Priya se levantó para ir a trabajar, estaba por despertar cariñosamente a Amandla cuando se dió cuenta de que no se encontraba a su lado. Con preocupación salió al salón, encontrando ahí a su pareja sentada en el sofá, ya estaba vestida.
Priya: Vaya, sí que has estado madrugadora hoy.
Amandla: Vístete tranquila, yo preparo tu desayuno - dice con seriedad -
Priya: ¿ Pasa algo ? - pregunta preocupada - No quiero que suene mal, para te noto extraña.
Amandla: Nada relevante.
Priya: ¿ Qué hay de tu desayuno ?
Amandla: Ya comí antes...
Priya: Voy a vestirme, pero después vamos a hablar ¿ está bien ?
Amandla: Bueno, vale.
La hindú tenía un mal presentimiento, como le había expresado a su novia estaba teniendo un comportamiento atípico, después de casi un año de conocerse y pasar prácticamente la mayoría de sus días junto a ella ya conocía bien su ser. Se vistió y salió de nuevo al salón, dónde la esperaba una Amandla igual de seria con una bandeja con zumo natural y galletas, la diferencia es que ahora se le notaba nerviosa.
Priya: - Se sienta - Antes que nada te agradezco que me hayas preparado este desayuno. Lo repito tanto que empalago de lo cursi que soy, pero eres un amor. Ahora bien, ¿ qué ha pasado ? Algo debió pasar antes de que yo despertara, ayer nos fuimos felizmente juntas a dormir. Quiero ayudarte una vez más, pero ahora siendo tu pareja.
Amandla: Priya, el problema es que aquí no puedes hacer nada, ni tú ni yo podemos.
Priya: Entonces te escucharé para intentar que te sientas mejor.... Aunque sea un poco - toma su mano -.
Amandla: - Ahora con la mirada acristalada mira la mesa, buscando la forma de expresarse - Fui a hablar con Saba, le conté sobre lo nuestro - confiesa decidiendo ir directa al grano - .
Priya: Oh, ya me puedo imaginar que ha pasado...
Amandla: - Pone las manos sobre su cara - ¡ Ella me odia ahora ! Me dijo todo tipo de palabras hirientes y no le importó siquiera verme llorar.
Priya: No creo que te odie realmente, pero eso no fue una buena forma de reaccionar, aunque tampoco podemos esperar mucho más en una sociedad como esta....
Amandla: Es mi hermana mayor, debería haberme apoyado.
Priya: Las dos sabemos bien que de ahora en adelante lo vamos a tener complicado, miento, ya lo tuvimos difícil desde que nos enamoramos. Dale tiempo, ahora está con el enfado, pero después tendrá su momento de reflexionar.
Amandla: No creo que me acepte nunca, es lo más realista.
Priya: Ven aquí.
Amandla: ¿ Para qué ?
Priya: Te voy a dar lo que necesitas.
Confundida la africana se levantó y se acercó a Priya, esta se puso de pie y la abrazó, momento en el que de nuevo las lágrimas hicieron acto de presencia.
Priya: Sé que en estos momentos la negatividad te ha invadido, es lo común, pero si algo he aprendido durante todos estos años es que hasta en la oscuridad más profunda hay destellos de luz. Confío en que Saba cambiará de parecer, no puede ignorarte por toda su vida.
Amandla: Espero que tengas razón, no quiero estar para siempre peleada con ella.
Priya: - Limpia con sus manos las lágrimas de su amada - Si quieres puedes quedarte en casa hoy.
ESTÁS LEYENDO
La media naranja de la esperanza
Ficción históricaEn el contexto histórico del Apartheid nos adentraremos en la historia de dos interesantes mujeres , una excéntrica frutera hindú y una joven trabajadora africana . Las artificiales diferencias creadas por los artífices de dicho sistema de segregaci...