Omega. |+18|

Capítulo 2.

Capítulo 2.

Semanas después..

Venus: 

Según Sally, han pasado más de tres semanas desde que llegué a este lugar, desde entonces he trabajado como esclava para los Betas de alto rango, aunque para ser honesta, hubiese preferido trabajar en las minas. 

Trabajo de casa en casa de cada Beta de alto rango de esta manada, trabajo como mucama junto a otra chica que es Omega. Ambas nos encargamos de la limpieza de sus casas y de sus desastres por supuesto.

La rabia de ver a los Omegas como incubadoras hace que mi ira se encienda. Las Betas no pueden embarazarse de otro Beta o Alfa, ya que su macho solo puede fecundar a las Omegas. El útero de las Betas no es apto para criar un bebé y por eso en cada casa de Betas, hay al menos un Omega que esta en cinta por dicho Beta. 

El Beta macho abusa del Omega sumiso, quienes son más rápidos en quedar en cinta ya que los recesivos no pueden hacerlo, yo en mi caso, no podría quedar en cinta si un Alfa me monta, tiene que ser mi mate y ese Alfa debe ser dominante, nosotros los Omegas dominantes y recesivos, solo cuidamos del Omega en cinta para que pueda tener un parto sano y fuera de peligro, ya que nosotros poseemos por naturaleza todos esos conocimientos y sabemos que hacer.

Es una lastima todo lo que este Alfa está haciendo con los Omegas, no es justo.

Mi compañera Alice, tenía un mate, un Beta de alto rango de esta misma manada y cuando ella lo encontró, fue asesinado por Alfas ya que ella era fértil hasta hace poco. Ha tenido seis bebés y todos han sido Alfas y Betas ya que ella es Omega sumisa. Todos sus bebes fueron arrebatados por los padres de estos y criados como suyos. 

Dentro de esta manada, las Alfas no pueden estar en cinta de otro Alfa o Beta, ya que su rango es tan fuerte, que la madre podría morir por el parto. Por eso las Alfas no poseen úteros. 

Alice dejó de estar en cinta hace unos meses ya que había tenido una perdida de forma espontánea y eso la llevó a que su útero no fuera capaz de engendrar, el Alfa Romano la dejo vivir por haber dado a luz a seis bebés Alfas y Betas, así que ella sirve como mucama. 

Me desconcierta verla feliz, pero de saber que ningún otro Beta o Alfa podrá tocarla más, lo que mas me da tristeza es que ella es una niña. Tiene quince años. 

—Cuiden bien de la Omega —escuchamos al Alfa de esta casa—, que coma lo necesario.

—Si Alfa —respondimos Alice y yo al unísono. 

No teníamos permitido mirarlos, ya que para ellos verlos era una ofensa terrible. 

Escuchamos como salieron de la casa. Hoy habia una fiesta en el palacio del Alfa, muchas personas habían venido desde muy lejos para celebrar el cumpleaños del Alfa y de una nueva cría que había nacido, su primer hijo Alfa dominante. 

Subimos hasta la habitación en donde estaba la Omega de la que no sabemos como se llama, ya que su boca está cocida. Verla a diario es una tortura, ver en sus ojos el miedo y la sumisión, hace que mi pecho se encoja, no es justo. 

—Hola linda —dije a penas entre a la habitación, su enorme vientre nos indicaba que pronto daría a luz—, te revisaremos. 

Darle de comer es difícil, ya que todo debe ser líquido. No es la única Omega que esta en ese estado, lo hacen para que los Alfas no las escuchen suplicar para que se detengan.