Narradora
En cuanto ya no hubo nadie que estuviera cerca, lord Barkis salió de las sombras donde se escondió al momento de ver a Emily encontrarse con Víctor, y maldiciendo a éste último por haber irrumpido su intento por conquistar el corazón de la joven Edevane, se mordió los labios furiosos y se vio forzado a idear otro plan para acercarse su potencial víctima. A paso discreto se dispuso a entrar a la mansión.
Narra Víctor
Ingreso al salón justo detrás del Señor y la Señorita Edevane, y puedo ver a todas las personas que asistieron a esta fiesta solo para verla a ella, un mundo totalmente diferente del que estoy acostumbrado a ver, toda la opulencia y elegancia hacen gala de su presencia y para ser honesto, me siento bastante fuera de lugar en esta gran mansión, a pesar de portar mis mejores ropas, sé que no encajo con estas personas.
De pronto me encuentro en el centro del salón rodeado de muchos invitados, pero ninguno de ellos parece percatarse de mi presencia, todos están tan ocupados con sus conversaciones y bebiendo vino y demás licores caros.
—¡Víctor allí estás! —Oigo la estruendosa voz de mi madre alzando la mano y llamándome; me volteó para verla ingresar junto con mi padre y un sirviente de la familia Edevane que los escoltaba. Ahora mismo paso de sentirme no perteneciente a este lugar a sentir vergüenza de mi mismo y desear que mis padres no hagan algo que nos pueda meter en problemas; a decir verdad, también temo de mi mismo, y creo que está bien que pasemos desapercibidos ante estas personas.
Mis padres llegan hasta donde estoy y veo que el señor Edevane aún sigue cerca de mi, por lo que trato de ocultar mi nerviosismo y verme lo más recatado posible, solo espero que no me haya visto dubitativo por estar aquí. Al intentar relajarme, parece que ya no temor de cometer alguna equivocación y siento confianza en mi mismo.
—¡Mucho gusto, encantada de conocerlo, usted debe ser el señor Edevane, uno de los hombres más ricos e influyentes de Londres—esa confianza en mi mismo así como llegó, se esfumó en cuanto mi madre extendió su mano para que el señor Edevane la besara, lo cual él sólo toma cortésmente.
—Soy la señora Nell Van Dort, y este es mi esposo el señor Will, vamos preséntate como se debe —le exigió a mi padre.
—Ah por supuesto mi vida, mucho gusto señor Edevane —mi padre nervioso, se arregla su saco y estrecha su mano al señor Edevane quien responde igual su saludo.
—Es un enorme placer tenerlos aquí, la verdad es que mi pequeña Emily ansiaba tener a la mayor cantidad de personas importantes reunidas esta noche para celebrar su milagrosa recuperación—. Esa mención a su hija me hizo caer en cuenta que ella estaba cerca de mi, solo con cierta distancia de mi alcance, voltee a verla y ella pareció sentir mi mirada pues volteó igual y abrió ligeramente los labios para después cerrarlos y desviar la mirada de mi.
Ella se acerca a saludas a mis padres haciendo una reverencia, y ellos responden de igual manera al gesto, sobre todo mi madre quien le pareció fascinante ser saludada así. Ambos le agradecieron por la invitación y le dieron palabras de ánimo por la recuperación de su salud.
La fiesta siguió y mis padres probaron de todos los aperitivos y recorrieron todo el salón tratando de socializar con los invitados, lo cual para mi sorpresa resultó bastante mejor de lo que esperaba, mientras yo trataba de mantenerme al margen de los demás y solo caminaba en círculos admirando el interior de la casa y disfrutando de la música de la orquesta.
—¡Oh, señorita Edevane es usted! —No se me ocurre nada mejor que decir más que eso al toparme con ella de frente, nuestras narices casi se rozan, pero pude dar un paso atrás para evitar volver a chocar con ella.
—Ah, si soy yo, y usted es el joven Van Dort—me responde con una sonrisa extraña y la miro un poco nerviosa, tal vez la estoy incomodando, no quiero que se sienta así, tal vez debería alejarme de ella.
—Yo, solo estaba por aquí, pero la dejaré, ah, disfrutando de su fiesta y eh, espero que, realmente esté muy bien —trato de sonreír y muevo mis brazos con algo de torpeza al intentar despedirme, y me doy una media vuelta.
—¡Víctor espere! —su voz resuena en mi cabeza y siento como si todo mi cuerpo se estremeciera al oír su voz pronunciar mi nombre.
—¿Si? —Dije de inmediato y me acerqué más a ella, como si un impulso me hubiera empujado de vuelta a ella.
—Yo, solo…
—¡Emily ahí estás! —Una voz femenina la interrumpe y al momento veo a una joven de cabello oscuro llegar hasta nosotros, no sé si sentirme aliviado o frustrado.
—Usted debe ser Víctor Van Dort, encantada de conocerlo, mi nombre es Harriet Edevane, soy la hermana mayor de Emily, ella me ha hablado tanto de usted que siento que lo conozco de toda la vida, pero no tanto como mi hermana por supuesto.
—Ah, igualmente estoy encantado de conocerla señorita Edevane, no tenía conocimiento que le hayan hablado sobre mi —me siento tan extraño en este momento, ¿cómo es que no puedo recordar haber conocido a esta familia antes? Y sobre todo a ella, ¿cómo podría haberte olvidado Emily?
—Harriet, hermana. ¿Qué haces? —La oigo decir.
—¡Oigan el vals está a punto de comenzar, ¿no le parecería apropiado ser el primero en bailar con mi hermana esta noche —Me miró con mucho entusiasmo.
—Pero señorita yo no sé bailar—trato de zafarme de esta situación de la que siento haré el ridículo.
—No es tan complicado señor Van Dort, solo tiene que hacer lo mismo que lo demás, imite los movimientos de los otros caballeros que bailan y todo saldrá bien —Al parecer la Señorita Emily tampoco esperaba pasar por esto y es Harriet quien nos indica la posición para poder bailar y en un abrir y cerrar de ojos tengo a Emily Edevane frente a mi mientras sujeto su cintura y su mano y ella toca mi hombro y la siento perturbantemente cerca de mi.
La música comenzó a sonar todos comenzaron a moverse alrededor y yo hice lo que la Señorita Harriet me dijo, imitar los pasos de los demás, lo cual hizo que me sintiera bastante torpe pues no podía enfocar mi mirada solo en Emily, Emily, ¿Por qué ahora solo digo su nombre con tanta familiaridad?
A pesar de la música y la cercanía siento un enorme silencio y barrera entre nosotros, no quiero eso.
—Ah señorita Edevane usted había dicho que ya nos conocíamos, sin embargo no lo recuerdo con exactitud, lo que me parece muy extraño —Dijo sin tapujos. Por alguna razón, el sonido de la música y nuestros pasos que comienzan a sincronizarse bien me hacen soltarme y tener más confianza al momento de hablarle, es como si esa barrera entre nosotros se hubiera disipado en cuanto pronuncié la primera palabra.
—¿Y por qué le parece extraño Víctor? —Me mira curiosa, como si tuviera la respuesta a algo que la inquieta.
—No soy el tipo de persona que olvida fácilmente, lo recordaría.
—Se oye tan seguro, como si pudiera jurar que no olvidaría un encuentro fortuito entre nosotros.
—Pues, como podría haber olvidado conocer a una señorita tan hermosa como usted, eso es algo que jamás podría olvidar, incluso si hubiera pasado hace mucho tiempo—. Las palabras salieron de mi boca como las hojas de los árboles llevadas por el viento, sin ninguna dificultad y al ver la impresión en su rostro luego de un marcado rubor en sus mejillas, caí en cuenta de lo atrevido que fue lo que dije.
—¡No, espere, no se lo tome a… no quise decir, n-no es que no lo sea, lo que quiero decir —. Los nervios regresaron a mi y mis manos comienzan a temblar y me muevo torpemente, me alejo de ella y en un intento por recobrar la compostura choco contra unos de los meseros, lo que provoca que éste tire la bandeja de plata con todas las copas servidas en ella.
Ambos quedamos en el suelo y todas las copas de cristal se rompieron a nuestro alrededor.
—¡Víctor! ¿Está usted bien? —Veo que se acerca a mi y sujeta mi cabeza gentilmente con su mano para acercarme a ella, mi corazón se acelera de solo sentir su mano tocándome, por mucho que intento no logro tranquilizarme de esta desconcertante sensación. Sin embargo salgo de mi hipnosis y veo al resto de invitados mirándonos de una manera extraña y prejuiciosa, me doy cuenta que la Señorita Emily es soltera y está en edad para contraer nupcias y si la ven teniendo un trato sospechoso con un hombre que no pretenda ser su prometido, esto podría perjudicar su reputación. No quisiera que se metiera en problemas por mi culpa.
—Señorita Edevane, no debería portarse con tanta familiaridad conmigo, las personas podrían pensar mal de usted, no se preocupe por mí…
—Eso no me interesa en lo más mínimo, ambos sabemos que no es así, y además solo me preocupa que usted se encuentre bien —Me interrumpe y me dirige una sonrisa y siento que es exclusivamente mía y solo mía y una gran calidez invade mi corazón de nuevo.
—Yo… —me mira con mayor énfasis esperando una respuesta positiva, pero no sé si referente a mi estado de salud o a alguna otra interrogativa.
—…me siento mejor ahora —. No puedo evitar sonreírle de vuelta y esta vez en un movimiento más consciente y voluntario que espontáneo, mi mano se dirige a la suya y la tomo firmemente, como nunca antes habría hecho en mi vida con la mano de alguien.
Ese momento tan íntimo entre ella y yo se vio interrumpido por sus padres que llegaron rápido hasta nosotros preocupados por su hija.
—Emily querida, ¿estás bien? —preguntó su madre quien la ayudó a levantarse.
—Estoy bien madre, es al joven Van Dort a quien hay que atender, pues chocó por accidente con Edgar mientras bailábamos—Intentó explicar.
—Oh santo cielo, espero que se encuentre bien joven, nuestros sirvientes lo atenderán si necesita algo y le daremos un cambio de ropa apto, está todo manchado de vino—exclamó preocupada la señora Edevane quien hasta este momento conocí.
Me puse de pie junto con el sirviente quien también lucía algo desaliñado por la caída y vi todo el desastre que había causado con mi torpeza.
—Yo, lo lamento mucho, no fue mi intención arruinar esto, les pido disculpas…
—Para nada joven Víctor—, me interrumpió el señor Edevane.
—Esta noche usted es un invitado en nuestra casa y lo trataremos como es debido, esto fue solo un accidente, del cual me encargaré.
—Amigos, sigan disfrutando de la fiesta y olviden este penoso incidente, no estamos aquí para lamentarnos, sino para celebrar, Edgar limpia esto cámbiate el uniforme, y trae otra ronda más de vino para todos y usted venga conmigo joven Van Dort, arreglaremos su aspecto en un santiamén.
Narradora
La fiesta trascurrió con normalidad el resto de la noche, sin embargo un invitado que pasó desaparecido, presenció todo y pudo constatar la atracción que hubo entre Emily Edevane y Víctor Van Dort. Tendría que deshacerse de Víctor cuanto antes si no quería perder la oportunidad de tener a Emily entre sus garras, pero eso solamente haría más complicado y tardado su plan, tendría que buscar otra estrategia, estaba tan concentrado en su hilo de pensamientos, hasta que algo en el exterior le hizo volver a la realidad, sintió algo que chocaba contra él.
—Disculpe señor, no lo vi —oyó una voz femenina hablarle y cuando volteó a ver de donde provenía, vio cerca suyo a una hermosa joven de cabello castaño y lacio, ojos azules y unas mejillas muy sonrosadas. De inmediato él respondió a la disculpa de la chica.
—Oh no tiene porque pedir disculpas señorita, el tonto fui yo al no notar a tan hermosa flor caminando por aquí, me disculpo por haber entorpecido su paso, espero que genere un mal pensamiento sobre mi, y sobre todo—hizo una pausa y se inclinó para tomar su mano y besarla con delicadeza—,espero que este tipo de encuentros con usted sea más frecuente dicho esto se marchó dejando a la joven impresionada y prendada de él, quien no tuvo descaro en mostrarse así de seductor, pues supo quien era ella.
—O podría cambiar de objetivo —pensó. Al ya no tener ninguna oportunidad con Emily, decidió cambiar de objetivo, uno más manipulable y vulnerable: la hija menor de los Edevane, Clarisse, no sin antes persistir en su idea de deshacerse de Víctor Van Dort en el camino.
Continuará…¡¡¡¡¡Y aquí está la segunda parte del capítulo!!!! Como le debía jajsjaj, siento mucho la demora pero quería que este capitulo quedara lo mejor posible.
Muchas gracias por sus comentarios, y no se preocupen, responderé a cada uno de ellos.
Hasta aquí mi reporte Joaquín, nos vemos en el proximo cap.
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Mi Segunda Oportunidad (Emily x Víctor)
FanficDespués de convertirme en cientos de mariposas, mi alma fue dirigida a un lugar que yo esperaba que fuera el más allá, pero no fue así, desperté en mi antigua habitación: la que tuve cuando vivía con mis padres y mi cuerpo estaba vivo otra vez, ¿pod...