Compartiendo al alfa || ChanyeolHarem [Terminada]

XX

Las grandes manos de Chanyeol se aferraron al cobertor de la cama, mordió con fuerza su labio tratando de estabilizar su respiración. Miró nuevamente el rostro de diversión de Kyungsoo, estaba tratando con todas sus fuerzas de no hacer movimientos bruscos pero el continuo movimiento de su omega no estaba haciendo las cosas fáciles. 

—Mi amor, quédate quieto... estas haciendo un drama por un simple masaje de espalda —, dijo Kyungsoo mientras los demás omegas ayudaban con el masaje. 

—No.... el problema es que estas enterrando tus rodillas en mi coxis. 

—Alfa, solo estoy presionando los puntos que tienes lastimados. La próxima vez que creas que empujar por dos kilómetros un auto, es buena idea entonces recuerda este masaje —, respondió Minseok con las cejas fruncidas. 

Chanyeol había tenido un corto viaje de negocios junto a Baekhyun y algunos ejecutivos, pero para su mala suerte el auto tuvo un gran inconveniente con la caja de cambios. Él junto a algunos alfa empujaron el auto por el solitario camino campestre hasta el taller más cercano, pero finalmente él había llevado la peor parte. 

—No lo hice solo, bebé... ah... deberían de consentirme y no juzgar a su alfa —, hizo un ligero puchero escondiendo el rostro en la almohada. 

Junmyeon negó con la cabeza, le dio una fuerte nalgada al mayor haciendo que el sonido rebotara entre las paredes. Jongin del susto abrazó al rubio. 

—Debes pensar más en ti y no en los demás, ¿ese Byun no tiene mucho dinero? Entonces debió de ser más consciente de las cosas. Dios mío, pudiste haberte hecho una hernia y eso es muy peligroso. Chanyeol, no tienes quince años. Cuida de ti. Recuerda que tienes a una familia por la cual velar. 

Sehun río ligeramente, con un abanico ayudaba a que Chanyeol no muriera por un golpe de calor mientras los demás omegas continuaban con el castigo al mayor. De esa manera, a veces pasaban los días en la residencia Park. 

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Jongin se sentó en una de las piernas de Chanyeol, acarició sus mejillas mientras el rubio terminaba de escribir un reporte, antes de que el alfa pudiera decir algo sintió el peso de Kyungsoo en su otra pierna. Ambos omegas le abrazaron y movieron su cadera de manera sugerente. 

El computador portátil no tardo en ser cerrado. Los dedos de Chanyeol mimaron el cabello de sus dos chicos. 

—¿Qué sucede amores? ¿Quieren mimos?

—Ujum —, habló Jongin con el rostro escondido en el cuello del alto. Gimió roncamente contra su oreja. 

Chanyeol abrió la boca por la grata sorpresa, Kyungsoo le sonrío unió sus labios sin dejar de mover si cadera de adelante atrás. Unas suaves manos se unieron al momento. Minseok estaba abrazando por la espalda al alfa, besando su nuca y desprendiendo un maravilloso aroma. 

—Estábamos pensando... en tal vez, darle un pequeño adelanto a nuestro alfa... — dijo Minseok. 

—¿Adelanto?—, preguntó Chanyeol tratando de ganar la pelea de lenguas con Kyungsoo. 

—Es un momento especial —, respondió Junmyeon que se sentó en la mesa del escritorio, separo sus piernas y con el rostro rojo levantó su camiseta —. Sabes que... soy algo tímido, que solo dejo que tú me veas, pero, estos tontos me convencieron de... comenzar a darnos cariños con todos presentes —, ladeo el rostro mostrando la marca de unión —. Amas mis pezones, ¿verdad?

—Los amo. 

—¿Qué haces allá entonces? ¡Ven y chúpalos! 

Kyungsoo  se deslizó del regazo de Chanyeol quedando de rodillas en el suelo, con experticia bajo la bragueta del alfa dejando a la vista su erecto miembro. Minseok jadeo contra la sensible oreja de Chanyeol. 

El alto se inclino hacia adelante para lamer y morder los pezones de Junmyeon. Jongin siguió moviendo su cadera. Kyungsoo engullía con su boca el pene de Chanyeol. Y, Minseok inquieto por la excitante vista decidió tomar la mano del alfa y guiarla a su trasero. Esos largos dedos que tanto amaban no estaban aferrados a la cama, ahora estaban haciendo un desastre en su interior. 

Junmyeon entre jadeos y con los ojos vidriosos miró hacia un costado, con su mano llamo a Sehun y río. 

—Aprobado... Sehun... aprobaste... Chanyeol, recompensa a nuestro chico. 

Chanyeol frunció las cejas. Jongin imitó la posición de Kyungsoo, los dos omegas tomaron un lado del pedo de Chanyeol, dando lamidas y succiones coquetas a sus testículos. 

Sehun, borracho por el fuerte aroma del alfa y con sus piernas temblorosas, tomó el puesto que antes tenía Jongin, movió su cadera jadeando al instante. 

Era como una corriente eléctrica que recorría su cuerpo. Era como estar dentro de un calmado océano, siendo envuelto por algo tan fuerte y ligero a la vez. Era como ser premiado por el mismo cielo.

Un aullido de placer salió de su boca cuando los dientes de Chanyeol se clavaron en su cuello y sin poder resistirlo tuvo su primer orgasmo, manchando por completo su ropa. 

—L-lo siento alfa...

—Sehunnie... solo disfruta —, dijo Jongin con manchas de pre-semen en su rostro —. ¿No es delicioso nuestro alfa? 

Minseok movió su cadera contra los dedos del mayor.  —Es tan rico... mmm... llegas tan profundo alfa —, gimió con voz ronca. 

Junmyeon jalaba de los cabellos del alfa, sin dejar de emitir sonidos de satisfacción. Sus pezones eran totalmente sensibles debido a los constantes cariños de Chanyeol. 

Kyungsoo movió su cadera de lado a lado, dejo de jugar con los testículos del mayor y con ojos oscuros cargados de lujuria froto su mejilla en el glande de Chanyeol. 

—Amor... lo quiero dentro... ¿podemos?—, dijo Kyungsoo —... tus bebes quieren sentir a papi. 

Chanyeol de inmediato soltó los pezones de Junmyeon, miró el rostro sonrojado de Kyungsoo y los ojos húmedos de Jongin. Minseok río, aún sin dejar de saltar saco un sombrerito de fiesta de su bolsillo colocándolo en la cabeza de Chanyeol. 

—¡Felicidades, seremos padres! —, dijeron al unísono Jongin y Kyungsoo. 

Todos miraron expectante la expresión de Chanyeol, el rubio paso de estar caliente como el infierno a tener un rostro cargado de amor y lágrimas de felicidad. 

Esa noche, lo hicieron tantas veces que Chanyeol tuvo que ir al hospital al día siguiente debido a una deshidratación. Había perdido la cuenta de cuantos orgasmos tuvo, y cuantos ocasiono en sus omegas.