Capítulo 3: "La Deuda"
Un día, mientras Clarence estaba en su habitación, escuchó una discusión en la sala. Sus padres estaban hablando en voz alta, algo que rara vez hacían. Intrigado y preocupado, Clarence se acercó sigilosamente a la puerta para escuchar.
Lo que escuchó le heló la sangre. Su padre estaba hablando de una deuda, una deuda enorme que había aparecido en su tarjeta de crédito. Más de doscientos mil dólares en cargos que él no reconocía.
Clarence sintió que el mundo se le venía encima. Sabía que esos cargos eran su culpa, que eran el resultado de su descarga ilegal. Pero no sabía cómo decirles a sus padres la verdad.
La discusión continuó durante horas, con sus padres tratando de averiguar cómo habían acumulado tal deuda. Hablaron de llamar al banco, de informar los cargos como fraudulentos, de contratar a un abogado. Pero Clarence sabía que nada de eso ayudaría. Porque la culpa era suya.
Esa noche, Clarence apenas pudo dormir. Se quedó despierto, pensando en la deuda, en los problemas que había causado, en el miedo de ser descubierto. Sabía que tenía que decir la verdad, pero no sabía cómo.
