Capítulo 41

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Pov Sanha.

—Todo está listo —me dijo Myungjun mientras los chicos salían con un par de maletas.

Los chicos decidieron que sin importar que opción utilizara, lo mejor era darnos un poco de espacio, así que, una vez terminamos de arreglar y adornar, los chicos fueron en busca de sus cosas. Irían al hotel una vez más.

—No olviden las reglas, cuidaremos de Felix y no saldremos de la habitación a menos que sea necesario y nada de alcohol —dijo Kangmin algo autoritario y Dongmin asintió junto con Myungjun. Mark y yo no entendimos a lo que se referían, así que solo nos encogimos de hombros.

—Bueno, ya nos vamos, Minhyuk debe estar desesperado, el doctor prometió darnos algo de tiempo después de entregar la carta, así que puedes ir y relajarte un poco —me dijo Dongmin y yo asentí avergonzado, mientras recordaba lo que decía la carta.

Los chicos se despidieron de mi y prometieron estar en el hotel por dos días contando lo que quedaba de este, así podría tener todo un día solo con Minhyuk.

En cuanto se fueron, suspiré, miré a mi alrededor y sentí algo de temor, la mansión era enorme, más grande que en la que vivíamos antes. Ignorando el sentimiento, puse un poco de música para relajarme
—también para que no hubiese tanto silencio— y fui a darme un baño. Mi cuerpo se relajó inmediatamente, suspiré al sentir el agua tibia, por desgracia no podía demorarme tanto, no sabía en qué momento llegaría Minhyuk.

Una vez terminé, salí con la toalla enredada a mi cadera y otra secando mi cabello, sobre la cama se encontraba la ropa que Myungjun había escogido. Me vestí sin darle tanta importancia, después me miré al espejo, no se veía tan mal, unos pantalones blancos ceñidos a mis piernas y caderas junto a una camisa de vestir azul pastel con mangas largas, pero dobladas de tal manera que solo tenía cubiertos dos tercios del brazo, y un pequeño chaleco con un tono gris muy ligero, que marcaba un poco mi figura. Era uno de los conjuntos que Minhyuk había comprado cuando me caí en el lodo.

Cepillé mi cabello e intenté arreglarlo lo mejor que pude, la verdad era que me había crecido un poco y era más difícil acomodarlo, no sé cuánto me demoré en buscar una manera que se viera decente, pero cuando miré el reloj de mi celular, me dí cuenta que eran las 19:37.

Me dirigí al comedor, miré que todo se encontrara perfectamente arreglado, habíamos batallado un poco en conseguir que se viera decente con las pocas cosas que teníamos en ese momento. Todos me ayudaron un poco, entre Bin y Kangmin movieron los muebles y colocaron una mesa redonda en el centro, Mark arregló la mesa, colocando un hermoso mantel blanco que caía hasta casi tocar el piso, unas pequeñas velas de medio círculo a los costados junto a unas pequeñas rosas, Dongmin me dio un par de copas junto a una botella de vino, Myungjun me ayudó un poco limpiado la cocina, ya que yo había preparado la cena, y él le había dado el día a la señorita del servicio que venía por las tardes.

Me encontraba inspeccionando que todo estuviera bien cuando escuché el sonido de la puerta abrirse. Mis nervios comenzaron a crecer rápidamente, pero me obligué a relajarme, tenía que seguir con lo planeado.

—Sanhie ¿Dónde estás? —escuché la voz de Minhyuk aproximarse al comedor. Sentí mi cuerpo vibrar, la voz de él se escuchaba un poco emocionada mientras canturreaba mi nombre.

Preso de los nervios no pude evitarlo, me escondí en la cocina antes de que Minhyuk llegara al comedor. Era vergonzoso... Mostrar una fase que no es característica de ti y mostrársela a esa persona que quieres asusta en ocasiones, intentar ser detallista, romántico, o incluso tomar la iniciativa no es algo que haga siempre, así que estaba un poco asustado porque algo pudiese salir mal. Negué con mi cabeza, no, tenía que ser positivo, esta era solo una fase del plan, no podía echarme para atrás, además, Minhyuk merecía que hiciera un esfuerzo, tanto así le quería.

El omega del alfa | Rocksan/SanhyukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora