frente a ellos, la señora Cho recibió una llamada de la profesora de danza del menor, quien habló con ella para darle su nuevo número, al haberlo cambiado, con el fin de que la nombrada lo agregase al grupo de WhatsApp de los bailarines.
Sunghoon oyó atentamente, escribiendo de manera discreta las cifras dictadas por el omega y agregándolo en contactos como «Ddeonu», importándole una mierda si ese apodo debía o no ser correcto.
Y cuando llegó a su costoso y lujoso pent-house, no dudó en enviarle un mensaje
Ddeonu 🍑 En línea
Hola precioso
A Sunoo le llegó el mensaje justo cuando estaba metiéndose en la cama, dispuesto a dormir. Y al leerlo, quedó algo confundido.
¿Hola? ¿Quién es?
Oh , soy Sunghoon,
corazón, el amigo de tu padre.
El omega abrió su boca con sorpresa, aún más, confusión, y sin evitarlo soltó una sonrisa. El señor Park de verdad le gustaba, y mucho.
