En otro lado de la vivienda las veinteañeras estaban ocupadas con las tareas domésticas. Amandla las llevaba acabo con una gran destreza, para ella ya era el pan de cada día realizarlas. La sorpresa se dió con Nomi, la joven africana observó como esa chica de piel pálida también mostraba ser una experta en ciertas actividades. Los platos los limpiaba con una rapidez sorprendente, ya tenía prácticamente el proceso automatizado. Amandla no pudo resistir preguntar.
Amandla: Perdón por interrumpir, Nomi
De inmediato la japonesa alzó la vista y la dirigió a la chica de piel negra, la que la miraba con ojos curiosos.
Amandla: Limpias los platos con gran destreza , ¿ a qué se debe ? - pregunta mientras levanta una de sus cejas -.
Nomi: ¿ Uh ? No hay es nada fuera de lo habitual, yo ayudaba con las tareas domésticas en mi casa. ¿ No es lo normal aquí ?
Amandla: Oh ... Perdón - dice algo avergonzada -. Déjalo, por un momento olvidé que vienes de otro lugar.
La japonesa, aunque confusa, dejó dejar pasar ese asunto.
Amandla: Cambiando de tema. Dijiste que tienes un hermano, ¿ verdad ?
Nomi: ¡ Sí ! Tengo un hermanito menor, su nombre es Jiro - sonríe de forma nostálgica -. Es como yo, pero en hombre ¡ Jajaja ! Bueno, también es un poco cabezota a veces.
Amandla: ¿ A qué te refieres con eso último ? - pregunta con un especial interés -
Nomi: Él siempre quería mi atención, es normal, es un adolescente que necesita a alguien que le comprenda y le haga caso. De hecho, le costó mucho aceptar a Yanin.
Amandla: ¿¡ Él sabía que es tu novia !?
Nomi: Él no lo sabía cuando marché de Japón, pero supongo que ahora lo sabrá.... En realidad me refería a que cuando éramos amigas le tenía muchos celos, porque empecé a pasar todas las tardes con Yanin por motivos de estudio.
Amandla: Oh, ya entiendo. Supongo que al final acabó aceptando a Yanin.
Nomi: Más o menos. En los últimos meses que estuvimos mi pareja y yo en Japón la trataba con más respeto, aún así seguía siendo muy dependiente de mí. - Suspira angustiadas - Me preocupa pensar como le sentó mi ida. Lo extraño tanto...
Amandla: Lo siento mucho, Nomi... Espero que pronto recibas respuesta por parte de él - apoya su mano sobre el hombre de la japonesa, dándole así aliento -.
Nomi: Gracias, Amandla. Espero lo mismo.
Amandla: El tema de los hermanos es tan complicado. Yo tengo tres hermanas y cada una de ellas tiene un carácter diferente. Con las menores no suelo tener grandes problemas, pero Saba, mi hermana mayor, es más complicada. Ella tiene unas creencias marcadas que suele poner por encima de todo, incluso de su propia familia. Saba está molesta por mi relación con Priya....
Nomi: Hazme caso, entiendo tu dolor. Mis padres jamás van a aceptar a Yanin.
Amandla: Lo tenemos tan difícil. Desearía poder ser feliz con Priya sin tener que afrontar ningún prejuicio o amenaza por parte del resto de personas. Ya lo tenía difícil por ser negra en el Apartheid, ahora lo tengo el doble de complicado. Al menos mi sexualidad puedo ocultarla, supongo.
Nomi: Te deseo lo mejor, Amandla.
Amandla: Lo mismo digo Nomi. Aún tienes una oportunidad con tu hermano y tu abuelo.
Las dos jóvenes tan diferentes físicamente pudieron sacar sus más profundas inquietudes con esa charla. La problemática en común con sus hermanos y sexualidad hacia posible una buena compresión entre ambas. Por un lado Amandla se sentía mal por todo lo vivido con respecto a Saba, pero por otra le alegraba ver un halo de esperanza en su conexión con Nomi. Juntas habían logrado cooperar en la realización de las tareas del hogar.
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La media naranja de la esperanza
Historical FictionEn el contexto histórico del Apartheid nos adentraremos en la historia de dos interesantes mujeres , una excéntrica frutera hindú y una joven trabajadora africana . Las artificiales diferencias creadas por los artífices de dicho sistema de segregaci...