No. 18. Me abandonó...

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Petición no. 1.

Au. Rok Soo mafioso. Adolescente Choi Han (tiene 13 años).

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Crei que no tendríamos invitados hoy. Rok Soo bostezó, masajeando su hombro con suaves movimientos prácticados, la sirvienta que había ido a despertarlo, lo seguía con una camisa en el brazo y una bandeja con su desayuno.

"Maestro, use una camisa, por favor", Adeleih se rehusó a levantar la vista, caminando con prisa tras su maestro. "Se resfriará".

"Estoy bien", le respondió Rok Soo, haciendo una mueca cuando rozó sin querer el vendaje en su pecho desnudo. "La tela tira del vendaje".

"Le buscaré una bata, entonces", miró de reojo a una de sus compañeras, sus frios ojos la hicieron caminar mas rápido lejos de ellos. Que descaro, pensó, espiando al maestro tan abiertamente.

Rok Soo tarareó, sin comprometerse.

Adeleih suspiró, derrotada. "Al menos use zapatos".

Lo siguió escaleras abajo, dandole el desayuno y la camisa a su compañera que los esperaba en la planta baja, mirando al suelo.

"¿Jung Soo?".

"El señor Choi lo espera en el recibidor", informó Susanne. "Tiene un...invitado".

Rok Soo aceptó la bata que le extendió Adeleih y se dirigió al recibidor, dejándolas atrás.






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Quédate abajo, quédate abajo, quédate abajo, Jung Soo lo apretó cada vez más fuerte contra el piso, Pero solo parecía alentar las luchas de la pequeña bestia. Deja de pelear...

Taeyong, que lo había recibido en la casa, dio una reverencia al ver entrar a Rok Soo. "Buenos días, maestro", ella se acercó a ofrecerle una taza de té para calentar sus manos.

Rok Soo apretó los labios, mirando al niño que Jung Soo sometía contra su piso. "¿Qué es esto?", preguntó con suavidad, mirando a su mejor amigo.

Jung Soo estaba acuclillado en el suelo, presionando al chico con su rodilla y su palma, golpeando la cara del niño contra el granito cuando se volvía demasiado agresivo, había una sonrisa en su boca, amable y encantadora, como siempre, pero sus ojos eran tormentosos. "Mi hermana dejó esto en la puerta hoy", respondió. "Una ofrenda para que perdones la deuda de su esposo".

Rok Soo se detuvo, estaba casi sobre Jung Soo, sus pies descalzos a centimetros del niño que finalmente empezaba a cansarse. Estiró su mano y acarició el cabello de Jung Soo, tarareando. "¿Qué quieres hacer?".

Jung Soo dejó de sonreír, sus hombros cayeron y lucía tan derrotado. Teniéndolo tan cerca, recargó su cabeza en la pierna de Rok Soo y cerró los ojos, encontrando calma en esa mano fria que era calida en su dulzura. "No lo sé".

Rok Soo asintió, deteniendo sus movimientos, solo dejando su mano ahí, en la cabeza de Jung Soo como un peso reconfortante. "Entonces me haré cargo".

Abrió los ojos, cansado. "Está bien".

Jung Soo soltó al niño brevemente, y luego lo agarró del cuello, estrangulandolo, el niño ahora se retorcía por la asfixia, intentando llegar a él en esa posición incomoda. Jung Soo no lo soltó hasta que dejó de moverse.

Taeyong se acercó y arrastró al niño, alejándolo de ellos, era lo suficientemente fuerte para alzarlo sobre su hombro sin ninguna dificultad.

Rok Soo se centró en ella brevemente. "Búscale una habitación y vigilalo de cerca", intentará irse.

"Entendido, maestro".

Con el suave click de la puerta, Jung Soo se sentó sobre sus rodillas y abrazó la cintura de Rok Soo con ambos brazos, dando respiraciones cortas y aceleradas. Rok Soo volvió a acariciarle el pelo, con su otra mano lo sostuvo de la nuca, reconfortandolo en su agarre firme.

"La hermana que yo conocía nunca habría entregado una parte suya por otra persona...el monstruo que me entregó a este niño no lo conozco", no lloraba, Rok Soo habría preferido que llorara. "Cuando inicié y te seguí...ella ni siquiera me dejaba verlo, decía que yo estaba sucio y no merecía verlo", se rió, aferrándose a él con toda su fuerza, temeroso de que Rok Soo tambien viera lo sucio que estaba. "Pero hoy se acercó a mi y lo arrojó a mis pies, suplicando por su marido...se parece a nuestra madre ahora".

Rok Soo lo escuchó pacientemente, esperando, entendiendo el olor a tristeza.

"Pero no me arrepiento de haberte seguido", sintió que debía decirlo, levantó la cabeza y lo miró a los ojos. "Nunca podría, Rok Soo, lo sabes, ¿verdad?".

Encontrándose con su mirada, Rok Soo le sonrió, pequeño y cálido. "Lo sé y lo agradezco".

Choi Jung Soo le devolvió la sonrisa, luciendo terriblemente agotado.

"Vamos a descansar, Jung Soo", lo hizo levantarse, arrastrándolo con él hacia la puerta. "Lidiaras con esto cuando te sientas mejor".

Dejó que Rok Soo lo guiara. "¿Y si nunca me siento mejor?".

"Me tienes para hacerlo por ti".





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Kim Rok Soo ladeó la cabeza, No sé parecen mucho...ah, son los ojos, ahi esta el parecido. "Deja de luchar".

Choi Han le escupió en la cara, forzando su arma improvisada más profundamente en la palma del hombre sobre él. "¡Déjame ir!".

Rok Soo ni siquiera parpadeó ante su insolencia. Se quedó quieto, aún erguido sobre el chico en la cama, dejó de luchar contra el fragmento de porcelana que cortaba su palma.

Cuando Choi Han vio la sangre, se congeló. Sin quererlo, el agarre en su arma se soltó y se le cayó.

No, no, no. Ver a este hombre sangrar se sentía mal, tan mal, tan mal, se sentía tan mal que agarró la muñeca del hombre y apretó su mano contra el corte, intentando detener el sangrado. No, no, no, deja de sangrar, deja de sangrar, deja de sangrar.

Choi Han hipo cuando la mano sana del hombre la acarició la mejilla.

"Shhh, está bien, no llores, está bien", Rok Soo lo arrulló, girandole la cara para que se centrara en sus ojos y no en su mano. "Sanará, solo es un corte pequeño, no me duele".

Choi Han sollozó, retorciéndose en el agarre del hombre. "D-Dejame ir", lloró.

"¿A dónde?", preguntó Rok Soo, apartandole el pelo de la cara. "¿Quien va a acogerte sino nosotros, niño?", preguntó, sin compadecerlo. "Te dejaron aquí como un regalo para mi".

Choi Han sacudió la cabeza, incapaz de seguir mirándolo. "¡Ella volverá por mi!".

Rok Soo agarró su mandíbula con ligereza. "Ella te dejó aquí".

Dejó que el niño lo abrazara y llorara en su hombro, lo dejo aferrarse a él y pedir su consuelo, Kim Rok Soo lo dejó buscar su protección porque este era el pequeño sobrino de Choi Jung Soo.

"Ella no vendrá".





"Ella no vendrá"

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Estoy viva!!!!

Lamentablemente.

Espero que estén bien y si sana haya sido tranquila.

1000 años aún es poco tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora