Capítulo 26

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Pov Dongmin.

Tengo cuatro palabras que me describen: la vida me odia.

No sabía cuánto tiempo había pasado, solo sé que me encontraba sobre el sofá, Sanha no dejaba de llorar, Myungjun me revisaba de vez en cuando, y Bun... Me miraba fijamente, se podía ver en sus ojos que se encontraba igual de asustado que yo. Myungjun le había explicado la situación a los chicos, y aunque Minhyuk quiso probablemente reprochar y decir algo, se calló, sabiendo que no era el momento en intentando consolar un poco a Sanha.

Yo tenía unas inmensas ganas de llorar, era irónico, la mordida que estuve ansiando por dos años, o incluso durante toda mi vida, era la que ponía ahora mi vida sobre una cuerda floja. ¿Por qué tenía que resultar así?

—Bin, creo que deberían hablar una vez se sienta mejor —escuché a Myungjun decir, mientras Moon asentía y acariciaba mi cabello de alguna manera tranquilizándome.

—Sanhie, ven cariño, vayamos a que descanses un poco —le dijo Minhyuk a Sanha, quién me miraba preocupado, sin embargo sonreí levemente, para darle un poco de confianza. Todos desaparecieron de la sala, menos Bin y yo.

—Lo lamento tanto —dijo Bin a mi lado, yo suspiré. No tenía caso llorar sobre la leche derramada.

—E-Estoy bien, está bien... —le dije buscando de alguna manera mentalizarme. Bin negó con su cabeza repetidas veces, yo me senté—. Myungjun dijo que todo lo que teníamos que hacer era renovar la marca de Kangmin, e incluso dejar que él me marcara, así el flujo de dolor que podría haber en el vínculo no se estancaría en mi —le dije y él se tensó.

—No lo sé... Digo, Kangmin no me desagrada, pero... —dijo buscando las palabras, mientras yo me ponía a pensar.

No era tan malo... A mí no me disgustaba del todo la idea, desde que Kangmin había entrado a nuestro pequeño grupo, sabía que algo de él me llamaba la atención, cosa que terminé de confirmar cuando fuimos esa noche al bar.

—Minnie, no dejaré que te pase nada, soy tu alfa y haré lo que sea para protegerte porque te quiero, lo sabes, ¿no es cierto? —preguntó tomando mi rostro y haciendo que lo mirara fijamente a los ojos.

—Lo sé, por eso sé que puedo estar tranquilo —dije mirándolo con dulzura. Mi corazón volvió a latir con fuerza cuando me besó demostrándome cuánto me amaba.

No sabía cómo había terminado así, sin embargo no me quejaba del todo, pues aunque la vida me odiaba, sabía que no podría rendirme tan fácil, menos cuando mi alfa por fin decidió marcarme.

—Me he enterado de todo, y déjenme decirles que estoy de acuerdo —dijo Kangmin apareciendo y recargándose en la pared. Yo me separé de Bin rápidamente y lo miré sonrojado.

—¿Lo escuchaste? —preguntó Bin mientras se sentaba y Kangmin asentía.

—Saben, no es tan malo, yo solo tendría que acostumbrarme, además de que no quiero ser el causante de la muerte de Dongmin, ya suficiente cargo de conciencia tengo con el haberme metido en su relación así —dijo tratando de reír, pero fallando.

—No tienes que hacerlo si no quieres —le dije con una pequeña sonrisa—. No moriré, soy demasiado importante para morir, así que no tienes que vivir atado a nosotros si no lo deseas, un lazo se debe formar por amor, no por obligación —le dije y Kangmin me miró sorprendido.

La forma como Kangmin planteaba el plan, era una manera muy fría y monótona, yo no quería que Kangmin se acostumbrara a un amor-no amor, incluso Bin, quien tampoco le alegraba mucho la idea de marcar a Kangmin.

—Minnie, no estarás tratando de darte por vencido, ¿verdad? —preguntó Bin preocupado. Yo reí ligeramente.

—No, pero no quiero que estén unidos solo para salvarme, además, aún hay tiempo, podríamos buscar otra forma, nada es imposible —sonreí. De alguna forma me sentía positivo, quizá el saber que Bin tenía miedo a perderme me había hecho sentir así.

Bin y Kangmin se miraron, era obvio que no les desagradaba del todo la idea, pero eran demasiado orgullosos para admitirlo.

—No queda de otra —suspiró Kangmin para después mirarme—. No te preocupes Minnie, no sería un vínculo forzado, lo hago porque son importantes, mi lobo así me lo dice y creo que es tiempo de hacerle caso —dijo regalándome una sonrisa y yo me sonrojé. Mientras Bin me miraba.

—Cualquier cosa por ti —me dijo mientras acariciaba mi mejilla—. Intentaré llevarme bien con él, así que tú mi hermoso omega corazón de algodón, vivirás y no habrá más discusión del tema —sonreí enormemente y lo abracé con fuerza.

Ambos eran los mejores, y sentía como mi vida se iluminaba otra vez.

—Ya los amo a los dos —dije con una pequeña sonrisa burlona, pero diciéndolo de corazón.

—Si, si, lo que sea, debemos disculparnos una vez más con Minhyuk por todo lo que está pasando —dijo Bin levantándose.

Sin embargo Minhyuk ya se encontraba frente a nosotros listo para reprocharnos.

—Espero que con esto aprendan a medir sus actos, ya no son niños, saben que tendrán consecuencias, al menos me da un alivio saber que haya alguna manera de evitar esa tragedia —dijo y todos bajamos la mirada. Minhyuk era como nuestro hermano mayor, ya que Jinwoo era nuestro padre y Bin... Era como un niño.

Después de hablar por un rato, Sanha bajó y le explicamos que todo estaba bien, que no había de qué preocuparse, haciendo que volviera a llorar, pero de felicidad, este pequeño omega jamás cambiaría.

El omega del alfa | Rocksan/SanhyukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora