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Sanha quería salir de ahí...

Todo estaba bien, al menos eso creía el menor, pues los tres omegas junto a Kangmin habían retomado su rutina escolar.

Claro, Minhyuk se opuso diciendo que no era seguro, pues el beta que lo había molestado seguía merodeando por ahí. Al final Sanha tuvo que recurrir a decirle que aceptaría las condición que él quisiera.

—Estoy algo cansado —dijo Myungjun, mientras recargaba su cabeza en sus brazos cruzados sobre la mesa de la cafetería.

—No recordaba el estrés académico de esta manera —suspiró Dongmin.

—Tranquilos, no es algo del otro mundo, así que resistan un poco más, solo quedan unas dos horas —dijo Sanha, intentando de alguna manera animar a los mayores.

—Admito que también estoy algo cansado, no recuerdo que en mi instituto los alumnos se comportaran de esa manera —dijo algo molesto por la atención que recibía.

Kangmin se sentía algo incómodo, algunos de los estudiantes se la pasaban susurrando a sus costados. Era ridículo, y quería gritarles a todos que se buscaran una vida.

Un grupo de omegas se acercó a la mesa donde se encontraban. Por el aspecto de esas chicas, Kangmin supuso que no eran muy agradables.

—Vaya, vaya... Pero si es el trío de los mejores amigos, ¿cómo están? —sonrió Won-young, una omega realmente hermosa y con un aroma muy llamativo y peculiar, chocolate con un toque de menta.

Ella era hija de uno de los empresarios más grandes de Corea, y por ello, ella presumía de su buena posición económica y sentía que debía ser tratada de manera especial. Algo que a los tres omegas les disgustaba.

Los omegas por su parte suspiraron. Kangmin frunció el ceño, no sabía quienes eran esas omegas fastidiosas, ya que jamás las había visto.

—Hola Won-young, ¿qué se te ofrece? —le preguntó Myungjun irritado.

—Yo solo pasé para saludar a mis queridos omegas favoritos —dijo y sonrió de una manera forzada—. Además, he oído que Dongmin ya pudo enganchar a un alfa, aunque muchos dicen que se trata de uno más de sus clientes que lo mordió por equivocación, sé muy bien que sin importar de quien sea, un omega debe estar orgulloso de mostrar su marca —dijo burlona, remarcando la palabra orgulloso y sus amigas soltaron pequeñas risas.

Todos se encontraban al tanto de que Dongmin había vuelto con una marca en su cuello, pues a pesar de que Lee se encontrara en una situación algo difícil para él, era feliz por poder llevar esa marca que tanto había anhelado y jamás la ocultaría. Aún si sus compañeros no lo entendían.

—Bueno... —suspiró Dongmin, no tenía caso discutir con la reina de las humillaciones públicas, así que solo desistió por el momento—. Estoy feliz de decir que aunque haya sido una equivocación, mi alfa me trata muy bien, así que no le veo problema —sonrió, pero sus ojos no se veían brillantes.

—¿Ustedes quienes son? —le preguntó Kangmin, metiéndose de repente a la conversación, él sabía que para Dongmin no era muy fácil hablar sobre su marca, y su lobo se había molestado por la forma en la que la chica lo había atacado frente a todos. Won-young lo miró de arriba a abajo y sonrió con burla.

—Soy Jang Won-young, y ellas son mis amigas, la verdadera pregunta aquí es, ¿quién demonios eres tú? —respondió de mala manera.

—Yoo Kangmin, ahora piérdete —le dijo algo fastidiado y la omega abrió los ojos sorprendida para seguido de eso, ponerse a reír, Kangmin frunció el ceño, era evidente que se encontraba molesto.

—Que buen comediante eres, muy bueno, Dongmin, ¿dónde puedo conseguir un perro guardián como este? —señaló y volvió a reír, su séquito rió junto a ella, era obvio porque ni siquiera las había presentado con sus nombres, solo eran omegas de relleno para hacerla destacar.

Kangmin sintió su pecho gruñir, pero Dongmin le tomó del hombro para retener cualquier ataque, Myungjun suspiró y se levantó junto a Sanha. Por su parte Sanha se colocó frente a los chicos para calmar las cosas. Myungjun solo cruzó sus brazos y esperó cualquier acción de parte de la omega.

—Won-young —le llamó y la omega inmediatamente le prestó atención—. Se está haciendo tarde, y si quieres comer algo, será mejor que te apresures —dijo actuando con falsa tranquilidad, algo que realmente sorprendió al beta.

Sin embargo, lo que más le sorprendió fue cuando la omega se sonrojó y asintió con una sonrisa radiante, ¿es que acaso esa omega era bipolar?

—Oh, mi lindo pollito, tienes razón, espero no haber interrumpido tu almuerzo, y mi hermano espera que puedas ir alguna vez a visitarnos, le he hablado maravillas de ti y quisiera conocerte.

—Lo pensaré, ahora solo desaparece, ¿de acuerdo? —dijo cansado.

—Si mi pollito, ¡ya escucharon! —gritó a su séquito para después despedirse de Sanha y desaparecer.

"¿Qué carajos acaba de suceder? ¡No tiene lógica! ¡Estúpidos omegas!" Pensó molesto el beta para dirigirse hacia Sanha buscando una explicación.

—Ella es una de mis compañeras —dijo y después se alejó, Dongmin fue detrás de él, definitivamente no le agradaba hablar de ella, por lo que miró a Myungjun. Sabía que le diría que acababa de pasar. Myungjun suspiró.

—No le digas nada de lo que acaba de suceder a Bin o Jinwoo, y mucho menos a Minhyuk —le advirtió y Kangmin asintió confundido—. Ella está enamorada de Sanha.

—¿¡Qué!? —preguntó sin creerlo—. ¡Pero es obvio que odia a los hombres omegas!

—Lo sé, sin embargo, Won-young no acepta que Sanha es un omega y cree que todo es gracias a que se junta con nosotros.

—Eso es imposible, solo con oler el aroma de Sanha debería saber que es un omega —respondió Kangmin, pero Myungjun negó.

—Tiene fantosmia —explicó Myungjun, pero Kangmin solo lo miró más confundido, así que aclaró un poco su garganta—. La fantosmia es un transtorno del olfato, es la sensación de percibir un olor que en realidad no está presente, así que aunque Sanha tenga aroma de frutos rojos, en la mente de Won-young, su aroma natural es de café con chocolate —le explicó.

—¿Entonces solo confunde el aroma de Sanha? —preguntó y Jin negó.

—Confunde a la mayoría de las personas, pero por alguna razón, Sanha es el único que ha recibido un aroma agradable —dijo con una risa—. La mayoría recibe olores simples o desagradables, como Dongmin, quien le dijo que su olor a césped no le era de su agrado —recordó.

—Si, si, pero eso que tiene que ver con que a Sanha no le agrade su presencia, jamás lo había visto portarse así.

—Oh, te diste cuenta —dijo Myungjun y su semblante se volvió serio—. Si, a Sanha no le agrada mucho porque el señor Jang quiere forzarlo a casarse con ella.

Kangmin se ahogó con su propia saliva y miró sin poder creerlo hacia la linda omega egocéntrica que se encontraba en una mesa lejana, riendo y haciendo comentarios.

—El señor Jang sabe que es un omega, ¿verdad? —le dijo Kangmin y Myungjun asintió. Eso debía ser una locura.

—Claro que lo sabe, pero dice que no le interesa, pues Won-young es una omega, princesa de papá, y cualquier cosa que quiere la consigue, además de que el señor Jang es un persona de mente abierta.

—Si, tampoco el problema en una relación omega-omega, pero no creo en eso de forzar al amor —dijo obvio.

—Yo tampoco —finalizó—. Kangmin, tú sabes lo que podría pasar en caso de que Minhyuk se entere, ¿cierto? Por lo tanto, queremos evitar cualquier encuentro desastroso, Sanha tiene miedo de que Park resulte herido, el señor Jang es una persona peligrosa, no tanto como Minhyuk, pero no debemos tentar a la suerte —le dijo, y con eso, el timbre sonó para regresar a sus clases.

Kangmin no pudo concentrarse, era obvio que se había enterado de algo inmenso, y sabía las razones por las cuales no decían nada, sin embargo él sabía que no era toda la información, había algo más...

El omega del alfa | Rocksan/SanhyukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora