SER ADULTA

CAPITULO 5

El día comenzó ya mal desde las 6 de la mañana , hora que había comenzado a levantarme para tomarme el primer café del día en total soledad y silencio.

Me di una ducha rápida , ropa limpia y esa hora previa al inicio del movimiento del resto de habitantes - invitadas incluidas- me serví el café en el sofá, puse el canal de noticias y entre tanto , leía todo lo que las nuevas notificaciones del móvil me marcaban.

La presentadora informaba sobre las actualizaciones de la declaración de la renta que se daría a partir del próximo año y en cómo se traducía eso en porcentajes a la hora de pagar : ¿ en qué momento pensé que era buena idea dejar de ser asalariada?, aun estoy a tiempo para ser funcionaria y aun sabiendo que aunque fuera muy tentador no daría el paso, me puse a googlear el sueldo que obtendría si aprobase un examen estatal para ser inspectora de hacienda definitivamente me confundí de camino.

Después de subidas de impuestos , llegó la iniciativa de la subida de sueldo mínimo en los primeros años de gobierno '' lo que se debería hacer es pagar el sueldo en bruto y que la gente supiera lo que realmente se paga al estado''.  Apagué la televisión antes de que empezara a salir imágenes de alguna guerra internacional.

Me encantaría haber gritado gilipollas, ¿ pero a quien ? ¿al presidente?, ¿a mi misma por no haber pensado nunca en ser funcionaria ?, ¿a mis padres por no ser como la mayoría de españoles que empujaban a sus hijos a las oposiciones?, ¿a Ana por joderme la vida ?, ¿ a mi por haberme sentado con Ana en esa coctelería en vez de volver con mis amigos ?, ¿al creador de las navidades?,¿ al colegio por montar veinte mil mierdas durante la última semana de trimestre como si no tuviéramos nada más que hacer que estar allí viendo niños ajenos incapaces de reproducir la escala con el violín? , ¿a mis hijos porque sus actividades salvo la de robótica de Sofia, el resto eran un aburrimiento y nos lo teníamos que comer todo con una sonrisa ?, ¿a mis padres por no coger el coche e insistir en el avión?, ¿a mis cuatro abuelos por ser tan pesados con que si no era yo, al menos que  fuesen mis hijos a la nochevieja con nuestra familia ? , ¿ al padre de Ana por haber nacido el 31 de diciembre reteniéndonos siempre en la montaña cada final de año ?. Gilipollas a quien haya dejado el estúpido cartón de leche vacío en la nevera,- concluí.

En realidad ,tras haber insultado a la mayoría de la gente que conformaba mi vida me quedé relajada. A mis hijos los dejé casi al margen no porque no tuviera ganas de incluirlos pero no sabía si era muy correcto que una madre llamase gilipollas seguido de una larga lista de motivos a niños de 7 y 10 años.

Mi libre estancia silenciosa mañanera terminaba cuando escuchaba a Ana levantarse e ir al baño. En ese momento, me volvía a mi ahora ya habitación con otro café que esta vez sí que terminaría, haciendo tiempo hasta que llegara la hora de levantar a aquellos niños que no eran gilipollas que solo era yo de mala leche. Una mala leche que cada vez me costaba más controlar.

Irene estaba revolviendo toda su habitación buscando el guion de su obra de teatro. ¿cómo podía ser tan desastre?. Perdía absolutamente todo y lo peor es que no se daba cuenta que no sabía dónde estaban las cosas hasta que las necesitaba. La frase típica de '' lo raro es que no pierdas la cabeza '' en el caso de mi hija se cumplía al cien por cien .

Ana se encontraba en el porche con los otros dos tocando por vigésima vez esa estridente melodía navideña con África y Carmen como espectadores. Creo que todos agradecíamos que yo no tuviera ni idea de tocar ese instrumento pues si así fuera, también estaría casi gritando a Manuel a quien escuchaba quejarse a Ana que Sofía no le ayudaba y su hermana contestándole. Podría perfectamente reproducir la actitud que estaría teniendo Ana: callada mirando a ambos fijamente y cuando volvía el silencio soltar un : continuemos . En realidad su estrategia era mejor que la mía , funcionaba casi al cien por cien y era más rápida y eficaz.