Capítulo 23 (Parte II)

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Pov Kangmin.

Me removí en la cama completamente cansado. La luz que se filtraba por las cortinas me fue molestando poco a poco, mi cabeza dolía y quería dormir un poco más.

Rodé sobre la cama y le di la espalda a la ventana para que no me molestaran más los rayos del sol, estiré mi brazo y sentí como podía abrazar el cuerpo de alguien a mi lado.

Abrí los ojos y me levanté rápidamente, fue un error, mi cabeza comenzó a doler todavía más. Solté un quejido por el dolor y miré entrecerrando los ojos al cuerpo que se encontraba a mi lado.

Dongmin se encontraba con la manta hasta la cadera, no llevaba camisa, pequeñas y moradas marcas recorrían toda su piel desde su cuello hasta su cintura.

-¿Qué demonios fue lo que sucedió? -pregunté alterado, mi boca se sentía seca y mi voz se escuchaba rasposa, decidí despertarlo moviéndolo de un lado a otro.

-Binnie no seas tan malo, déjame dormir un poco más, mi cabeza me está matando -dijo con su voz ronca y tallando sus ojos. Una vez abrió los ojos me miró fijamente durante unos minutos-. ¿Tú qué haces aquí? -preguntó una vez se aseguró que no era una visión.

-No tengo idea, ni siquiera sé donde estamos, lo único que sé es que mi cabeza y caderas duelen, ambos estamos desnudos y con marcas de besos y mordidas en nuestros cuerpos -dije tratando de explicarle la situación.

Dongmin me miró alarmado, una vez procesó toda la información, se levantó de la cama con un chillido, agarrando la manta para cubrirse.

-¡Mi cadera! -gritó al estar de pie y se dejó caer de rodillas.

-Emm... Yo no me preocuparía por eso ahora -le dije mientras señalaba su cuello.

-¡Oh Dios Santo! ¿¡Me marcaste!? -preguntó alterado. Se dejó caer al suelo hiperventilándose y casi llorando-. Oh mi Dios, Oh mi Dios, Binnie era el único que debía marcarme, esto no puede estar pasando.

Yo me levanté de la cama para acercarme a él, por desgracia un dolor punzante en mi trasero viajó hasta mi cadera, y me impidió levantarme correctamente, haciéndome caer al suelo. Mi mente procesó todos los hechos y solo llegué a una conclusión.

-¿¡Acaso tú no eras pasivo!? -le acusé-. ¡Mi virginidad! -chillé y Dongmin me miró tratando de decir algo, sin embargo se quedó callado y me señaló.

-Kan-Kangmin... Tu cuello está... Tienes una... mordida -dijo y yo toqué por todo mi cuello hasta sentir una especie de costra en la unión entre mi cuello y hombro.

-Pero, ¿qué...? -no puede terminar de preguntar, pues un quejido del otro lado de la cama se escuchó.

-Estoy tratando de dormir, ¿pueden callarse? -se escuchó una tercera voz, esta era algo ronca, pero no comparada a las de nosotros.

Dongmin y yo nos miramos para después acercarnos lentamente hasta donde provenía aquella voz.

Ambos pudimos observar el cuerpo de Bin tirado en el suelo, éste no traía nada más que su ropa interior puesta y su espalda cubierta de rasguños.

-¡Bin, despierta! -lo sacudió tratando de despertarlo mientras le gritaba. Yo le ayudé pellizcándolo y gritando de igual forma.

-¿Qué? ¿Qué ocurre? -preguntó despertando de golpe y levantándose, golpeándose en el proceso-. Agh, mi cabeza.

-Bin, ¿tú recuerdas algo de lo que sucedió? -preguntó Dongmin esperanzado.

-Pues... Sanha entró en celo, por lo que Minhyuk ordenó que nos fuéramos al hotel por unos días, nos lleváramos a Felix y no los molestáramos hasta que el celo de Sanha pasara -dijo haciendo memoria-. Hasta ahí es todo lo que recuerdo, lo lamento.

De repente mi teléfono resonó por toda la habitación, llamando nuestra atención. Dongmin lo tomó y me lo pasó. Era un número desconocido.

-¿Hola? -pregunté extrañado y la voz de Myungjun se escuchó del otro lado.

-¡Chicos! Me alegro de que estén bien -dijo suspirando en alivio.

-¿MJ? ¡MJ!, ¿tú sabes lo que ocurrió? -le pregunté a lo que hizo un sonido afirmativo.

-Si, al menos la mayoría... -dijo y puse la llamada en altavoz.

-¿Qué? ¿A qué te refieres?

-Recuerdo ir al hotel por las ordenes de Minhyuk, llevamos a Felix con nosotros, sin embargo era muy temprano, por lo que decidimos ver una película, al final nos aburrió y preferimos bajar al bar para divertirnos un poco, dejamos a Felix encerrado en su habitación y fuimos.

-¡Ya lo recuerdo!, pero no puedo recordar porqué terminamos en la misma habitación -comentó Dongmin.

-¿Minnie? ¿Qué haces con Kangmin?

-¡Es lo que yo quisiera recordar! -chilló y mi cabeza me taladró.

-Ya recuerdo, un beta se acercó y nos ofreció unas bebidas, nosotros negamos, sin embargo había una despedida de soltero, por lo que los tragos eran gratis y aceptamos, bebimos hasta la madrugada y al final Kangmin, Dongmin y yo fuimos a la habitación y... Bueno... Ya saben el resto -dijo Bin haciéndonos recuperar la memoria de lo que había pasado.

Mi rostro se coloreó de un rojo intenso al recordar como había rogado por que Bin me tomara mientras yo tomaba a Dongmin.

-Chicos... ¡Chicos! -gritó Myungjun de otro lado de la línea.

-Disculpa Myungjun, ¿decías algo?

-Si, que no estamos en el hotel, al parecer nuestra noche de diversión llegó tan lejos que Felix, Jinwoo y yo nos alejamos un poco, pero ya vamos de regreso, así que llegaremos un poco más tarde...

-¿Qué? ¿Por qué? ¿Dónde están? -preguntó Dongmin.

-En Tokio...

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El omega del alfa | Rocksan/SanhyukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora