Sin prejuicios - Pedri Gonzáles.

Capítulo 2.

Joder.

Perspectiva de Pedri.

Hoy me levanté tardísimo, casi solo me levanté y salí directo al entrenamiento, antes fui a por a Gavi.

Llegamos a la ciudad deportiva, entramos a los vestidores y nos pusimos la equipación de hoy.

—Chicos, sala de reuniones. Ahora.— dijo Xavi de pasada, parecía importante.

—¿Que cojones pasará ahora?.— dijo un quejunbroso Gavi.

—Hay que averigüarlo.— dije dándole un golpecito en el hombro.

Nos dirigimos a la sala de reuniones, todos ya estaba ahí o al menos la mayoría, nos sentamos en el centro.

—Ya estáis todos?— dijo Xavi parándose frente a todos.

Asentimos y empezó a darnos la noticia.

—Bien... Les había dicho que estábamos necesitando a un Fisioterapeuta, pues ya hemos encontrado a alguien pero...— nos miro espectante. —Es una chica—

Todos nos miramos extrañados, nunca habían traído a una Fisioterapeuta chica, siempre eran profesionales de entre 40 y 50 años, hombres normalmente.

—De que edad más o menos?.— dudó Eric.

—Tengo entendido que tiene 19 años, acaba de recibir su título, hará las pruebas acá pero si le va bien será permanente.— nos aclaró Xavi.

—Y está guapa?— preguntó un coqueto Ansu.

—No puedo responder esa pregunta porque aún no tengo el gusto de conocerla... Os pediré respeto para la chica, no queremos hacerla sentir incómoda, entendido?— dijo Xavi señalandonos a todos, el mister ya los conocía.

Todos respondimos afirmativamente, yo no estaba interesado en conocer chicas, solo quería dedicarme a jugar nada más.

Salimos de la sala de reuniones directo al campo, en el camino los chicos iban comentando cosas sobre la chica, sobre cómo sería o si nos acostumbraríamos a ser tratados por una chica, entre otras cosas.

Llegamos al campo y comenzamos a estirar para empezar, hoy tendríamos partido de práctica para nuevas alineaciones.

—Mirad haya.— dijo Ansu de repente.

—Alah— dijo Ferran viendo a la chica.

Una chica gordita, bajita, cabello rizado y muy seria, venía en nuestra dirección, por su vestimenta deduje que era la fisio.

—No tío, creí que sería diferent.— dijo Ansu con voz de... ¿Desilución?.

—¿Que tiene?.— dije sin pensarlo.

—Esta... Gordita, no?.— dijo sin dejar de verla.

—¿Y eso que?.— debí cerrar la boca desde un principio.

—No me digas que te gustó, Pedri— dijo Ferran mirándome.

—No es eso, ¿oíste lo que dijo Ansu?— dije en mi defensa.

—Entendiste mal, Ansu quiso decir que pensamos que sería más delgada  como las chicas que acostumbramos, como Sira.— me dijo rodeando mis hombros. 

—Ah vale.— dije mirando a la chica la cual miraba en nuestra dirección, parecía nerviosa.

Empezamos el juego de práctica, la chica nos miraba, asentía y escribía en su libreta o lo que sea, no dejaba de mirarme pero tal vez era por algunas fallas mías.

—Miras mucho a la chica Pedri.— me dijo Félix de repente.

—No, para nada.— dije desviando mi mirada.

—Pues ella no te quita la mirad de encima.— me dijo con tono de burla.

—Joder, me da igual.— corrí a por el balón sin dejar que me respondiera.

La chica se sentó en una de las sillas de la banca, Félix se acercó a ella.

Esa chica es extraña... Me da mala pinta.