Capitulo XIV

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miraba hacia afuera soltando suspiros dolorosos, jamas pensó que el amor de su vida, la persona que ms amaba le haría algo como eso, ahora estaba en su casa antigua, con su hermano cuidando de el, no había cruzado palabras con el ruso desde el problema en el hospital ya que el doctor le dijo que esa situación de estrés no se podía volver a repetir ya que si llegara a pasar, podría perder al bebe, por lo que le ordenaron tomar distancia de la fuente de estrés por lo menos por un tiempo, por lo que ahora estaba viviendo con su hermano.

-come Horacio- dijo gustavo, mientras sostenía un plato con sopa
Horacio no hablaba, solamente miraba hacia afuera mientras sentía un ardor en la nuca, maldecía el día que tuvo sexo con el ruso, maldecía a su corazón por que aunque el ruso le halla roto el corazón y halla sido una mierda con el aun lo amaba, maldecía el lazo que formó con el, abrió la boca, odiaba al ruso pero amaba a su bebe por lo que dejar de comer no era una opción, comió con gusto, nunca la comida de su hermano le había parecido tan rica.
-gracias por estar conmigo- comenzó a llorar mientras acariciaba su pancita.
en el otro lado de la ciudad estaba el comisario ruso, ensimismado en el trabajo, sus ojeras se notaban a kilometros, no dormía prácticamente nada hace semanas, su comida consistía en una monster y un cafe, sus feromonas hacían imposible el trabajar con el.
-tomate un descanso- dijo conway, sabia lo que había pasado con su hijo, lo que le había hecho pero aun así, era uno por no decir el mejor comisario de su unidad, no podía permitir que ejerciera la fuerza de la ley en ese estado -es una orden- soltó feromonas para tranquilizar/ afirmar su decisión, sorpresivamente el alfa no opuso resistencia, tomo sus llaves y se fue. Al llegar a su hogar se arrepintió completamente de su decisión de aceptar el descanso, ese maldito departamento se sentía como un cascaron vació, lo que antes era su hogar, con su omega y su bebe, ahora era nada mas que cenizas de lo que alguna vez fue su familia, observo esas botellas de vodka con deseo, quería borrar cada cosa que había echo y volver a comenzar, lastima que el efecto del vodka duraba apenas unas horas. Eran aproximadamente las 3 de la mañana Horacio no podía dormir del ardor se su marca, lloraba silenciosamente en su cuarto, mientras sostenía su celular con el numero del ruso en su teléfono, estaba apunto de marcar cuando sonó su tono de llamada, asustado contesto sin ver quien era -Я люблю тебя своей душой (te amo con mi alma)- llego a pegar un salto al escuchar a su alfa hablar en su idioma natal, cuanto lo extrañaba -Я бы никогда не обманул тебя, я бы никогда не смог этого сделать (nunca te mentiría, jamas seria capaz de hacerlo)- el omega no entendía absolutamente nada de lo que el decía ya que evidentemente no hablaba ruso pero atento lo escuchaba, el deleite de tenerlo cerca solo con palabras que ni siquiera entendía era algo inexplicable -Mon amour- el ruso suspiro, su flor de loto, su maravilloso omega, su voz, todo de el, era afrodisíaco -Tu ne sais pas combien tu me manques (no sabes cuanto te extraño)- de repente escucho un suspiro - ¿puedo ir a verte?- hablo el ruso con un tono evidentemente borracho, Horacio suspiro -esta bien- el ruso sintió que su corazón se volteo -te amo- las palabras salieron naturalmente de su boca sin esperar una respuesta reciproca -nos vemos mañana Mon Amour- Horacio colgó mientras que el ruso comenzó a llorar.

eran las 10 de la mañana aproximadamente, Horacio se levanto como usualmente lo hacía, comenzó con su yoga maternal en casa, decían que era buena para la conexión madre e hijo por lo que la practicaba a menudo, después, se preparo su desayuno, avena con leche y plátano, se ducho y se aplico sus cremas anti estrías y se coloco un atuendo casual, ya eran las 12, era momento de que el ruso llegara.
sintió unos golpes en la puerta, corrió a abrir, observando a su ruso sosteniendo una canasta, un ramo de flores y una pequeña caja -buenas tardes- dijo con una sonrisa forzada el ruso, entro limpiándose los pies en la mini alfombra, dejando los presentes en la mesa de centro, Horacio solo lo observaba con cuidado, estaba demacrado, ¿había bajado de peso?, ¿estaba durmiendo bien?, sus manos se ven mas esqueléticas de lo normal, miraba preocupado el estado de el alfa, mientras que este miraba maravillado a su omega -¿quieres comer algo?- dijo el ruso, mientras agarraba la cesta que trajo -aquí no hay comida pero hay cosas para ti y para el bebe- esa sonrisa forzada otra vez -hay aceites para tu pancita, unas cremas faciales, unos zapatitos de conejo, unos chocolates saludables- señalaba cada cosa que tenia la hermosa cesta, Horacio se iba acercando mas y mas al ruso ¿tan mal se encontraba sin el? -también tiene unas vitaminas en gomita, se que no te gustan las pastillas por eso elegí estas que parecen ositos de goma- Horacio levanto su mano y la coloco en la mejilla del ruso
-¿has comido?- el ruso por primera vez en mucho tiempo miro a los ojos a su omega, rompió en llanto.






hemos vueltooo

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⏰ Última actualización: Dec 10, 2023 ⏰

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