Capítulo 7

19 5 0
                                    

Meredith
Beber más de la cuenta, me provocó una alegría tremenda. En ese momento se me olvidó los problemas con mi familia, con mi ex novio, incluso me olvidé de ese fantasma perfecto que invadía mis pensamientos a cada segundo.
Ya me sentía incómoda en la barra, pidiendo cada cinco minutos, una copa de vino. Así que fui en busca de mis amigos, pero sólo encontré a Mary y Jennifer en una esquina de la pista, bailando.
-Hola chicas -les salude un poco mareada.
-Te encuentras bien Meredith -preguntó Jenny un poco asustada.
-Me siento libre -contesté dando una pequeña voltereta, demostrando lo feliz que me sentía-¿Podemos bailar? Necesito mover el bote como Moris lo hacía en los Pingüinos de Madagascar.
Las chicas estallaron en carcajadas mientras yo movía mis caderas al ritmo de la canción de Rihanna.

Just gonna stand there and watch me burn? Well, that's alright, because I like the way it hurts Just gonna stand there and hear me cry? Well, that's alright, because I love the way you lie I love the way you lie I love the way you lie You ever love somebody so much you can barely breathe when you're with 'em? You meet, and neither one of you, even know what hit 'em Got that warm fuzzy feeling, yeah, them chills, used to get 'em Now you're getting fucking sick of looking at 'em You swore you've never hit 'em, never do nothing to hurt 'em Now you're in each other's face Spewing venom in your words when you spit 'em You push, pull each other's hair, scratch, claw, bit 'em Throw 'em down, pin 'em, so lost in the moments when you're in 'em It's the rage that took over, it controls you both So they say you're best to go your separate ways Guess that they don't know ya 'cause today, that was yesterday Yesterday is over, it's a different day Sound like broken records playin' over But you promised her, next time you'll show restraint

Mientras yo bailaba sentí una presencia detrás de mí, alguien me agarró de las caderas y me pegó a su cuerpo, por un momento me exalte, pero rápidamente me relajé al ver que era Luk intentando apartarme de todo el alboroto que ocurría a mi alrededor.
-¿Qué haces tomando Meredith? -preguntó levantando una de sus cejas y mirándome con cara de pocos amigos.
Eso me molesto muchísimo, quien se creía el para decirme lo que podía o no podía hacer.
-No eres mi papá, y si quiero tomar, lo hago, porque es lo que me apetece, quizás así tu hermano me noté un poquito más -cuando solté eso último, los ojos de Lucas se agrandaron tanto como los de un pescado sacadito de la nevera-Ups, perdón creo que se me soltó.
Comencé a reír sin parar y Luk me tomó por los brazos
-Ahora si vas a entrar a la casa para que las chicas te den un baño y se te quite esa peste a alcohol -dijo un tanto molesto.
-No voy a entrar, no sin antes hacer algo -le aseguré tambaliandome de un lado para otro.
-No vas a hacer nada de lo que después puedas arrepentirte Meredith -advirtió con voz firmé
-Eso ya lo veremos -le dije con tono desafiante mientras le ensestaba un golpe en la entrepierna, uno que lo dobló del dolor.
Me fui en dirección a una mesa que estaba cerca de la piscina, la corrí un poco más cerca para que todos los que se encontraban en ella me pudieran ver con claridad. Cogí el micrófono por primera vez en mi vida y esto fue lo primero que me vino a la mente.
-Hola, soy Meredith -todos a mi alrededor comenzaron a balbucear algo por lo bajo que no llegue a escuchar-Ustedes nunca se han enamorado a primera vista.
Las miradas volvieron a recaer en mí y las lágrimas brotaron sin medida.
-Pues yo sí -se oyeron murmullos por todas partes y entre esos uno gritó ¡Bajate de ahí estúpida loca!
-¡Estúpida loca tu madre imbécil! -le conteste mientras sacaba mi dedo corazón.
-Él sabe muy bien quién es. Desde ese día que casi me atropellaste en medio de la carretera, no puedo sacarte de mi mente. ¿Por qué siempre tienes que estar ahí cuando menos te necesito, por qué simplemente no te alejas de mí?
Las lágrimas comenzaron a brotar sin remedios.
-Eres el planeta que faltaba en mi jodido universo, Reed -eso fue lo último que dije antes de resbalarme y perder el equilibrio. Lo único que pude sentir fue un golpe muy duro antes de caer al agua.
Me sentía en una especie de agujero negro, uno en el que no podía moverme. Mis botas se convirtieron en una piedra gigantesca, una que me alaba cada segundo a la profundidad de la piscina. Mi boca se seco por completo mientras mi vista se nublo a tal punto que solo veía negro, era horrible, pensé que me quedaba ciega. No podía respirar porque el aire no llegaba a los pulmones.
Ni siquiera podía pedir auxilio porque cada segundo más me hundía.
En un momento me ví sola, intentando huir del agua, pero no podía porque perdí las fuerzas en el un intento por salvarme.
Lo que pude ver fue la silueta de alguien sosteniendome para salir de ese pozo oscuro.
-Tranquila, ya estás a salvo -dijo la persona que me sostenía en brazos.-Yo tampoco te he olvidado pequeño fuego -eso fue lo último que escuché antes de cerrar mis ojos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 17 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Antes de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora