Mi Segunda Oportunidad (Emily x Víctor)

Dancing On The Light

Narra Víctor

—Tengo que calmarme, sólo iré a su casa a devolver el traje de gala que me prestó su padre, no me tardaré mucho, y es muy probable que no la vea y que me reciba el mayordomo, y luego de eso me iré —me repetía eso una y otra vez; seguí caminando con paso firme y un vuelco en el corazón de tan sólo pensar que estaré cerca de ella otra vez. Llevaba el traje de su hermano en una pequeña maleta de cuero, al principio mi padre pensaba enviar a alguien a devolver la ropa, pero de inmediato mi madre dio la sugerencia, mejor dicho, exigencia de que fuera yo quien viniera a entregar el traje, igual cuando me exigió tocar el piano esa noche, aunque a decir verdad, no fue tan desagradable esa experiencia.

¿A quien quiero engañar? Ella debe creer que soy un tonto, a pesar de que la noche terminó mejor de lo que esperaba, siento que sólo hice el ridículo delante de ella.

Retrospectiva

Me puse de pie junto con el sirviente quien también lucía algo desaliñado por la caída y vi todo el desastre que había causado con mi torpeza.

—Yo, lo lamento mucho, no fue mi intención arruinar esto, les pido disculpas…

—Para nada joven Víctor—, me interrumpió el señor Edevane.

—Esta noche usted es un invitado en nuestra casa y lo trataremos como es debido, esto fue solo un accidente, del cual me encargaré.

—Amigos, sigan disfrutando de la fiesta y olviden este penoso incidente, no estamos aquí para lamentarnos, sino para celebrar, Edgar limpia esto cámbiate el uniforme, y trae otra ronda más de vino para todos y usted venga conmigo joven Van Dort, arreglaremos su aspecto en un santiamén.

Me hizo una seña para indicarme que lo siguiera a otra habitación de la casa y detrás venia quien parecía ser su hijo, pues era bastante parecido al señor Edevane. Estoy seguro de que mis padres vieron todo el caos que causé y ahora mismo mi madre debe estar furiosa, nos invitan a una fiesta refinada y yo hago el ridículo frente a todos.

Entramos a lo que parece ser una habitación llena de muebles y algunos jarrones y una gran cama de edredones azul grisáceo; el silencio se siente tan prolongado cuando estamos los tres solos aquí.

—Theodore, crees que podrías prestarle uno de tus trajes al joven Van Dort —oigo hablar al señor Edevane.

—Oh no, por favor no quiero causar molestias —protesto de inmediato.

—Oh para nada joven Van Dort, es lo menos que puedo hacer por usted esta noche, no puedo permitir que vuelva a esa fiesta con su traje en esas condiciones, esta es la fiesta de mi pequeña hija que ha recuperado su salud y quiero que sea perfecta para ella, y estoy seguro de que usted no se opondría a ello, ¿verdad? Además Emily estaba muy deseosa de invitar a usted y a su familia al banquete, yo creo que no querrá decepcionarla.

—¿Ella lo estaba? —De pronto un fuerte calor en mis mejillas llega para atormentarme, no sé que es lo que está pasando aquí, pero creo que me agrada.

—Aquí está el traje padre, creo que este es el correcto —oigo decir al joven que creo recordar se llama Theodore, no me había percatado que mientras hablaba con su padre, él se dispuso a buscar un traje apropiado para mí, se acerca para indicarme que lo tome, pero yo dudo en recibirlo y dirijo la mirada al señor.

—¿Entonces qué dice joven Víctor? Acepte este pequeño préstamo, disfrute la fiesta y en especial, ayúdeme a hacer feliz a mi hija esta noche, no sabe cuanto significa para nuestra haberla podido recuperar —No se puede decir que no a una petición como esta, además no terminé de bailar con ella, que descortés de mi parte, debe estarme esperando, mi padre siempre dice que nunca se debe hacer esperar a una dama; así que con total seguridad tomo el traje y le doy las gracias al señor y a su hijo.