"Humano...".
Cale se había derrumbado, sin ninguna explicación, tan repentinamente, que a Raon le tomó minutos digerir lo que había ocurrido. Había bajado la cabeza lentamente, parpadeando sus grandes ojos azules en el cuerpo de su papá tirado en el suelo, con el cabello rojo esparcido en la madera, como si fuese sangre.
Cómo si fuera sangre...
"¿Humano?".
Sangre...
Y recuerdos, dolorosos recuerdos golpearon su cabeza. Su visión se desenfocó por un momento mientras sus pulmones se hacían más pequeños, más pequeños, más pequeños, tan pequeños; su garganta se cerraba y el oxígeno se acababa, se mareaba, tambaleante, jadeando, olvidando lo fácil que era respirar porque su corazón estar apagandose.
"¡Humano!", echado en el piso, Raon le llamaba desesperadamente. "¡Humano! ¡Humano!", temiendo tocarlo, viendolo tan frágil acurrucado en el suelo. "¡Papito!", Pero su desgarrador grito no lo despertó.
Fueron seis minutos y veintidós segundos, ¿Sabes?, un instante de inconsciencia, un parpadeo lento, el palpitar de un corazón, seis minutos y veintidós segundos, alguien puede enloquecer en tan poco tiempo, ¿sabes?, le tomó mas tiempo al cuerpo de Cale caer al suelo, de lo que le tomó despertar.
Pero para un niño abandonado, eso fue demasiado tiempo. "¡Choi Han! ¡Choi Han!", gritó aún más fuerte. "¡Papá no despierta!".
Seis minutos y veintidós segundos, le tomó menos de eso a Raon enloquecer y a Choi Han irrumpir en la habitación, observar el cuerpo de Cale en el piso como un títere de cuerdas cortadas.
A los seis minutos y veintidós segundos, Cale abrió los ojos. Aturdido, mareado, con los ojos cristalizados y la garganta ardiendo, lo primero que vio, fue el rostro lloroso del pequeño dragón. ¿Cuánto tiempo...?, Está muy seguro de que solo había cerrado los ojos por un momento, que todo lo que había pasado, había ocurrido en un parpadeo.
Porque a veces seis minutos y veintidós segundos puede ser una eternidad dividida entre el dolor de dos corazones y la indiferencia de un hombre que en su amabilidad es cruel.
Choi Han lo ayuda a sentarse, pálido, con los labios sin sangre y los dedos temblorosos, recuperándose más rápido que años atrás, ¿y no es triste que este acostumbrado a eso? Los hombres amables son crueles. "Cale-nim, ¿estás bien?".
Raon trepa a su regazo, golpeando sus pequeñas patas con furia en el pecho de Cale. Es suave en su ira, controlado, ha sido tan bien educado que incluso en el máximo dolor, sabe que no debe iniciar violencia. "¡Prometiste que no lo harías de nuevo!", grita, asustado, es otra vez el niño perdido que sueña con suicidarse si así puede ver el cielo.
Cale miró fijamente a Raon, a sus golpes de peluche, la mirada detrozada en sus ojitos de zafiro, extiende los brazos y lo estruja, fuerte, muy fuerte, un abrazo amoroso que huele a hiel y sal. El pequeño dragón se sorprendió al ser abrazado tan efusivamente. Incluso Choi Han retrocedió, sorprendido.
Cale cierra los ojos, centrado en su olor dulce. "Te amo mucho".
"¿Pa-...h-humano?".
][
Huele a tristeza aquí.
...no parece una ilusión, en lo absoluto. Puede sentir el viento golpear su rostro, trayendo el olor dulce de las flores. Puede escucharlo, meciendo la hierba alta.
Pero, ¿Puedes escucharlo?
Ni un solo ruiseñor.
Demasiada tristeza, Cale tocó su propio pecho, con el rostro en blanco y una tormenta en sus ojos. Este dolor...¿Viene de él? Alzando la cabeza, se enfocó con cautela en el hombre sentado frente a él. Era alto, incluso estando sentado, era más grande que él. Vestía ropa extraña, elegante en su simpleza. Familiar...me es familiar. Había algo en este extraño, en la profundidad de sus ojos azules que le impedían ser brusco o cauteloso.
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1000 años aún es poco tiempo.
Fanfiction"Humano...". "¿Mmm?". "Tu...no mueras, ¿de acuerdo?". "¿Raon?". "Seré bueno". "Espera, Raon". "Me arruinarás si me dejas solo". ][ Primer libro. Son historias aleatorias, prácticamente una recopilación de historias cortas que giran en torno a Cale H...