Priya despertó con la luz del atardecer golpeándole de forma directa en la cara ¿ Tantas horas habían pasado ? Se preguntó. Miró con los ojos entre cerrados, a su lado pudo distinguir a Amandla apoyada sobre el mostrador, era un momento tranquilo.
Amandla: - Mira a Priya y sonríe - Ya has despertado.
Priya: - Frota sus ojos - ¿ Qué hora es ?
Amandla: Las 18:30.
Priya: ¿¡ Ya !? - dice alarmada - ¡ He estado casi toda la jornada laboral durmiendo !
Amandla: Es normal, estabas agotada.
Priya: Qué vergüenza.... Seguro que los clientes me han visto dormir. Bueno, peor es pensar que tú te has tenido que ocupar sola de la tienda.
Amandla: No te preocupes.... No fue nada difícil. Cómo tu novia que soy ahora velaré por tu bienestar. Además, dijiste " nuestra tienda " ¿ no ? Entonces yo puedo ocuparme como lo estuviste haciendo tú siempre.
Priya: Eres tan buena, de verdad.
Amandla: - Ríe suavemente - Ahora sabes que te amo, obviamente me preocupo por ti.
Priya: - Besa su mejilla - Qué hermosa mujer tengo a mi lado.
Con mimos de por medio las mujeres comenzaron a limpiar y poner en orden la tienda, no quedaba mucho para el cierre. Hasta esos momentos de limpieza, actividad normalmente tediosa, se sentían como una montaña rusa de emociones para las dos, estaban más juguetonas que nunca, típico de una pareja recién formada. Tanto entretenimiento hizo que el cierre se retrasara unos minutos, pero no les pudo importar menos.
Ese bonito día el trayecto en moto fue espléndido, Amandla ya con toda seguridad se apoyaba cómodamente sobre Priya, la que se sentia agusto con el contacto físico de su novia. El ambiente amoroso se detuvo conforme la hindú se acercó a la puerta de su vivienda, sabía que le tocaba afrontar las consecuencias de sus malas acciones. No sabía exactamente cómo iba a estar Kashifa, nunca antes le había gritado de esa forma. Entró en completo silencio y se paró frente a la puerta de la habitación de su compañera.
Priya: - Resopla - No sé qué decirle....
Amandla: Sé que es complicado, pero ella solo quiere que estés bien. Discúlpate como se debe y lo entenderá.
Priya: Eso haré - gira el pomo de la puerta con lentitud -.
Amandla: Te espero en el salón.
Debajo de las mantas se podía distinguir un pequeño bulto, claramente era Kashifa. Priya la llamó en voz baja, no sabía si estaba despierta o no, pero no quería destaparla bruscamente. Parecía que la joven estaba descansando, pero justo cuando la hindú estaba por dejarlo para el día siguiente recibió respuesta.
Kashifa: - Destapa su cabeza - ¿ No estás enfadada ? Lo siento por lo de esta mañana.... No debería haberte preguntado por algo que te hace daño ¿ Fue Amandla a buscarte ?
Priya: Tú no eres la que debes pedir perdón, esa soy yo. Estoy sumamente avergonzada de haber sido tan agresiva contigo.... Para nada merecías ese trato de mi parte, más cuando estabas tratando de ayudarme y animarme - muerde su labio - No quería, pero me dejé llevar por la frustración y una innumerable cantidad más de sentimientos negativos. Pero no, eso no justifica nada, tienes derecho a estar no perdonarme si así lo consideras. Aún así te pido perdón.
Kashifa: - Se levanta y corre hacia Priya - Sé que no querías, te conozco y jamás serías agresiva conmigo de manera intencional - la abraza con fuerza - Claro que te perdono, una discusión puntual no hará que te odie.
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La media naranja de la esperanza
Historical FictionEn el contexto histórico del Apartheid nos adentraremos en la historia de dos interesantes mujeres , una excéntrica frutera hindú y una joven trabajadora africana . Las artificiales diferencias creadas por los artífices de dicho sistema de segregaci...